By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 29 de octubre de 2016

Recuerdos de una feliz niñez

Aquellos maravillosos kioskos

Sinopsis del libro.-
Volver a la infancia... ¿A quién no le gustaría, aunque fuera por un instante, ser otra vez el niño o la niña que fuimos? Tener de nuevo nuestros juguetes, correr por la calle tras un balón con el bocata en la mano y la camisa por fuera, lleno de chorretes y de costras en las rodillas. En definitiva, viajar en el tiempo y ver cómo era nuestro mundo entonces, cuando éramos inocentes y absorbíamos ávidamente la vida, que era aquello que pasaba a nuestro alrededor mientras estábamos ocupados en completar la colección de cromos de turno. Ven, entra en nuestra máquina del tiempo de papel y vuelve a sentirte como entonces. Échale un vistazo a aquellos juguetes con los que tanto disfrutaste, únete a la pandilla para vivir unas cuantas aventuras de descampados, cole y kioscos y contempla aquellos viejos anuncios que te hacían pegarte a la pantalla embelesado confeccionando tu lista de los Reyes Magos. Mira cómo era la vida cotidiana cuando éramos pequeños... Te aseguramos que vas desempolvar un montón de recuerdos dormidos. ¿Preparado? Bájate a jugar a la calle con nosotros y pídele de paso a tu madre unas cuantas monedas para el kiosco, unas chuches no nos irían mal. ¡Ah!... y ¡no te olvides de la merienda!

Biografía de los autores.-

Juan Pedro Ferrer es uno de los mayores coleccionistas de recuerdos infantiles de nuestro país. Exexplorador, y funcionario en una concejalía del Ayuntamiento de Alicante, este rescatador de material de kiosco y juguetes de los años 60 y 70 administra desde hace 8 años el conocido y aclamado blog El kiosco de Akela (uno de los más importantes de su género). Miguel Fernández. Martínez es un afamado ilustrador y diseñador, y guionista profesional, trabaja para Disney, Mattel, Fox y Dreamworks. Nostalgista vocacional de las mismas décadas, Miguel creó hace cinco años el blog Those were the days, donde se relatan recuerdos de infancia de una forma documentada y socialmente descriptiva. Miguel lleva dibujando para Disney desde que terminó la mili, tocando todos los personajes estándar de la casa (Mickey, Donald, Winnie the Pooh y todas sus respectivas familias de personajes).
Foto del autor
Mis recuerdos.-
A veces llega a nuestras manos un libro que como buen lector y observador te introduce en su historia,  empiezas a leer con atención y te das cuenta que tú eres protagonista directo de esas historias que te relatan sus autores.
Así me ha sucedido con este libro, “Aquellos maravillosos kioskos”, esta lectura me retrotrae al final de los años cincuenta y siguientes años sesenta, en aquella España en blanco y negro con su enseñanza y libros que trataban de impregnarnos de color, la nostalgia, esa añoranza por lo que ya no vuelve, tiene un caladero sin fondo para los que fuimos  niños en aquellos maravillosos años y me hacen  viajar a los quioscos del barrio de Ventas de Madrid para comprar chicles bazoka, pistolas de agua, indios y americanos de plástico, yoyós de Fanta, cromos o chucherías, recuerdos, recuerdos.
Mis primeros años en Guadalcanal en la escuela de Dña. Paquita (escuela de los cagones) en la que mis padres me dejaban en mí más tierna infancia los fríos inviernos para irse a coger aceitunas, aquellos primeros juegos y primera cartilla de letras    grandes que juntas se   convertían   en palabras “e-s-c-u-e-l-a”, ”c-a-b-a-l-l-o”, el catón… aquel colegio de la calle Camacho de D. Francisco Oliva Calderón, en la que empecé a entender aquellas letras juntas y convertirlas en frase  y sumar o restar números, a empaparme con la Enciclopedia del Álvarez “Intuitiva, Sintética y Practica” que  se leía en la portada y que me enseñó los primeros conocimientos de la vida y la historia, enciclopedia que conservo como un tesoro encontrado en mi niñez, recuerdos, recuerdos.
Aquel maestro de repaso, Antonio “el cojo” que por  las tardes iba a mi casa de la calle Minas para darme repaso y enseñarme a leer y comprender el significado de lo leído con sus interminables dictados, a sumar y restar como solo el sabia y a perfeccionar la escritura con las libretas de Rubio…, mi padre que me dejaba copias con su impoluta caligrafía y que nunca he conseguido igualar, la academia de D. José Tito a la que me enviaba mi abuela Aracelis en verano cuando mis padres me mandaban al pueblo y que gracias a él aprobé el Ingreso, aquel Septiembre en mí regreso a Madrid, recuerdos, recuerdos.
Aquella triste despedida de mis compañeros y amigos de la calle  Camacho y mi traslado con toda la familia emigrando a Madrid, mi  etapa en el colegio Onésimo Redondo, antiguo hospital de la guerra civil en el barrio de la Elipa, aquel internado en los Salesianos de Madrid, gracias a no ser muy mal estudiante y conseguir una beca y de paso quitarse una boca que alimentar  de lunes a viernes mis padres, aquel salesiano D. Cirilo, de triste recuerdo para mí, que me tuvo una semana repitiendo  la  frase “Joze zaca el zaco al zor para que ze zeque”, pobre ignorante, quería quitarme aquel bonito seseo que traía de Guadalcanal y  solo consiguió crearme un trauma cuando salía al recreo y mis compañeros se reían de mí, luego pensé, gracias  Cirilo, solo conseguiste que amara más mi acento que practicaba en familia por rebeldía  y mi procedencia serrana,  claro que esta mala experiencia solo duró un año, al curso siguiente no me renovaron la beca o simplemente me echaron por pobre, dejé de limpiar las aulas y habitaciones, de rellenar la estufa de leña para que se calentaran mis compañeros de pago y volví a mi entrañable colegio del barrio de la Elipa, con mis amigos andaluces, gallegos, extremeños, castellanos viejos…, allí sí que D. Cirilo lo hubiese tenido complicado para quitarnos el acento de procedencia, recuerdos, recuerdos.
Aquel quiosco de chapa y techo de uralita de la Av. de Daroca, centro y lugar litúrgico para comprar, vender y cambiar cromos de futbol o de aquellas fabulosas colecciones: Vida y Color, Ben Hur o Maravillas del Mundo y otra sobre pájaros que era mi preferida, en las que invertía el duro, si, cinco pesetas que me daba mi madre de paga semanal y que yo convertía aquella vida en blanco y negro de un barrio de emigrantes y casas bajas en el colorido de los cromos, para después durante toda la semana trapichear con los repetidos o jugármelos a los montones, recuerdos, recuerdos.
Quiosco donde  empecé a comprar cigarrillos de chocolate “Lucky” para impresionar a las chicas y luego con mis amigos de fechorías, nuestros primeros cigarros Rocío mantelados de verdad que nos fumábamos furtivos debajo del puente del cementerio…, el bachiller, mis primeras conquista, mi primer jersey  de terlenka y pantalón vaquero Wangler que sustituían los domingos a los jersey de punto y los pantalones de pana o tergal que me hacía mi madre, recuerdos, recuerdos.
Que inolvidables años, los niños podíamos jugar en la calle a la pelota, a tu la ligas, al patín hecho con una tabla y cuatro piñones metálicos como ruedas, calles con olor a pueblo y vecindad,  sin apenas coches, esas calles que nos enseñaba casi todo de la vida, algunas sin asfaltar. Más tarde, la adolescencia,  los billares, lugar sagrado para confesiones a los amigos de adolescentes amoríos, Isabel, mi primer amor secreto y platónico y juegos a peseta, cuya mayor competición era quemar  la testosterona que nos emergía  a flor de piel, recuerdos, recuerdos
Todo esto son recuerdos de los que habitamos ya en la tercera fase, es decir, en el resto de la etapa que nos queda por vivir y que según dice un amigo comienza cuando cumples sesenta y… años, aquella oscura época de poco pan y muchas carencias, de amigos y fechorías inolvidables, fueron años difíciles para la mayoría de mi generación, pero a pesar de ello, son recuerdos de una feliz niñez.
Rafael Spínola Rodríguez
Teruel, Octubre 2016

miércoles, 26 de octubre de 2016

Guadalcanal, un pueblo en la memória 1

Villa de Guadalcanal, Cima de la belleza
Introducción

Gracias a la familia Rodríguez Gallego por autorizarme a publicar el libro “Guadalcanal un pueblo en la memoria”, iré publicando a partir de este miércoles los diferentes capítulos del libro legado sobre nuestro pueblo que nos dejó nuestro amigo Rafael Rodríguez  Márquez. - 02/07/1938 + 02/01/2007

En un frondoso valle rodeado por la señera Sierra del Agua y la altiva Sierra del Viento, en el confín septentrional de la provincia y en pleno corazón de Sierra Morena, se encuentra Guadalcanal. Es la localidad más alta de Sevilla, con cerca de 1.000 metros de elevación en la sierra Capitana y 910 en el monte Hamapega.
Distante 106 km de la capital, se comunica por carretera y por línea de ferrocarril. Su término comprende una superficie de 278 kilómetros cuadrados y limita con la provincia de Badajoz (Extremadura), a la que perteneció hasta el año 1833.
Regada por el curso del río Sotillo, afluente del Bembézar, la rivera de Benalija y los arroyos del Moro, de Esteban Yánez y Guaditoca. Terreno abrupto y quebrado, con serpenteantes caminos que suben hasta las cimas de los montes, donde se cría el astuto conejo y la cauta perdiz roja; veredas blancas que se pierden en el verde olivar y hermosos valles con sus arroyos de aguas cristalinas flanqueados por la jara, el tomillo y la adelfa, formando un paisaje espectacular para la meditación y el descanso.
En las laderas de los montes, en los valles o junto a los arroyos se encuentran los antiguos caseríos que en tiempos pasados fueron el hogar de aquellos extremeño-andaluces de corazón noble y carácter alegre que, con grandes esperanzas, cultivaron estas tierras, regando los surcos con su sudor y dejando en ellas lo mejor de sus vidas.
Guadalcanal, villa serena en su presencia y animada en el ajetreo de su vida cotidiana, con los blancos destellos de cal azulada que despiden sus muros, ofrece bellas imágenes de naturaleza urbana, con sus importantes monumentos históricos: Santa Ana, Santa María, San Sebastián, La Almona y otras antiguas edificaciones que, en su conjunto, dan fe de su importancia histórica.
Son las fiestas populares el momento del encuentro de tantos paisanos nuestros que un día tuvieron que dejar su pueblo y de nuestros vecinos comarcanos que acuden a ellas, especialmente durante nuestra inigualable feria a finales de agosto y, últimamente, con el Encuentro Regional Andalucía-Extremadura, donde recordamos que .durante siglos fuimos extremeños, y que se celebra a primeros del mes de abril. No olvidemos tampoco nuestro carnaval o la cabalgata de Reyes, cada año con mayor lucimiento, ni tampoco nuestras interesantes veladas. A todas estas fiestas acuden numerosos visitantes, a los que Guadalcanal sabe recibir con alegría y respeto.
Nuestro pueblo cuenta  con un surtido y variado comercio, así como con una floreciente industria, en la que destacan sus tres fábricas de ladrillos y productos refractarios, que suministran a toda España y parte del extranjero; dos fábricas de aceite de gran importancia, especialmente la cooperativa a la que pertenece prácticamente todo el vecindario; carpinterías y cooperativa de fábrica de muebles, carpinterías metálicas, forja, aluminios y varias  empresas de construcción. 
La economía principal del pueblo es la recolección de aceituna y la explotación ganadera (lanar, porcina y caprina). También se practica la caza de conejo, perdiz roja, liebre, zorzal, etc., y la pesca.
Cada año vienen a nuestro pueblo más visitantes para hacer turismo rural y contemplar los bellos y variados lugares que existen, como son el mirador de la Sierra del Viento, las minas de La Jayona, las minas de La Herrería, la piedra Corcovada, el santuario de Nuestra Señora de Guaditoca, el camino de San Benito, el monte Hamapega, Pozo Rico, la sierra Capitana, etc. Y ya en el pueblo, el paseo del Palacio, el Coso, el campo de fútbol, el polideportivo, la casa de la cultura, la biblioteca, la plaza Mayor y, sobre todo, sus templos y edificios antiguos. Existen casas rurales, fondas y un hotel de próxima apertura para el descanso de nuestros visitantes.
A lo largo de la historia, Guadalcanal ha sido cuna de personajes ilustres, valerosos navegantes, escritores, poetas, religiosos, pintores, médicos, políticos y hábiles artesanos en múltiples oficios. Interesante y rica, aunque poco conocida, es la historia de este bello rincón sevillano llamado Guadalcanal, al que un día alguien llamó “cima de la belleza”.

Copyright.- Rafael Rodríguez Márquez

sábado, 22 de octubre de 2016

Apodos de Guadalcanal 3

Y tú de quien eres 2

Una vez y siendo aún adolescente me presenté en Madrid a un amigo de mi padre que era de Guadalcanal para pedirle un favor y poder entrar en la academia en la cual él daba clase, éste al recibirme me preguntó que apodos tenían mis padres, Candelario por parte de padre y Repisa por parte de madre le comenté, vale, vale, ya sabes que en el pueblo el que no tiene mote no es nadie, yo soy Manolo Cabezón y entre nosotros, el apellido es igual,
Fue aquel día cuando me di cuenta que los apodos en Guadalcanal no ofenden, ayudan a identificarnos con el resto de la familia y comprendí que para mis paisanos siempre sería Rafael Candelario Repisa.

Después de los artículos publicados en este blog “y tú de quien eres” fecha 27/05/15 de Candi la del Pavo, publicado anteriormente en la revista de feria y “Recopilación Barbancho” de Manolo Barbancho publicado el 03/06/15 e igualmente con anterioridad en la revista de feria, a continuación recopilo otro bloque de motes que han ido enviando a través del grupo de facebook “y tú de quien eres” o directamente al blog.

AGUASANTA GALINDON PAMOLINAS
AGUILUCHO GALITA PANCHITA
ALFARERO GARULLO PANOCHA
ARRISCAO GAZPACHO PAPAFRITAS
ASAILLA GEROMIN PARRAS
BARANDA GORRAGRANDE PASIONARIO
BARRERAS GRILLO PAVONA
BASTIAN GUAPO PEINAO
BERNARDA GUARRITO PELAITO
BERNARDINA HABITA PELAO
BIGOTA (DE LA) HORNOS LOS DE LOS PELUCO
BIGOTES ITO PEPE EL DE LA TIENDA
BOLAS (EL) JABAITA PEPE EL FORASTERO
BOTELLO JABONERITO PEPE EL LOCO
BRUÑO PELOTO JACARILLA PERDIZ LA
BUJIAS JAQUETA ROTA PERRO CHAVERO
BUO EL JARAMAGO PERRUNILLA
BURRINO JAVA (LA) PICHES
CABALLERAS LAS JEREZANO EL PICHITA
CABECITA LABIOSGORDOS PICHURRI
CAGUIN LACAÑA PILETA
CALZONA LAÑA PILOTO
CAMPANITA LARGO EL PIÑAGORDA
CANDELARIO LATERO (EL) PIPA
CANO EL LECHUGUITA PIREO
CANTO SORDO LEONA PIRU
CARAJOTE LOB0 PITARRA
CARITO LOBITO PITERA
CARMONA LOCO (EL) PITIONGO
CASCARRIAS LONGINES PITOGORDO
CENTELLA MACHOTE PLANCHEAO
CHERI EL MADRILEÑA (LOS DE LA) PLATERA
CHICO LA FRAGUA MALAMARCHA POLILLA
CHINCHE MALCASADA POLINARIO
CHINCOA MALOSTRATOS POLLANCON
CHINO MALPIENSA POLLO EL
CHIRIBAINA MANDUNDO QUINSEÑO
CHORRITA MANEA RATON CANO
CHUCHARO MARCIALA (LOS DE LA) RATONA
CHULO MARIA LA DEL MIEDO REGADERA
CHUSQUI MATAJACA REMENDITOS
CISCO (PEPE EL DEL) MATAYEGUAS REMUJO
COJETAS MELANIA RESCOLDILLO
COLORAO MELLAO ROMANERO
COLORAO MELLI ROMPETECHOS
COSARIO MELON ROQUE
CRISTO MELONARES SALEA
CUBALITA MENGAÑETE SANTO INFAME
CUCHARO MERENGUES SILLERA
CULEBRA MINERO TARAMON
CURITA MINISTRO JOVEN TEJA
DORILETA EL MOCOSO TERMUTI
DORMILERAS MOJONES LOS TIESA
EL DE LOS PECES MOLERO TIJERILLAS
EL MARQUÉS MORCILLITA TIO JAQUETA
EL NIÑO DE LA PALMA MUÑECO TIO REPITE
EL PIEDRA LARGA NINO TONTOMENA
ENCAJERA (LA) NIÑO DE BASTIAN TROMPETA
FARAON NIÑO DE LA YEGUA VASALLO (EL)
FIGURA (EL) NUITO VENAO
FITI NUO VINAGRA LA
FURIA ORGULLOSO (EL) YEYO
GABILUCHO PALANQUILLO ZALEA
PERICO PALOTE

Estos motes tal vez no son  todos los que conocemos o recordemos actualmente y no fueron citado en los artÍculos anteriores,, algunos ha desaparecido, ya que toda la familia emigró, otros como en el caso de Rompetechos, al no tener descendencia o porque a sus descendientes les hemos bautizado con otro apelativo, otros derivan del apellido y se han convertido en motes, los hay que han declinado en diminutivos al pasar de padres a hijos o nietos, como el caso de Nuito que originariamente era Nuo, como sucede en estas ocasiones, ni son todos los que están o ni están todos los que se citan..

Rafael Candelario Repisa

miércoles, 19 de octubre de 2016

Expolio o desamortización de edificios históricos de Guadalcanal (última parte)

Una pila bautismal renacentista de la Iglesia de la Concepción, utilizada como macetero en el colegio de monjas del Convento del Espíritu Santo

Con este artículo queremos hacer una recopilación de datos y acontecimientos datados en los años setenta del pasado siglo sobre el expolio y la desamortización encubierta de una serie de edificios pertenecientes a la historia monumental  de nuestro pueblo y hoy en manos de particulares (Úlima parte).

4.- Capilla de San Vicente, es un edificio del siglo XVIII, con una planta de Cruz Latina, una sola cubierta de bóveda de cañón y lunetos y media naranja en el crucero,  su alero mudéjar aun conserva la madera original, de estilo difundido por Extremadura, fundada por la orden Dominicana, relaciona su historia con esta orden y la Hermandad del Rosario de la Aurora que fue autorizada en 1851 para su ubicación y finalmente cae en decadencia y se disuelve en 1.914, cerrada al culto definitivamente en  1917 y destrozado todo su patrimonio mueble en 1936 a consecuencia de la guerra civil.
Es tal vez el edificio que más intentos de cesiones y compra venta sufrió en los siglos  siglo XIX y  XX,  la primera referencia encontrada data de 1854, el alcalde de la villa Miguel Ramos Lobo propone ante el gobernador eclesiástico de Llerena la cesión de las capillas de San Vicente y los Milagros, “que son innecesarias para el culto y no son en razón de su proximidad a las parroquias de Santa María y San Sebastián, sino por los muchos templos que hay en la población”, para construir la nueva casa consistorial, finalmente este primer intento fracasó y las dependencias municipales se construyeron en las ruinas del antiguo palacio de los comendadores Santiaguistas .
Ya en el año 1923 el párroco de la localidad Pedro Carballo Corrales, con el beneplácito del Arzobispado de Sevilla Eustaquio Ilundáin y Esteban inicio un proceso de venta y que gracias a la intervención de Antonio Muñoz Torrado con el inicio de un informe histórico sobre el citado edificio, y con la colaboración de la Hermandad del Rosario de la Aurora, fue paralizada su venta.
Pasamos al año de 1935, según información contrastada en el libro  “Guadalcanal Siglo XX”, de Ignacio Gómez Galván, cita en su recopilación de los acontecimientos de la década 30/40 del pasado siglo, y dice textualmente:
“Intento de compra de San Vicente. Con fecha 29 de Julio de 1935, Rafael Cárdenas Ordoñez dirige un escrito al Arzobispado de Sevilla, en los siguientes términos: Rafael Cárdenas Ordoñez, natural y vecino de esta, casado  a V.E.R. con el debido respeto, EXPONE: Que es dueño de una casa en esta villa calle  San Sebastián, la cual habito y que linda en su parte derecha con la Ermita y dependencia de San Vicente. La referida Ermita al culto está cerrada al culto hace más de diez años y convertida en almacén de anda, pasos y trastos viejos, y si a eso se une que su techumbre está en mal estad, sobre todo las dependencias que lindan con la finca del dicente, al alto criterio de V.E.no se ocultará los graves prejuicios que a la propiedad particular se le ocasiona con este estado de cosas, aumentados conforme pasa el tiempo. Se hace precisa una urgente y costosa reparación en la referida Iglesia de San Vicente. Mas como el estado actual de la iglesia es bien patente, no es mi ánimo ponerla en grave trance por eso me permito proponerle a V.E. la enajenación de la repetida ermita, caso de que no pudieran hacerle las obras que necesita, en cuyo caso no tendría otro destino que demolerla y sobre su solar edificar dependencias con fines domésticos que se incorporarían a mi propiedad   que con ella linda. Dios guarde a V.E. muchos años. Guadalcanal, veintinueve de Julio de mil novecientos treinta y cinco”.
No se hizo esperar la contestación del Arzobispado, ya que en la parte inferior del mismo escrito del Sr. Cárdenas, aparece esta coletilla: “Sevilla 3 de Agosto de 1935. Vistos los antecedentes de este asunto y especialmente lo actuado en el año 1923, como motivo de una solicitud del Sr. Párroco de Guadalcanal, decretamos que no ha lugar a lo solicitado en la instancia que nos ha dirigido D. Rafael Cárdenas Ordóñez”.
A principios de los años 70, una entidad bancaría a través de un vecino del pueblo hizo un nuevo intento de compra o apropiación con la intención de poner una oficina bancaria o cualquier otra intención de actividad en un edificio con una situación privilegiada dentro del casco urbano.
Finalmente en el 1977 y coincidiendo con la romería de nuestra patrona, una representación oficial del Arzobispado de Sevilla, realiza un viaje a Guadalcanal y la zona de varios días, quedando ubicado su hospedaje en Cazalla de la Sierra, durante esos días  y con el pueblo ajeno a ciertas reuniones clandestinas, se fraguan los tratos de la venta de la Capilla de San Vicente, edificio emblemático situado en la plaza de España.
Esta capilla fue solicitada en cesión en repetidas ocasiones al Arzobispado de Sevilla por los responsables de la Cofradía de Penitencia de las Tres Horas, para instalar en ella sus imágenes titulares y abrirla al culto, consultado a hermanos de aquella época, la respuesta fue una y otra vez negativa.

Poco después se ejecutó el acto de enajenación y venta por una cantidad aproximada a 500.000 pesetas, unos 3000 € actuales, convirtiéndola su nuevo propietario en un salón de juegos juveniles, con maquinas recreativas y futbolines, posteriormente y hasta la actualidad en un bar, realizando en su interior varias obras de acondicionamiento, aunque su empleo para usos profanos se remonta mucho antes de su venta, sirviendo de carpintería, almacén de materiales, almacén de andas y tratos viejos,  cuadra de caballerías, salón de juego, salón de baile y guateques para la juventud, emisora local de radio, bar, etc.etc, en este trasiego de propietarios ocasionales, se ha cambiado básicamente su interior con obras y modificaciones no autorizadas,  el exterior no ha sido básicamente modificado, (aún cuando cabe destacar un ventanal que se abrió en la fachada principal con nocturnidad y alevosía), actualmente  se encuentra en buen estado.
5.- La Iglesia de la Concepción,
Muro de la Concepción
donde el higuerón bravío
halla desidia y baldío
para la profanación.
A mayor aberración
le han hurtado las campanas.
¡Qué niños tendrán ya ganas
de jugar en el Cantillo
si no queda un monaguillo
 que repique las mañanas?
Andrés Mirón
Data del primer cuarto del siglo XVII, es un edificio de ladrillo y una, cubierta con bóvedas de medio cañón. El exterior se encuentra bien conservado, ya que fue restaurado en el año 2010 por un taller de empleo, en cambio su interior que constaba de una cúpula de media naranja en el presbiterio, a los pies del de la tribuna se situaba el coro de estilo mudéjar, en la cabecera un retablo de yesería barroca y azulejos sevillanos del siglo XVII, sillerías y bancos tallados para el culto, todo este conjunto se encuentra expoliado, en ruinas y gran parte de la techumbre hundida, ahora su interior alberga higueras, follaje, escombro  y basura.
Esta iglesia perteneció y formaba parte del conjunto arquitectónico del desaparecido convento y hospital del mismo nombre fundado por el hijo de la villa don Álvaro de Castilla, que hizo fortuna en las Indias, y que en testamento otorgado en el año de 1613 en Guanajuato (México) lo dotaba e instituía para nuestra villa, comenzó su construcción en 1614 y una vez construido fue ocupado por las monjas clarisas franciscanas.
Hemos dejado para el final la venta de este edificio, ya que fue la que hizo saltar las mayores indignaciones de los vecinos del pueblo y se trató sin éxito de emprender acciones ante Patrimonio para evitar su venta, aun cuando si se impendió un eminente derribo.
Existe un contrato de compra-venta del edificio del 02  de Mayo del mencionado año, firmado por el cura párroco de la localidad titular de aquella época Antonio Espinosa Torres con el beneplácito de las autoridades eclesiásticas responsables del Arzobispado de Sevilla, como representante y con plenos poderes para efectuar dicha venta, ratificado según decreto de 23 de Abril de 1977 y registro de protocolo arzobispal con número 69/77 datado en la misma fecha y año.
En el acto de la firma de compra por parte de un industrial panadero de la localidad, consta que hizo entrega de 125.000 pesetas (750 €) como señal del total de la venta acordada en 350.000 pesetas (2.100 € actuales), en este acto se le entregó al nuevo propietario la llave para que disponga del edificio y le de el uso que estime oportuno, sin clausulas en el citado contrato en el que se hace constar por parte del arzobispado de Sevilla la  responsabilidad y expreso compromiso de que “La capilla de la Inmaculada Concepción no está grabada con carga o pensión alguna y se reserva retirar los objetos sagrados , imágenes, etc., así como la pila bautismal, las campanas y aquellos objetos que presenten especial valor”.
A principio de ese mismo año y antes de formalizarse su venta, el Ingeniero de Caminos D.  Javier Sánchez-Palencia y Dabán, en la redacción del nuevo proyecto de delimitación  del perímetro urbano de Guadalcanal, incluía varios edificios, entre ellos la propia iglesia de la Concepción en la categoría de “Edificios Singulares que tenían que protegerse y conservarse”.
Este proyecto llevaba como es preceptivo, la tramitación y plazos que comprendían la aprobación provisional de este precepto, sacarlo a información pública y aprobación definitiva, este precepto como tantos otros no se cumplió, el propio Sr. Sánchez Palencia advertía el truco de aprovechar el periodo de tramitación de este y otros proyectos para derribar edificios monumentales o singulares y convertirlos en un solar, y después, si se conseguía la aprobación de los proyectos, ya no podían recuperarse  ni tocarse los solares con los que se había especulado.
Así fue como se procedió para la venta de la Concepción, primero con las maniobras de desmontes y traslados o desaparición de piezas, ornamentos, figuras y otros objetos de gran valor, luego malbaratando con una fraudulenta venta el edificio, sin respetar el informe de Bellas Artes o el procedimiento abierto de delimitación de un monumental casco urbano.
Como en el caso de D. Quijote, “claro que no ha sido esta vez, amigo Sancho, con la iglesia con la que toparon”,  unos y otros quedaron sin poder de reacción, ya que los responsables del Ministerio de Educación y Ciencia, cursaron un escrito con fecha 7 de julio siguiente a la fecha de su venta a la Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural y a la inmóvil hasta aquel momento Delegación de Sevilla para que por vía de urgencia se haga saber al Ayuntamiento de Guadalcanal que “se declara monumento histórico-artístico con carácter nacional iglesia de la Concepción de dicha villa”, por lo cual, no podría realizarse modificación, proyecto de cambio estructural, obra o cualquier otro movimiento que supusiese la alteración de lo declarado por el Estado, y menos aun sin el estudio y aprobación de la Dirección General correspondiente, así, se paralizó su inminente derribo, no así, sin embargo el progresivo deterioro que ha sufrido año tras año, por el abandono de su dueño y el olvido de todas las entidades estatales y provinciales citadas, en la actualidad su interior se encuentra en ruina total y el exterior fue limpiado y rehabilitado por la escuela taller de empleo “Corredor Eco-patrimonial Sierra Morena” en el año 2010.
Las actuales casa adosadas a la iglesia formaron parte del antiguo convento, cenobio y subsistentes patios, corredores, acornado y otros elementos arquitectónicos que formaban parte de un bellísimo conjunto,  ya que después de la exclaustración del siglo XIX y principio del XX fue vendiéndose por   parte el conjunto del convento y quedó reducido al edificio actual.
En ella existía y fueron arrancados en aquellos últimos meses antes de su venta, azulejos muy antiguos que constituían un esplendido retablo y una pila bautismal de valor incalculable (esta como hemos citado anteriormente, se convirtió en un macetero con un  ridículo cactus en un rincón del patio del Convento del Espíritu Santo).
No pasó mucho tiempo, apenas seis meses de la formalización de la venta cuando un nuevo sobresalto  alertó a los vecinos de nuestro pueblo, a través de fundados rumores indicaban el peor  destino posible para el emblemático edificio, una empresa de construcción pensaba transformarlo en un amplio  solar diáfano para construir  viviendas y se habían iniciado ya las gestiones, también se rumoreaba que el nuevo propietario instalaría en su interior un amplio supermercado, afortunadamente el tiempo corrió a favor y se evitó el derribo.

En este articulo no incluimos los nombres de los vecinos o empresas que compraron los edificios, ellos simplemente se beneficiaron en aquel momento de la venta de unas “gangas” que se pusieron a la venta, sin embargo la actuación del arzobispado, el poco celo del párroco de turno, alcaldes, resto de autoridades locales y la pasividad de los vecinos nos  han llevado a una situación actualmente irreversible.

Datos.- Guadalcanal Siglo XX, .- Apuntes sobre la historia de Guadalcanal, Arte y religiosidad popular: las ermitas en la baja Extremadura, Historia de Guadalcanal, Revistas de Feria,  y Hemerotecas y Autor. 
Rafael Spínola  Rodríguez