By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 31 de mayo de 2017

¡Esta perra vida!


Menudos sitios los asilos y las perreras

Pensamiento lúdico

Me llamo Layka, si ya sé que el nombre es un poco cursi y poco trabajado, así era de hortera mi anterior y único dueño, fui abandonada junto al viejo amo en una gasolinera cuando crecí y no cabía en una diminuta caja que llaman trasportín, al abuelo lo abandonaron porque el apartamento alquilado en la playa era muy pequeño, por lo tanto, fui a parar a una perrera municipal de donde escapé y el viejo a un asilo igualmente municipal, mi vida es tan perra como la de algunos viejos amos.
Soy una perra soltera, madre de trillizos, mi vida cambio hace apenas tres años, todo empezó un día que visité el parque del barrio de los pijos, allí conocí a Sultán, el padre de mis hijos, un chucho de raza y pedigrí, greñudo, altanero, de uñas cuidadas, asquerosamente limpio y oliendo a colonia canina, vivía en un chalet adosado con jardín de unos buenos amos, en una casa perruna en el jardín con calefacción.
Sultán me abandonó antes de que ellos nacieran; vamos, que nos dejó tirados en la calle, pero salimos adelante, a mis hijos nunca les ha faltado un hueso con algo de carne que llevarse a la boca a pesar de la crisis que tanto provocan cíclicamente los humanos, vivimos bien, elegimos zona para vivir, actualmente un próspero barrio de chalés unifamiliares, no nos falta comida gracias a los humanos que llaman abuelos o "yayos" y se solidarizan con nuestra perra vida, y, a pesar de no tener techo, somos una familia de perro que nos consideramos de clase media, paseamos, dormimos donde nos apetece, somos libres...
Ayer todo empezó a cambiar, para su segundo cumpleaños mis tres hijos me han pedido un amo, como tienen la mayoría de sus amigos del parque. Yo no soy partidaria de vivir en casa de extraños porque es una gran responsabilidad. Según me comentaba el padre de mis hijos, que pertenecía a esa sociedad, los amos son muy extraños, sobre todo esa raza que camina a dos patas y emite unos extraños sonidos para relacionarse.
Me mencionaba: "el amo te llama por un nombre generalmente humano, te pide que muevas el rabo, que le lamas la mano y te da como premio un hueso de plástico, que levantes la pata cuando él lo pide y que vayas corriendo al quinto carajo cuando te tira la pelotita para que se la traigas". Yo trato de explicarles a mis hijos que lo nuestro es libertad, pero ellos no lo entienden, me repiten, casi todos sus amigos tienen amos y eso da prestigio, ellos no quieren ser menos.
Yo les comento que al principio todo es muy bonito, buena y abundante comida, visitas mensuales al veterinario, te dejan vivir dentro de su casa, agasajos y te exhiben como si fueses un ornamento más en las visitas de familiares, vecinos y amigos, te sacan al parque una o dos veces al día atado a una ridícula correa con collar antiparasitario para que hagas tus necesidades y no le manches la casa o en el mejor de los casos el jardín, lo que se llama una buena perra vida, si exceptuamos que tendrás que aguantar al mimado niño pequeño de la casa, éste, suele ser muy envidioso y si puede te quita esas maravillosas bolas de comida que llaman pienso y se las come.
Pero con el verano todo puede cambiar, llegan las vacaciones y somos un problema junto al amo viejo para el resto de nuestra nueva familia. En un acto de irresponsabilidad acabas siendo abandonado con el abuelo por el amo dominante en una gasolinera. El mundo se te viene encima. ¿Qué hacer? En pleno mes de agosto, con cuarenta grados a la sombra en una gasolinera situada a trescientos kilómetros de donde hicieron cabo a Rintintín, junto al pobre e indefenso abuelo, esperando que a él se lo lleven los de asuntos sociales a un asilo y a ti, si no estás atento, a una mugrienta perrera municipal.
Menudos sitios los asilos y las perreras, disciplina cuartelera, rancho escaso, olor a pis y compañerismo, habitaciones compartidas con otros abandonados, con los que te obligan a convivir a la fuerza, sin ningún tipo de intimidad, con todo tipo de congéneres de mil hostias, razas y creencias distintas, cada uno de su padre y de su madre, que seguro que si fueran útiles no los abandonarían en una gasolinera, vamos que allí no estás por propia voluntad, sino porque de una forma o de otra la decide tu amo.
Le intentaré explicar igualmente a mis hijos que cuando los amos deciden recogerte en su casa les tienes que dar todo, te nombran guardia de seguridad, si tienen jardín te meten en una diminuta casa que ellos despectivamente llaman perrera, tienes que vocear si se acerca un extraño, perdón ladrar a los extraños, requieren mucha obediencia y pueden ser muy posesivos, tienen despertadores que ponen en pie a toda la casa a horas intempestivas, ponen la televisión a todo volumen, en verano te suelen bañar con la manguera de regar el jardín como si fueses una planta más y los domingos cuando marca un gol su equipo gritan como posesos, cogen al perro, o sea a nosotros de las patas delanteras y se ponen a bailar como dementes; en invierno, aun lloviendo, cuando ellos lo deciden, te llevan al parque a mear y a tirarte la dichosa pelotita para que hagas ejercicio.
El amo macho dominante solo te lleva al parque para tratar de ligarse a alguna vecina de buen ver, cosa que nunca consiguen, ellas, las amas consortes cuando te sacan al parque ligan seguro, que deprimente es ver sus risas u oír sus mentiras y grandezas cuando alguno de su raza guapo y con pedigrí le hace algún cortejo, yo pienso, como os pase lo que a mí, te preparará el querido una camada de cachorros y haber como se lo explicas al amo.
Los amos discuten por cualquier cosa, entonces, “a los extraños nos despiden de una patada o en mejor de los casos nos encierran en otra habitación”; cuando se aburren, no se les ocurre otra cosa que venir a tocarnos las narices, sus cachorros nos tienen como un juguete, nos hacen coletas, nos ponen ropa ridícula o ridículos sombreros.
A ver cómo se lo digo yo a mis hijos: "Que no, que no, que los humanos mayores y los perros no queremos amos, preferimos la libertad a ¡esta perra vida!". 

Rafael Spínola R.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Maquis o “Guerrilleros de La República” en Guadalcanal 3


Los principales acontecimientos 1937/1950
Tercera parte

Continuaron las detenciones y registro en Guadalcanal durante el convulso año 43, el día 10 de Marzo fue detenida al salir del oficina de Correos Josefa Conde Trujillo natural de Cazalla cuando acababa de dejar una carta dirigida a Josefa Grande Recio, residía con sus padres Manuel Grande Valenzuela de profesión cabrero y Ana Recio Muñoz, que vivian en un chozo en la finca del Coto de Valdefuentes, Josefa Conde trabajaba de sirvienta en el pueblo en la casa del manigero de la finca de Cabeza García, ésta junto a su familia  vivía en la calle Espíritu Santo de Guadalcanal  ya estaba siendo vigilada por la jefatura de Persecución de Huidos, desde que Lorenzo Sayago, encargado de la citada finca, informado a una patrulla de la Guardia Civil que Josefa había recibido una nota manuscrita “de la partida de la sierra” y que algunos de ellos habían comido dos veces con la finca la semana anterior en el domicilio de Agustín Romero, administrador del Coto.
Entre los días 11 al 13 de Abril, la Guardia Civil de Guadalcanal reforzada por números de Alanís, Malcocinado y Azuaga acometieron varias redadas en Malcocinado,  efectuando la detención  de un total de 29 vecinos, la operación empezó en la madrugada del día 11 cuando fue localizado y detenido al salir de la casa de un familiar el guerrillero Rafael Castillo Durán “alias Barcín”, siguieron a esta detención otras veintiocho (15 hombres y 13 mujeres), todos los detenidos eran familiares o colaboradores de los guerrilleros , entre los que se encontraban, Lorenzo Castillo Durán (hermano de Barcín), Amelia Hernández Hernández (esposa del guerrillero Daniel Sánchez Díaz), Dolores Martínez Yanes (esposa del guerrillero Pedro Rubio Santervás y
madre del también guerrillero “Joseito”, Manuel Sillero Castillo (padre de Isabel Sillero), Manuel Suárez González (padre del guerrillero “Emilín”) y los hermanos Manuel y Antonio Vizuete Hernández (marido de la también detenida María Hernández y cuñado de “Charito”),  todos ellos, después de tomarles declaración en los puestos de Llerena y Azuaga fueron trasladados a la Prisión Provincial de Badajoz.
Siguieron las redadas, deteniéndose en Guadalcanal el 17 de Mayo a  Rafael Muñoz Arenal,  que se encontraba en las listas de la citada por la jefatura de Persecución de Huidos.
Un grupo de guardias civiles mandados por el brigada Rogelio Camarero se personaron la madrugada del 23 en el chozo de Manuel Grande procediendo a su detención junto a su mujer Ana Recio y los hijos de estos Francisco de diecisiete años y Amador de dieciocho, no se encontraba con ellos Josefa que había huido a Sevilla donde fue detenida poco después junto a su tía Eugenia Recio que pasaba temporadas en el chozo del Coto de Valdefuentes y se la relacionaba con los hombre de la partida “del Chato” .
Estas detenciones y la lectura de la correspondencia encontrada, llevaron a los hombres del Capitán Jiménez  al vecino pueblo de Malcocinado, deteniendo a varias personas, entre ellas Isabel Sillero Suárez emparentada con el guerrillero Emilio Suarez Galván “alias Emilin” a cuyo nombre llegaba la correspondencia enviada desde Guadalcanal por Josefa, seguidamente fueron detenidas María Jesús Galván madre de Emilin y las hermanas  Antonia y Serafina Hernández Castillo, hijas de Natalio Hernández “El Arriero”.
En consejo de guerra celebrado en Sevilla el 12 de Julio del año cuarenta y cinco, se dictaron las siguientes condenas, a Manuel Grande y Pedro Fornelio dos años de cárcel, Ana Recio un año, extrañamente,  Josefa Grande y Josefa Conde  fueron absueltas, a Isabel Sillero la condenaron a seis años de los que cumpliría cinco en la Prisión de Mujeres de Segovia, obteniendo la condicional el 22 de Junio de 1950.
Lejos de amedrentarse los maquis por los últimos acontecimientos y detenciones en la comarca, continuaron con los secuestros y extorsiones (algunos de estos frustrados por las fuerzas de orden público), el 2 de Junio intervienen de nuevo y secuestran a Francisco Cabezas Gómez, vecino de Guadalcanal en la finca Lote de las Heras en el término del vecino pueblo de Cazalla, cuando se encontraba en el tajo acompañado por sus hermanos Manuel y Arsenio, además de por los trabajadores José Gálvez Jiménez, Juan Gálvez Martín, Antonio Gálvez Ortega y José Pajuelo Cubero, los tres primeros vecinos de Guadalcanal y, el cuarto, de Cazalla de la Sierra.
Según el relato del propio Francisco, “tras presentarse de improviso en el tajo los secuestradores, armados con pistolas, tras amenazar a los trabajadores para que dejasen las hoces en el suelo, después de golpear a un hermano llamado Francisco el que se había resistido a dejar caer su hoz, se lo llevaron con ellos después de solicitar diez mil duros -50.000 pesetas- por su rescate.
Su hermano Manuel se fue rápidamente a Guadalcanal a poner en antecedentes a su familia, esta decidió con la máxima diligencia  y secreto actuar de forma rápida sin dar parte a las autoridades, juntaron el dinero y este se dirigió al punto acordado en un ramal de la vía del Cerro del Hierro entregando el rescate y siendo liberado Francisco a primeras horas de la mañana siguiente.
Este acontecimiento tendría consecuencias imprevistas para la familia Cabezas, conocidos los hechos apenas una semana después por la Jefatura del Servicio de Persecución de Huidos, envió a Guadalcanal al Capitán José Pérez Carmona, llamó a al puesto a todos los miembros adultos de la familia, el padre, los tres hermanos y al yerno José Arcos Bernabé, después de ser interrogados ordenó llevarlos a todos ellos a los calabozos municipales.
Trasladados a Sevilla a primeros de Mayo fueron sometidos los cinco miembros de la familia a un Consejo de Guerra y condenados a seis meses de prisión por ocultación del secuestro y posterior pago sin dar cuenta a las autoridades locales.
El 3 de agosto guardias civiles de Guadalcanal de servicio de apostadero en la linde de dicho término con el de Malcocinado abatían a Florencio González del Río apodado “El Alemán”, resultando herido otro maqui conocido como “El chato de Huelva” que consigue huir con el resto de sus compañeros hacía algún escondite en las fincas de Alanís.
La represión y refuerzos de la Guardia Civil en los cuarteles de la comarca estaban cada vez más organizados y su batidas seguían mermando las partidas de guerrilleros, así la madrugada del 28 de Noviembre, el capitán Jiménez organizó una patrulla en Guadalcanal para detener en un chozo del Coto de Valdefuentes  a Eduardo Chaves Trancoso y su hijo Eduardo Chaves Piñero, que trabajaban en la en la finca de porqueros hacía más de un año, fueron trasladado a la cárcel municipal del pueblo para ser interrogados, una semana más tarde los trasladaron a la cárcel de Cazalla y de allí el día  5 a la Provincial de Sevilla.
El día 4 de Mayo fueron juzgados por un Consejo de Guerra y los dos fueron condenados a un año de reclusión menor.
En el verano del año 45 parecía que las partidas de maquis en la Sierra Norte y comarcas limítrofes se encontraban muy debilitadas, las detenciones y muertes de muchos de sus principales efectivos, familiares e informadores así lo hacían  pensar, la vigilancia y la contra de las autoridades se hacía efectiva, más el hecho de la muerte del más carismáticos de los guerrilleros, “El Chato de Malcocinado” que había sido abatido el 25 de Septiembre de ese año, por la Guardia Civil  al ser sorprendido junto a varios compañeros en el Chozo del Ventillo, enclavado en la Finca La Chirivía Baja en el vecino pueblo de Alanís, no obstante a todos estos acontecimientos los asaltos, secuestros y extorsiones siguieron hasta el año 50 en Guadalcanal.
Esta calma de acciones e incursiones se rompió nuevamente el día 14 de Octubre del 45, fue detenido en su domicilio de Guadalcanal el vecino Rafael Arenal Moreno, acusado de haber enviado la semana anterior un anónimo al panadero José Arcos Rivero, requiriéndole 20.000 pesetas, cuando Rafael fue a recoger el dinero a la puerta trasera del depósito de trigo  de la localidad por una patrulla de la Guardia Civil que había sido alertada por la familia de Arcos, fueron a detenerlo y este resultó herido de un disparo en el brazo, no fue detenido aquella madrugada pero pocas horas después el rastro de sangre lo delató y no opuso resistencia.
Rafael Arenal que contaba con treinta y dos años era muy conocido en la localidad ya que trabajaba de camarero en la taberna del Tuerto, lugar de reunión de la gente del campo, éste ya había sido detenido al terminar la guerra y hacía dos años que estaba en libertad Condicional, después de pasar cuatro en la Prisión Provincial de Sevilla, tras su detención fue puesto nuevamente a disposición de la autoridad, puesto ante el Juez Instructor Sr. Delgado y ser preguntado por este que le inducía a enviar anónimos, Rafael en tono altanero y tranquilo y tras reconocer ser él quien envió este anónimo, le respondió: la Juez “que fue la necesidad y penuria tan grande en la que se encontraba, tanto él como sus padres ancianos a quienes también tenía que mantener; que no guardaba enemistad ninguna con el José Arcos, de quien sabía que tenía bastante dinero ganado ilícitamente.
Fue puesto seis meses después ante un Consejo de Guerra Ordinario (causa 941/45)  condenado a dos años de prisión menor y conducido nuevamente a la Provincial de Sevilla.
Una vez iniciado el siguiente año, concretamente el 15 de Febrero, se reúnen en la Sierra Alta de Hornachuelos donde tenían instalada la bese principal de la zona, el Guerrillero apodado “Godoy del pueblo” con la partida de “Polanco y “Vicente del Puerto”, allí departieron velada acogidos por los por varios rancheros del lugar, a la mañana siguiente, “Godoy” apoyado por la partida del “Zoilo”, se internaron en la sierras aledañas a Guadalcanal para controlar esta zona y las proximidad  de la provincia de Badajoz, allí toman contacto con el grupo del “Comandante Ríos”, en los meses siguientes se dedicaron a establecer contactos y buscar nuevos enlaces e invitar a los jóvenes a que se unieran a la guerrilla, su zona de refugio fue en el paraje conocido como Los Baldíos entre Guadalcanal y Fuente del Arco.
A finales de Julio la partida de Félix García Arellano conocido como “Godoy del Pueblo”, acompañado del “Comandante Ríos” y los guerrilleros “Voluntario, “Chimeno”, “Ferreras” y “Luquillas” abandona la base de Los Baldíos en Guadalcanal y toman contacto con una familia que ocupaban el chozo del Banasto de la Finca Cabeza García de esta localidad, esta familia le proporcionan provisiones y se dirigen rivera abajo hasta la zona de Real de la Jara y  Almadén de la Plata para organizar una nueva red de sendas con la colaboración de los carboneros que vivian en las márgenes de la rivera del rio Viar, terminada esta misión volvieron de nuevo a Los Baldíos sin ser interceptados por ninguna patrulla de la Guardia Civil.
La partida seguía necesitada de suministros, la noche del 18 de Agosto intentaron asaltar un cortijo de los hermanos Fernández Mejías del Real de la Jara, capitaneada la partida que la organizó “Zoilo” acompañado por los guerrilleros “Voluntario”, “Ferreras” y “el Comandante Ríos”, llamaron y le dijeron a los moradores que eran una patrulla de la Guardia Civil  y el resto del grupo se atrincheraron en las inmediaciones, les abrieron la puerta y fueron recibidos a tiros desde el interior, resulto herido de gravedad el “Comandante Ríos” en un hombro, debido a la gravedad de las heridas, sus compañeros lo llevaron al día siguiente al Chozo del Banasto de la  finca Cabeza García de Guadalcanal, allí se hizo cargo del herido el pastor José Gallego Rubio con el que habían contactado hacía apenas un mes, una vez curada las heridas por la familia de José Gallego se quedó a vivir en el chozo con nombre y apellidos falsos y diciendo que era sobrino de su mujer hasta su detención en 1949 y trabajando en la huerta.
Entre tanto sus compañeros de partida, diez días más tarde dieron dos golpes en busca de avituallamiento en las fincas de La Cascajosa y en La Dehesa Boyal, en ésta última intentaron secuestrar a su dueño, Antonio Gallego Acedo, no consiguieron  consumar el secuestro ya que  al advertir su aproximación, Antonio Gallego abandonó la finca y se dirigió a toda prisa a Guadalcanal.

Fuentes.- Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS): Expedientes de Reclusos de la Prisión Provincial de Sevilla, Expedientes de libertad vigilada (4827), La Resistencia Armada contra Franco. Tragedia del Maquis y la Guerrilla, Guerrillas Antifranquistas en la Sierra Norte de Sevilla 1937/1951, Una guerra que no dice su nombre. Los usos de la violencia en el contexto de la guerrilla antifranquista (1.939-1.953), La represión franquista en la provincia de Sevilla, La guerrilla Antifranquista en Extremadura. Mujer y Guerrilla Antifranquista y Republicanos en la Sierra Morena.
Causas.- 379/39, 1046,1047, 1268, 1427 y 1435/41, 1231/42, 575,958 y 983/43, 591,620 y 1241/44, 113 y 941/45368 y 507/48, 32 y 709/49 y 260/51.

Juan Marco Jiménez y Rafael Spínola

La Fragua del Pensamiento

miércoles, 17 de mayo de 2017

Incidente ocurrido en la Sierra Norte de Sevilla invierno año 2000 y 2


Seres humanoides en las Minas del Cerro del Hierro
Segunda parte

Después de este amplio preámbulo en el artículo anterior, de nuevo con nuestra familia y la investigación en marcha, los comentarios de estos fueron así:
En principio llegaron a pasar la tarde en la zona del Cerro del Hierro, con ánimos de merendar todos juntos dando un paseo por el lugar, al llegar al poblado aparcaron el coche en lo que en otro tiempo era una plazuela delante de las viviendas, desde ese punto hasta la mina queda un camino cuesta arriba flanqueado en tiempos por una cadena atravesada que impide el paso de los coches hasta la mina, ya que ese camino es un tanto peligroso si no se conoce bien el terreno, (hay muchos agujeros profundos y cortadas laterales del camino con fácil posibilidad de derrumbe). Al sacar la bici del chico de la furgoneta, les pareció ver un resplandor detrás de las lomas por lo que creyeron que comenzaría una tormenta con aparato eléctrico, ya que el día estaba nublado pero con pocos visos de que lloviera, de repente escucharon un estrepitoso ruido muy fuerte que les recordó una carraca o una ristra de petardos como dijo el chico. Este montó en la bici y pausadamente comenzó a adentrarse en un terreno peligroso por lo que Ramón no le permitió que siguiera separándose del grupo ni de la carretera de tierra. De nuevo volvió a sonar el ruido acompañado de los fogonazos de la posible tormenta pero el trueno no llegó a ser escuchado por ningún miembro de la familia, Ramón comentó a Salud y a la niña que posiblemente fueran alpinistas, senderistas o algún grupo de gamberretes haciendo alguna de las suyas, hasta que no remontaron el camino y llegaron a la antigua cabina de protección que servía para resguardarse de las explosiones controladas de la mina, no divisaron lo que realmente estaba ocurriendo en el interior de ese gran agujero que formaba la zona abierta de la mina, delante en el punto opuesto a ellos, en el interior del agujero, dos individuos totalmente implicados en la manipulación sobre una gran roca, hasta aquí una visión normal de unos personajes que por la distancia no podían ser observados con detalle, Salud puso en aviso a Ramón diciéndole que estaban vestidos muy raros, que parecían mecánicos o algo así, Ramón contestó que posiblemente estaban haciendo algún estudio de la zona para alguna posible reapertura o revisar algo de lo que quedara en la mina, los individuos por la distancia y la posición en que se encontraban estaban siendo observado por Ramón, Salud y su familia desde una posición más alta, pero las crestas de los picos del resto del cerro todavía estaba más alto que estos por lo que en ese momento volvieron a ver otro “relámpago” que ya si consiguieron adivinar de donde procedía, este salía de detrás de un camino opuesto y justo encima de los dos individuos de la mina, cuando llegaron Ramón y su familia al filo de la boca, los dos individuos se volvieron hacía ellos como si estos hubieran intuido que acababan de ser pillados infraganti o que les hubieran avisado desde un radio transmisor desde otro punto de la mina. Este movimiento que protagonizaron los dos individuos, les hizo ponerse de frente y pudieron ver que los seres estaban enfundados en unos monos de color gris sin brillo, posiblemente portaban una máscara muy ajustada a la cabeza que impedía tener una visión exacta de los rasgos faciales, aunque según la niña, comentaba que su cabeza era un poco más voluminosa de lo que normalmente tenemos nosotros, al ser sorprendidos estos emprendieron una huida un tanto extraña, mientras uno de ellos se encaminaba hacia la derecha encauzando un promontorio de desechos que hacía las veces de rampa para subir a un nivel superior recorrió casi trescientos metros en cuestión de segundos, el otro de varios saltos sin usar las manos se encaramó por la pared hasta superar un desnivel de más de treinta metros de tres zancadas, lo curioso es que casi tardaron el mismo tiempo los dos individuos en pasar al nivel superior que los ponía a la misma altura de la familia de Ramón, así quedando todos en el mismo nivel, los dos individuos una vez que volvieron a juntarse en un punto del camino contrario al de la familia estos estaban separados entre unos quinientos y seiscientos metros diametralmente opuestos en línea recta con un agujero debajo de sus pies de entre treinta y cincuenta metros de profundidad. Para poder superar la distancia de entre todos había que desplazarse bordeando y rodeando toda la boca de la mina llegando a recorrer unos mil metros aproximadamente, por lo que materialmente era imposible que Ramón y su familia pudieran acercarse a estos individuos para poder ver quien eran y que estaban haciendo. El comentario entre todos los miembros de la familia fue unánime.., ¿cómo han hecho eso…?,¿serán del circo…?, entre bromas y curiosidades sin perder vista de los humanoides de nuevo los relámpagos se hicieron más seguidos dando la sensación a Salud de que había comenzado a quemarse algo detrás del promontorio que impedía observar el final del camino donde se encontraban los humanoides. Dando por finalizada la anécdota Salud sacó de la bolsa que llevaba unos bocadillos para los niños y mientras comenzaba a rebuscar el mechero para encender un cigarro, Ramón se separó de la familia y acercó hasta el mismo filo de la mina quedando frente a una puerta de considerables dimensiones excavada en la roca y que da acceso a algunas galerías abandonadas de dentro de la mina, en esta oscura oquedad Ramón pudo divisar ráfagas luminosas de algún potente foco de luz como si soldaran con acetileno o con una unidad eléctrica, por lo con nerviosismo y a voces le dijo a su familia que ya sabía lo que estaba ocurriendo, ¡¡¡son saqueadores o chatarreros que están desvalijando la mina..!!!, vamos a salir de aquí y volvemos al poblado que allí hay más gentes y tenemos la furgoneta aparcada por si se complica la cosa.
Estando comentando estos detalles con la familia el chico llamó la atención de los padres y señaló hacía el hueco de la mina el cual quedo completamente iluminado interiormente saliendo grandes ráfagas luminosas al exterior, por lo que todos quedaron inmersos en ver qué era lo que se estaba moviendo dentro de la mina. de momento esas luces se materializaron en el exterior de la mano de otros dos individuos como los anteriores que seguían a la espera en el punto opuesto de la familia y por encima de los nuevos humanoides aparecidos del interior, estos portadores de las luces parecía no pisar el suelo dando la sensación de que estaban a escasos cincuenta centímetros del suelo, estos se quedaron parados por un momento mirando a la familia y tal como ocurriera con la pareja anterior estos siguieron un camino similar al de la subida efectuada por los dos individuos anteriores, esta vez Ramón y el chico eran los que estaban sumidos en una visión irreal, nos comentaron que la sensación fue la de que la luz, era la que les hacía moverse o eran desplazados por ellas sin necesidad de tener que mover ni brazos ni piernas para desplazarse.
Todo esto transcurrió en escasos cuatro o cinco minutos, por lo que materialmente Ramón, Salud y los chicos, casi no habían tenido tiempo material de desplazarse del sitio que tenían como espectadores de primerísima fila. De nuevo uno de los cuatro humanoides, retornó por el camino y volvió a recorrer un tramo a una velocidad impresionante hizo como si por ese sitio donde estaban los escombros que había utilizado para subir buscara algo perdido en la huida, pero en escasos segundos volvió a lado de sus compañeros. A raíz de este segundo sobresalto, dispuestos para una retirada a tiempo del sobresalto se paso al acongojo esta vez de infarto, Salud decía sentir el corazón en su garganta y los oídos parecía que le estallarían de un momento a otro, Ramón sintió como si le retorcieran los intestinos y los niños comenzaron a gritar histéricamente la bici quedó solitaria y tirada en el camino y todos se arroparon en un abrazo comunal detrás de los pilares o trincheras, se quedaron sin fuerzas para mover un músculo, todos hechos una masa familiar de la cual solo se podían apreciar todas las cabezas dirigiendo sus abiertos y asustados ojos hacía el punto del camino donde se encontraban los humanoides, detrás de ellos apareció un gran vehículo de forma rechoncha de color metalizado iluminado por debajo y desplazándose separado del suelo un metro aproximadamente, en un principio Ramón me comentó que él creía que era un 4X4 Mercedes del tipo MUSSO por sus redondeces, pero cuando apareció completamente delante del camino y los cuatro individuos desaparecieron en su interior, comprendió que podía ser diez veces mayor el aparato que estaba viendo delante de sus ojos. Nadie de la familia nos pudo explicar de qué forma entraron en el objeto o si fueron desmaterializados, porque esos momentos para esta familia fueron de una confusión extrema, hasta tal punto que cuando el objeto remontó vuelo por encima de los picos de haciendo una “semi ele” hacia arriba todos estallaron en gritos y llantos de impotencia, no fueron capaces de determinarnos que grado de afectación habían padecido tras este brutal impacto psicológico, ellos dicen estar en perfectas condiciones físicas y psíquicas, es más Ramón nos confiesa que le gustaría volver a tener la misma experiencia pero en solitario no con su esposa e hijos de testigos. Cada vez que pasa por esa carretera donde hay que desviarse, levanta la vista por si las moscas.
Tuvimos la oportunidad de acercarnos solo con Ramón al lugar del avistamiento y nos explico cada uno de los pasos que hizo esa tarde, nos llevó hasta la roca que en teoría manipularon o tocaron, sacamos fotos, los niveles de variaciones magnéticas en la zona son grandísimas en movimientos de escasos metros puede haber variaciones en las brújulas de casi 60º para uno u otro lado indistintamente, lógicamente achacable al concepto del terreno ya que son minas donde aún quedan vetas férricas por doquier e incluso algunas por la erosión que está recibiendo el terreno casi a flor de tierra.
Nuestra investigación la hemos querido documentar al máximo posible dentro de nuestros medios materiales y una lógica.
No hemos hecho cartas estelares de la fecha y lugar porque todo transcurrió a plena luz del día, y los objetos percibidos por los testigos tenían formas materiales de difícil confusión.
Esta familia, no tiene traza de querernos mentir, todas las preguntas trampas hemos visto innecesarias de transcribirlas en este documento.
Nosotros solo aportamos el rigor de la investigación por lo que no queremos hacernos responsables de afirmar ni negar estos sucesos, solo pretendemos presentar estos documentos estudiados de primera mano y sin intermediarios, con la mayor seriedad posible. Que cada uno de los que lean estos documentos saque sus propias conclusiones.

José Manuel García Bautista
Rafael Cabello Herrero

miércoles, 10 de mayo de 2017

Maquis o “Guerrilleros de La República” en Guadalcanal 2




Los principales acontecimientos 1937/1950
Segunda parte

En el año 1943 se recrudecieron las acciones llevadas por la partida “del Chato” y ”El Baldomero” en la zona, estas actividades se volvieron más atrevidas y sangrientas, a principio de años se enfrentaron a la policía municipal en el mismo casco urbano de Azuaga cuando intentaron atracar una sucursal bancaría, una semana después, cerca de esta misma localidad intentaron asaltar una finca propiedad del falangista y terrateniente Miguel Carrizosa, alertado este que se encontraba cazando en la citada finca, intentó detener la partida, pero este fue secuestrado y al ser reconocido por algún fugitivo del pueblo lo ejecutaron, esto hizo que se intensificara la vigilancia en toda la comarca, principalmente en los pueblos de Guadalcanal, Malcocinado y Alanís, en estas localidades según los informadores eran donde se abastecían de alimentos y a veces eran algunos acogidos y escondidos en casas de familiares, siendo detenidos varios habitantes de la citada zona, entre ellos, Carmelo Prieto Merino por cometer un robo en Guadalcanal y que ya había salido de la cárcel de Cazalla a finales del 41 en libertad condicional.
La represión en los meses siguientes se intensifica por la autoridad a la partida del “Chato de Malcocinado”, cayendo dos miembros del grupo en enfrentamientos con la Guardia Civil, ante estas acciones de represión, no tardan en llegar las represalias de la partida, en el cortijo del Coto de las Encarnaciones de Alanís fue secuestrado el vecino de Guadalcanal Antonio Cumbre Gómez, arrendatario de este coto, a media mañana irrumpieron los guerrilleros en el cortijo poco después de llegar Antonio, fue encañonado junto con un trabajador de la finca por la partida y les obligaron a entregarles lo que allí había de valor , una caja de cartuchos, una escopeta y 165 pesetas, después les vendaron los ojos y se los llevaron a una zahúrda cercana.
El jornalero que posteriormente fue detenido por colaboración con la partida,  le hicieron redactar de puño y letra una nota que fue llevada Guadalcanal por el jornalero para entregársela a su mujer:
“Antonia, me encuentro secuestrado por hombres desconocidos, lo cual que me exigen setenta y cinco mil pesetas por mi libertad, si no me lo mandas lo antes posible me matarán”. Entregada la nota a la mujer del secuestrado cuando ésta se encontraba en la cocina recogiendo los enseres de la comida, presa del pánico la mujer fue a casa de un vecino, el zapatero Luis Rivero Bernabé y ambos se fueron a dar parte al Comandante de Puesto de Guadalcanal, el cabo Manuel Rodríguez tomó declaración al emisario y a continuación informó al capitán Juan Ferrona Cano y por mandato de éste, tras juntar el dinero mandó a un jornalero a llevar el dinero y allí serian los guerrilleros interceptados por las fuerza movilizadas de los puestos de la comarca, así como de los pueblos limítrofes de la provincia de Badajoz (Azuaga y Malcocinado) y los pueblos cercanos de la provincia de Córdoba (Hornachuelos y Fuenteovejuna), en total se reunieron más de cincuenta hombres, coordinados por el capitán Ferrona que llega sobre las 17,30 horas desde la Comandancia de Constantina hasta la vecina Alanís.
En el lugar de la entrega quedan de vigilancia subidos a una enorme encina los hermanos “Baldomero y Pedro de La Señora” y el resto del grupo se desplazan a la finca El Romo en la zona de La Hoya Lobera escondiéndose con el secuestrado en un chozo, al día siguiente y después de una ardua discusión sobre qué hacer con el secuestrado, lo llevan a un terraplén cercano a unas minas abandonadas en la proximidades del rio Onza y lo ejecutan, trasladaron el cadáver a un camino vecinal que atraviesa la finca Las Niñas, dejando encima del cadáver varías notas manuscritas explicando el porqué de ésta ejecución, sobre el cuerpo de Antonio Cumbre rezaba:
“Compañeros me matan los rojos por no traer el dinero y traer civiles, por eso me marcho con José Antonio Primo de Rivera, así que al que los rojos cojan que traiga lo que pueda".
“Salud y viva la muerte. Vivan Rusia y Túnez en nuestro poder”
La siguiente, dejada en el camino, simplemente decía:
“Muero por miserable. Antonio Cumbre”.
Y una tercera encontrada en la zona y dirigida a la Guardia Civil:
“Civiles de los destacamentos, tranquilos no podéis estar pues si seguís así los haremos una emboscada, así que no perseguirnos para que así seamos amigos porque podemos morir tanto nosotros como vosotros así que ya sabéis, esto es un aviso, a estos que les quitamos el dinero que nos busquen ellos.”
A la mañana siguiente tras ser encontrado el cadáver, hechas las diligencias y trasladado el mismo a Alanís, el capitán Farrona interroga personalmente al jornalero al que había mandado detener junto al porquero Francisco Gallego Ruíz, enterado de que el primero solo llevaba dos días trabajando en la finca, en cuanto a Manuel, bien por propia voluntad o por las duras condiciones interrogatorias del capitán, da una última versión y reconoce que había contactado con la partida el día anterior a los acontecimientos, 
“que le salieron al paso, en un regajo de Las Encarnaciones, el Florencio y el Baldomero preguntándole si estaba en la finca el dueño, a lo que contestó que sí.”
A continuación, da los nombres y apodos de los componentes de la partida, así como nombres de confidentes de Malcocinado y Guadalcanal, pero no reconoce a insistencia del capitán achacándole la organización de la partida al “Chato de Malcocinado”, entre sollozos dice:
“…que el Chato de Malcocinado no formaba parte del grupo toda vez que el mentado se encontraba en aquella fecha oculto en Guadalcanal ...,  donde cuando el entierro del Antonio Cumbre estuvo el dicente con el aludido comiendo y bebiendo vino...”
Estos acontecimientos marcaron un antes y un después entre los vecinos del pueblo serrano de Guadalcanal, sobre todo, sembró el pánico en el sector acomodado que se organizaba en grupos para salir al campo y visitar sus fincas, vaciando cortijos y casillas de todo objeto de valor, recibían anónimos solicitando dinero bajo amenazas para ellos y para sus familias, a pesar de las detecciones y algún juicio sumarísimo con condena a ser fusilados de los llamados “bandidos de la sierra” anunciados por las autoridades del régimen y que nada tenían que ver con los autores de la muerte de Antonio Cumbre, ya que los autores seguían campando por la sierra armados y cada vez más organizados, aumentaron las detenciones de los llamados enlaces o informadores y la vigilancia cada vez más férreas de las calles Sevilla, Espíritu Santo y Santa Ana dieron la impresión de un pueblo parcialmente tomado por la Guardia Civil.
Así pues siguieron los acontecimientos, Juan Cerrato López hacendado de Guadalcanal, denunció que al llegar a su casa en la calle Adelardo López de Ayala, recogió un su zaguán un anónimo en el que le reclamaban 100.000 pesetas, conocido los hechos, se personó aquella misma tarde en el puesto de Guadalcanal el capitán Farrona, montando un dispositivo con cuatro guardia civiles y el cabo Manuel Rodríguez al frente en el puerto de Llerena cercano a la localidad, lugar designado para entregar el dinero.
Pasadas las 9 de la noche fue detenido en dicho lugar el joven de dieciocho años Serafín Flores Arcos, natural y vecino del pueblo. Sometido a declaración por el Capitán Farrona, éste dijo que había redactado el anónimo alentado por su cuñado José Murciano Espino avecinado en Ahillones aprovechando “el revuelo” que había en Guadalcanal por la muerte del falangista Cumbre y sacarle dinero a Cerrato, por los hechos fueron detenidos José Murciano y al día siguiente los vecinos de Llerena Gerardo Núñez Granado (un joven con trastorno mental) y Francisca Granado Moliner.
Tres días más tarde, los jornaleros Francisco Espínola Martínez y Manuel García Quiles encontraron cuando llegaron a la Finca de La Florida, su lugar de trabajo otro anónimo, de lo que dan cuenta al casero de la finca Ángel Chaves Domínguez, este anónimo estaba dirigido al dueño pidiéndole una cantidad importante de dinero, personada la Guardia Civil en el cortijo alertada por el dueño, registraron la estancia y encontraron un papel anónimo en las habitaciones de los trabajadores, consultado a los presentes, trascendió ser la cama ocupada por Gonzalo Gálvez García alias “El Machero”, resultando ser similar el texto y letra al enviado a Juan Cerrato.
“El Marchero” fue detenido en su domicilio de Guadalcanal acusado de ser informador de la partida del “Chato de Malcocinado”, no pudo justificar su falta al trabajo los días 6 y 7 de Abril así como el día del secuestro de Antonio Cumbre, el alegó que estuvo en Llerena donde vivía su novia.
Siguieron los registros y detenciones en Guadalcanal, aquella misma noche fueron detenidos: José Carranco Blanco “El jeringa” presunto enlace de la partida del Chato y los familiares que vivian en Guadalcanal, su sobrino Manuel Castillo Carranco (detenido y procesado ese mismo año), José Rodríguez Gusano “El Moyo”, Andrés Nieto Díaz “El Petro” y Rafael Salvador Ortega “Topete”, acusados todos ellos de haber mantenido una reunión en la taberna de Morringa para planear una campaña de anónimos. 
Al día siguiente tras los interrogatorios y en una rápida diligencia todos los detenidos fueron trasladados a la cárcel Lora del Río, el día 26 de Abril coincidiendo con el fusilamiento de María Esquivel Vizuete en Sevilla, se firma un auto de procesamiento por el instructor de la causa, las máximas autoridades solicitan una justicia rápida y ejemplar para los autores y cómplices del secuestro y asesinato de un adicto al régimen. Se solicita libertad condicional para Gerardo Núñez (debido a su juventud) y a la vecina de Llerena Francisca Granado, se precipitan los acontecimientos, el día 10 de Mayo se celebra un Consejo de Guerra en la Sala de Justicia de la Capitanía General de Sevilla presidida por el Teniente Coronel Fernández Palomino, una rápida sentencia no deja ningún resquicio de duda en su Fallo, el Consejo de Guerra impone las siguientes penas: pena de muerte para Gonzalo Gálvez García, “debía llevarse a cabo con la máxima publicidad, por un piquete de la Guardia Civil, a las 11 horas de la mañana del día 16 en la Plaza pública de Guadalcanal” y penas de 30 años para los procesados José Murciano Espino, Rafael Salvador Ortega, Andrés Nieto Díaz, Serafín Flores Arcos y Francisca Granado Moliner.

Fuentes.- Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS): Expedientes de Reclusos de la Prisión Provincial de Sevilla, Expedientes de libertad vigilada (4827), La Resistencia Armada contra Franco. Tragedia del Maquis y la Guerrilla, Guerrillas Antifranquistas en la Sierra Norte de Sevilla 1937/1951, Una guerra que no dice su nombre. Los usos de la violencia en el contexto de la guerrilla antifranquista (1.939-1.953), La represión franquista en la provincia de Sevilla, La guerrilla Antifranquista en Extremadura. Mujer y Guerrilla Antifranquista y Republicanos en la Sierra Morena.
Causas.- 379/39, 1046,1047, 1268, 1427 y 1435/41, 1231/42, 575,958 y 983/43, 591,620 y 1241/44, 113 y 941/45368 y 507/48, 32 y 709/49 y 260/51.

Juan Marco Jiménez y Rafael Spínola
La Fragua del Pensamiento

miércoles, 3 de mayo de 2017

Incidente ocurrido en la Sierra Norte de Sevilla invierno año 2000 1



Seres humanoides en las Minas del Cerro del Hierro 
Primera parte

A finales del año 2000 y primeros meses del 2001, reportamos unos incidentes a modo de flash informativo de última hora (pendientes de profundizar por falta de tiempo y fechas tan señaladas) que esporádicamente habían ocurrido en la zona norte de Sevilla, concretamente por el círculo formado entre Cazalla de la Sierra, Constantina, San Nicolás del Puerto y algunas pequeñas aldeas correspondientes a estos términos de los municipios serranos.
Esta antigua zona minera, sigue a la espera de ser declarada monumento natural y se encuentra en los términos municipales de Cazalla y Constantina en la LOG. 5º38’W, LAT. 37º59’N, con una altitud media de 700 a 800 metros sobre el nivel del mar, constituye una de las zonas altas del borde meridional de la meseta que limita con la depresión del Guadalquivir. Una de las curiosidades de este terreno es que su relieve kárstico en forma de torrecillas, está formada por calizas cámbricas que han sufrido una evolución “antrópica” realizada por la mano del hombre. Antigua explotación minera del tiempo de los romanos y posteriormente reutilizada por una compañía inglesa de minas de hierros, se extraía la ganga residual de elementos como la BARITA y OLIGISTOS de un bello brillo de ricos colores amarillentos, rojizos y siderita férrica; esta mina, hoy está totalmente desmantelada, pero sigue siendo acoso de todos los saqueadores que intentan sacar el mínimo partido a las chatarras que aún quedan desparramadas y semienterradas como raíles, guías, tubos, vigas y encofrados.
Su antiguo barrio de viviendas, almacenes y talleres del poblado donde moraban los dueños y mineros, está destruido o en un lamentable estado ruinoso con el consiguiente peligro para el visitante ávido de fisgonear entre los escombros y laberinto de habitaciones de las viviendas, hace pocos años estas sirvieron durante algún tiempo como escuela taller y campamento.
Al ser un terreno de características tan especiales, habitualmente es objeto de visitas y acampadas de grupos de familias, ecologistas, montañeros, estudiantes y universitarios. Verdaderamente merece la pena perderse por el intrincado terreno durante algunas horas, ya que este invita a disfrutar de muchas de las curiosidades únicas que solo se repiten en terrenos similares en Indonesia.
Una vez introducido al lector en el lugar, pasamos a contar como se encauzo esta investigación, irónicamente por esas casualidades que difícilmente se repiten dos veces en la vida, y como habitualmente ocurre nos llegó la voz de alarma de terceras personas un incidente ocurrido en la sierra norte de Sevilla, el caso no nos mereció mucha fiabilidad, José Manuel y yo, después de escuchar a nuestro confidente, creímos estar ante otro caso de ensoñación y ficción con remanentes de película de celuloide a lo Spielberg, con otra familia de contactados con el ánimo de protagonismo para salir como por aquí decimos en Andalucía, “SALIR EN LOS PAPELES DE GUAPOS” pidiendo pesetas a cambio de soltar la lengua, como las muchas que hemos tenido la desgracia de desvelar como meros fraudes. No obstante antes este caso, (tampoco tenemos la vara de medir la veracidad del encuentro “cercano” de esta familia), la coherencia prima sobre los posibles e insólitos sucesos ocurrido a este grupo de personas con distintas edades y niveles sociales e intelectuales universitarios, magníficos y coherentes diálogos satisfactorios, sin necesidades económicas, ni móviles aparentes de protagonismo o nada que se le parezca.
Llegamos a contactar con una familia de lo más normal, residentes en uno de los pueblos de la zona (ellos no permiten su localización), nos pidió la máxima discreción hacía los miembros de la familia sólo permitiéndonos comunicar los nombres de pila del matrimonio, Ramón 43 años y Salud 38 años, sus hijos son la niña de 19 años y el chico de 13 años. Estos siempre se encontraron reacios a explicar lo que ocurrió ese sábado tarde hacía las 17 horas aproximadamente.
Aunque esto es una presentación somera, hay que decir que hasta llegar a la localización de esta familia, nos sucedieron unos hechos insólitos, que a continuación exponemos. José Manuel García Bautista y yo tenemos familias no vinculadas entre nosotros en la zona de Cazalla y Constantina. José Manuel durante las fiestas de Navidad como normalmente ocurre fue a visitarles y en una charla le comentaron el incidente, este lo anotó e hizo un boceto de introducción a la historia que había recibido por parte de uno de sus familiares, por otro cauce yo me encuentro en Sevilla con una prima mía que venía a una revisión médica al Universitario de la Macarena, esta se alojó durante dos o tres días en casa de mi tía y al visitarla me hace saber del mismo caso conocido por José Manuel. Esta vez mi información había ocurrido a un pariente de mi prima, este incidente lo cuenta sin ánimo de transcendencia por lo que me pide el favor de no darlo a “conocer”, pero cuando yo le comento que ese caso está siendo estudiado por mi compañero y amigo, me comunica que cuando llegue al pueblo se pondrá en contacto con esta familia para pedirle si podemos analizar concienzudamente el fenómeno. Curiosamente a los pocos días recibo la aceptación de boca de mi prima y se lo comunico a José Manuel, él simultáneamente tenía noticias frescas de que no había problemas si aceptábamos sus términos y reglas, así como la fecha de la reunión, una vez terminada la Feria de Abril de Sevilla.
La personalidad de esta familia es muy cordial dando una agradable impresión de unidad y buenas relaciones entre ellos, el recibimiento no fue tan frío como en un principio nos esperábamos, pasamos al interior de la vivienda y nos alojamos directamente todos los miembros de la familia, mi prima, José y yo en un salón cocina comedor, decorado a lo antiguo, tipo rústico donde impera la simpática sutileza de las manos de la dueña de la casa, detalles muy lugareños de utensilios en hierro y bronce, herramientas y cacharros de cocina dispuestos sobre las paredes sin uso cotidiano sólo con fines decorativos.
Normalmente, cuando comenzamos una investigación después de romper la distanciada y fría tensión de la desconfianza, intentamos cordialmente el acercamiento haciendo preguntas banales o interesándonos por detalles curiosos y ocasionales de la vivienda como.., fotos antiguas, cuadros, o algún mueble u objeto desconocido. José y yo, comenzamos cada uno por nuestro lado y dividiendo a los miembros de la familia que tenemos que interrogar sobre el caso que pretendemos, no es una división física sino una división mental acosada por las preguntas que tenemos desarrolladas mentalmente, (a modo de ejemplo mientras yo estoy haciendo una consulta a la madre y la chica referente a una comida típica de la zona, José está preguntando al padre y al chico simultáneamente por el color del aparato que vieron esa tarde). Esta táctica nos da una pequeña ventaja y hace mantenerles pensando a cada uno de los miembros en distintos temas para evitar así una respuesta sincronizada ya prevista y predeterminada. Posteriormente todas las preguntas que hemos realizado por separado se reúnen en el formulario previsto al tema, aparte las observaciones incrementaran paulatinamente cada uno de los temas tratados. Muchas veces tenemos que hacer investigaciones paralelas de varios testigos presenciales y ni yo sé exactamente cuál es la respuesta obtenida por José, ni él las mías, no nos interesa conocerlas para que de esta forma no fijemos un canon establecido, por lo que la frescura de los resultados nos da un mayor margen de confianza y fiabilidad en los resultados obtenidos.


José Manuel García Bautista
Rafael Cabello Herrero