By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 28 de mayo de 2016

Adelardo López de Ayala o el figurón político-literario 26


Capítulo XXVI  

Malogramiento indiscutible

Habiendo abandonado Ayala su prudente reclusión para ir a evacuar la consulta con el Rey, decidió reanudar su vida acostumbrada. Y durante algunos días asistió al Congreso y ocupó la presidencia del mismo, esforzando su voz fatigando su garganta. Con eso, el ataque agudo al aparato respiratorio, que parecía haber cedido a los cuidados; se exacerbó terriblemente. Era médico de cabecera de Ayala el doctor Callejo, quien, desde luego, se dio cuenta de la gravedad del caso. Pidió ayuda a varios compañeros, siendo la opinión general que había de cederse con energía. Así, se aplicaron cauterios al pecho del doliente y el fuerte revulsivo obró de manera que fue juzgada satisfactoria.
En el espacio de diez días alternativas diversas dieron pábulo a esperanzas de salvación.
Aun el 29 de diciembre, veinticuatro horas antes del fallecimiento, los médicos permitieron a Ayala dejar por tres horas el lecho y confiaban... Pero todo fué inútil, pues la progresión del ataque aquella noche se apoderó del enfermo. Y a las tres y media de la tarde del día siguiente, 30 de diciembre de 1879, Ayala había dejado de existir.
El curso de la enfermedad de Ayala había sido seguido con palpitante interés. El Rey enviaba diariamente al domicilio del paciente a su edecán el. Marqués de Alcañices. Y del Rey abajo todos los personajes de la situación, todos los escritores y artistas, todos los amigos particulares convertían en romería elegante la calle de San Quintín. Además, como los periódicos tenían una sección para ocuparse del estado del enfermo... El pueblo en masa vivió pendiente de si moriría o no hombre, tan ilustre.
Ese hombre : insigne, del que se decía fuera desgracia grande para la patria perderle,  pues los años de duración normal de la vida que le quedaban, conservando sus facultades y su capacidad de trabajo, podrían haber dado mucha gloria, tanto, política, como literaria, a  nuestra nación.
Considerando esto, al dar cuenta, de su fallecimiento, aquella noche La Correspondencia de España llegó a publicar que Ayala "se había malogrado". Y nosotros sostenemos la afirmación Pasando a probarla.- Sí, eso; vamos a probar qué el hombre cuya doble carrera política y literaria nos ha ocupado tantas páginas con el relato de sus triunfos pudo obtener triunfos mayores.
En política, ya lo hemos visto. Pudo ocupar la presidencia del Consejo de ministros. La hubiese ocupado seguramente en cualquiera de las sucesivas crisis del partido conservador, pues que Cánovas, como ya le ofreció una vez su puesto, se lo hubiese ofrecido otras. Y si no con el partido conservador, con el partido liberal... El cambiar de partido no habría presentado para él consecuente inconsecuente dificultad ninguna.
También en la literatura pudo .subir. Cierto que ya era académico y que se le consideraba un genio. Pero con todo... Pudo, por ejemplo, si se aplicaba a ello, haber escrito una obra dramática buena de verdad. Hoy ya sabemos, pese a cuanto en sus tiempos se dijo, que tal no consiguió.
Y todavía cabe considerarle malogrado, a pesar  de su indiscutiblemente enorme cabeza “recuérdese el incidente con Hartzenbush”, crió cabeza... de familia. Ayala murió soltero, y no cuando hubiese ya renunciado a casarse, Sino precisamente cuando de casarse estaba a punto. En su nueva asistencia a los escenarios había tenido ocasión de tratar a la joven y bella actriz Elisa Mendoza Tenorio, prendándose de su belleza y juventud hasta el punto de entablar con ella relaciones formales, de esas qué acaban en boda para tal boda se estaban haciendo los preparativos cuando la muerte arrebató al novio
¡Lástima grande! Y no lo decimos por el novio, quien se evitó la peligrosa situación en que se colocan los que contraen matrimonio a la edad detener nietos. Ni tampoco por la novia, la cual, si perdió tan buena proporción, encontró otra mejor todavía, pues que llegó a casarse con el doctor Tolosa Latour que era el Marañón de aquellos tiempos. Lo decimos por quienes pudieron presenciar la nupcial ceremonia. estos se perdieron algo digno de verse.
Pues en la frustrada, boda se hubiese dado el caso de que se colocase ante el sacerdote el novio solo. Como os lo decimos. Ayala hubiera dejado a la Mendoza Tenorio en la sacristía, igual que antes la dejó entre bastidores. Esta actriz tomó parte en el estreno de Consuelo, desempeñando el papel de la protagonista, Y sabido es que el presidente del Congreso se negó a alternar con los cómicos en el palco escénico, diciendo a Vico la lapidaria frase que definía lo augusto de su soledad. Lógico es suponer, por tanto, que menos habría admitido alternar con una cómica en el altar mayor.
Ni en lo grotescos siquiera llegó, pues, Ayala a todo lo que habría podido alcanzar de no haber truncado la muerte aquella vida que prometía extenderse, y siempre  hacia arriba, más y  más. Se malogró, por tanto, Ayala, pese a morir de cincuenta años cumplidos, pese a saberlos  aprovechar tan bien y pese a que se le daba todo cuanto apeteció. Sí se malogró Ayala indiscutiblemente, aun con lo que hemos visto obtuvo en su existencia, y lo que veremos, terminada ésta, se le otorgó ¡de propina!

Luís de Oteyza
Vidas Españolas e Hispano-Americanas del Siglo XIX
Madrid, 1932


miércoles, 25 de mayo de 2016

La vida en Guadalcanal años 30, siglo XX (12)

Noticias publicadas en los diarios de la época

Consejo de Ministros.-
CONSTRUCCIONES ESCOLARES 
Han sido aprobados los proyectos siguientes:
Reparación del edificio, que ocupa el grupo escolar Ruiz Zorrilla, de Madrid.
Construcción de nuevos edificios en Dos Hermanas, Montellano y Guadalcanal (Sevilla).

 Jueves, 04 de Enero 1934

Consultorio Cinematográfico 
Le contestamos a muestro lector identificado como “EL ULTIMO ROMANTICO DE GUADALCANAL DE LA SIERRA”.
Las películas interpretadas por la sin par Imperio Argentina son: La hermana San Suplicio, Corazones sin rumbo, Los claveles de la Virgen, Cinópolis, El confesor de mi mujer, Su noche de bodas, Lo mejor es reír, ¿Cuando de suicidas?, Buenos días, La casa es sería y Melodía de arrabal.
Por otra parte, este lector tiene muchísimo interés en cambiar correspondencia con nuestra lectora “UNA ROMANTÍCA DE GUADALCANAL”.
Por lo que se ruega a ésta, que si acepta nos lo comunique y a él le enviaremos sus señas.

Domingo, 18 de Febrero de 1934

Agricultura.- 
Se ha personado en la localidad de Guadalcanal el inspector de abastos D. Onésimo Díaz Ripollés, visitando las distintas almazaras y molinos de aceite, que se encuentran en plena actividad, recogiendo muestras del preciado producto de ésta zona.
La cosecha de este año ha sido excelente y de buena calidad, a pesar de las huelgas de jornaleros de la localidad, la aceituna va entrando a buen ritmo en las citadas almazaras y molinos, principalmente por la contratación de jornaleros de otras provincias y de la vecina Portugal

Jueves, 28 de Febrero de 1934

Información de la provincia 
Guadalcanal.- El domingo de Piñata entre las diez y las once de la noche, y aprovechando la ocasión de la ausencia de su domicilio Doña María Jesús Yáñez Vázquez, se supone que por obra de varios individuos, se realizó un robo en el domicilio de dicha señora, ignorándose la cuantía de los objetos y la cantidad robada y sin que se haya descubierto los individuos quienes puedan ser los autores de este robo.
--Días pasado falleció cristianamente la virtuosa señora doña Carmen Cerrato López, celebrándose el sepelio del cadáver el día 4, el cual constituyó una verdadera manifestación de duelo, por las simpatía y bondades que disfrutaba la difunta.
Asistieron al mismo, personas de pueblos limítrofes, especialmente de Valverde de LLerana de donde era natural la finada.
Reciba su afligido esposo, D. Joaquín Rivero Paz, y demás familia, el testimonio de nuestra mas sincera condolencia por tan irreparable pérdida.- Corresponsal local.

Jueves, 8 de Marzo de 1934


Guadalcanal se entrega a los actos litúrgicos
Con extraordinario fervor y entusiasmo se han celebrado las tradicionales fiestas da Semana Santa en esta localidad serrana, habiendo verificado su acostumbrado recorrido todas las Cofradías establecidas en ésta villa, gracias al buen tiempo y el buen hacer de los hermanos costaleros.
Enorme muchedumbre acompañaba a las imágenes en su largo itinerario, “culminando esta animación en  la calle de Santa Clara, de magnífico y emocionante aspecto, en la que se cantaron muchas saetas," que desbordaron el entusiasmo.
Grande fué la concurrencia de fieles a los Oficios y sermones de estos días, predicando nuestro párroco, D. Pedro Carballo, los de la Institución y Soledad y nuestro coadjutor, D. Manuel Jiménez, los de la Pasión y Tres Horas.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, en la mañana del Jueves Santo, repartió entre los pobres más necesitados unos 300 panes y algunas viandas proporcionadas por los hermanos de esta cofradía.—Corresponsal.

Viernes, 6 de Abril de 1934

Incidentes en Guadalcanal 
Corresponsal.- Con motivo de los fastos por la proclamación de la II República, se celebró el pasado sábado día 14, un día de convivencia y armonía organizado por el consistorio municipal de Guadalcanal.
A las 18,00 horas tuvo lugar un interesante encuentro de football entre un equipo formado por jóvenes de la localidad y el potente equipo del Cerro del Hierro, que ganaron estos últimos  por un resultado global de cuatro goles a dos.
Llegada las 22,00 horas y cuando la población se encontraba un animado baile en el sitio del Paseo del Palacio, un grupo de jóvenes alborotadores irrumpieron con gritos fascistas y lanzando algunas piedras, provocando una grave alteración de orden público, esta fue sofocada por las autoridades presentes y el civismo del los vecinos que no respondieron a los insultos y agresiones.
Finalmente, los actos terminaron a las 24,00 horas con una demostración de fuegos de artificios.

Lunes, 16 de Abril de 1934

Orden Público
Coacciones en Guadalcanal 
Guadalcanal.- Los  campesinos y obreros salieron hoy al trabajo como en días anteriores, pero a la salida del pueblo encontraron grupos de individuos, que les obligaron a volver. Estos grupos eran afectos a la  U.G. T.  y a la C. N .T .
Por la noche otros sujetos fueron también a varios cortijos, esparciendo las mieses ya segadas, haciendo amagos de quemar los rastrojos y rompiendo las hoces de los segadores.
Fuerzas de la Guardia civil prestan servicios de vigilancia en el campo y en el pueblo.
Esta tarde se tuvieron noticias de que varios individuos habían estado en determinadas fincas, incitando a los caseros y a los guardas que se vinieran al pueblo.
Por otra parte, la Unión Patronal Agrícola (U.P.A.) se han dirigido al  ministro de la Gobernación y al  gobernador civil de la provincia con sendos telegramas, dando cuenta de la situación.
Jueves, 7 de Junio de 1934


Quedan determinadas las rentas a pagar en las fincas  sujetas a intensificación de cultivos.- 
Se ha reunido la Comisión permanente Agrícola-Social del Instituto  de Reforma Agraria, y tomó loa siguientes acuerdos:
Con el voto en contra del representante de los propietarios, Sr. Revuelta, se aprobaron los expedientes de concesión de créditos por intensificación de cultivos siguientes:
Término municipal de Guadalcanal.
Finca El Hornillo, 4.757,50 pesetas para 110 hectáreas de cultivo.

Viernes, 15 de Junio de 1934

Justicia
Proceso resuelto 
Todos en Libertad.- Ante el tribunal de urgencia se vio la causa seguida contra Manuel Muñoz y cuatro campesinos más, vecinos todos de Guadalcanal, acusados de alteración de orden público y coacciones durante la pasada huelga de campesinos.
Terminadas las pruebas, el fiscal retiró la acusación contra uno de los procesados, y a los cuatro restantes por la sala.

Martes, 14 de Agosto de 1934 

Anuncio publicitario


La Asociación Católica de Colegios  SADEL, Sociedad Anónima de Enseñanza Libre, tiene abierto el plazo de alumnos masculinos en sus centros SADEL de Isabel La Católica de Granada, San Juan de La Cosa de Santoña, San Luis de Gonzaga de Guadalcanal y Ntra. Señora de Robledo de Constantina.
¡! Padres católicos de la localidad: Enviando vuestros hijos a nuestros colegios aseguráis una educación y libre!!, 
¡!Contribuyendo a la creación de otros centros más por toda España, mediante la adquisición de nuestras acciones, haces cultura y patria!!
Presidente del Consejo de Administración, D. José María Martínez de Velasco.
Oficinas centrales.- Manuel Longoria, 5 Madrid


Sábado, 01 Septiembre de 1934

Guadalcanal celebra su feria de ganado y fiestas locales 
Dentro de la mayor animación y brillantez ha transcurrido la Feria y fiestas  en esta villa, estando a todas horas los paseos abarrotados de público y luciendo una iluminación y exorno espléndidos que realzaban vellas señoritas ataviadas con mantones de manila.
Durante los días  5,6 y 7 se han celebrado bailes de sociedad en las Caseta del Nuevo Círculo y Recreo que han resultado brillantísimos, así como los celebrados el 4 y los mismos días en la Caseta Popular, viéndose todas muy concurridas por lindísimas muchachas de la localidad y de los pueblos limítrofes de Cazalla y Constantina.
En el rodeo tampoco ha decaído un momento la animación, habiéndose hecho muchas transacciones de ganados de todas clases y especialmente del ganado porcino, que se ha vendido a 28 y 30 pesetas.,
No hubo que lamentar ningún incidente y las autoridades garantizaron el orden en todo momento a pesar de la delicada situación que atraviesan los jornaleros del campo en ésta localidad.
—Corresponsal
Jueves, 6 de Septiembre de 1934

Situación en el Campo Andaluz
Los comités locales de campesinos aprueban la resolución de las huelgas agrícolas en los pueblos sevillanos de Lora del Rio, Puebla de los Infantes, Alcolea del Rio y Guadalcanal.
Lunes, 17 de Septiembre de 1934


La vendimia en Andalucía
Igualmente han comenzado a recoger sus frutos los viticultores del extremo de la provincia de Sevilla, en la Sierra Norte, principalmente en los pueblos de Constantina, Cazalla de la Sierra, Alanís y Guadalcanal, en este último que tuvo gran transcendencia durante los siglos anteriores, siendo apreciados en la corte y su exportación al nuevo mundo durante el siglo XVI, actualmente y debido a la plaga de la filoxera allá por el año 94 del pasado siglo, la producción es testimonial, produciéndose en las bodegas de algunos cortijos un exquisito y personal mosto.
.En el bello poemario exhumado  del acreditado poemita del escritor y académico D. Pedro Rodríguez de Ardilla, hay un pasaje que relata las excelencias del vino de Guadalcanal:
De toro y Madrigal está el buen vino,
y el de Yepes, Ocaña y Alaejos,
y aquel de San Martín, precioso y fino.
De Coca y Rivadavia los aniejos,
y el De Ciudad Real, hermosa pieza,
sabroso a niños y agradable a viejos.
Tambiaen allí Guadalcanal empieza
a dar su blanco celebrado y bueno
y sus aloques la gentil Baeza///…

Miércoles, 26 de Septiembre de 1934


Justicia
Constitución del nuevo Ayuntamiento de Guadalcanal 
Después de la visita de inspección verificada al Ayuntamiento de esta villa por la Administración de Justicia y como expediente instruido al mismo, ha quedado constituida la nueva Corporación municipal en la siguiente forma:
Alcalde presidente.- D. José Arcos Rivero, teniente de alcalde.- D. Enrique Castelló y Fernández de Cañete,  Antonio Limones Vaca y D. Emilio Crespo López, sindico.- D. Amador Mallén Vélez, concejales.- D. Alfredo Rivero Pérez, D. Manuel Rivero Sanz y D. Ignacio Rivero Arcos de radicales lerrousistas y D. Adelardo López de Ayala, D. Guillermo Alvarado Moreno, D. Juan Miró Villagrán, D. Antonio María Rivero Sanz, D. Joaquín Yanes Criado y D. Jesús Rivero Arcos de Acción. Popular.
Todos ellos han jurado o prometido según su código de honor los cargos para los que han sido nombrados, no registrándose incidentes en un salón de actos abarrotado.
Sábado, 29 de Septiembre de 1934.


Hemerotecas

sábado, 21 de mayo de 2016

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 90


El abandono de la actividad minera por la Corona 2
  
El agotamiento de la bonanza transitoria vuelve a poner las cosas en 1576 en el mismo punto en que estaban en 1570. En enero de aquel año, cuando por falta de caballerías no se puede  ya moler ni desaguar, los 'oficiales proponen al Consejo que durante un año “se labre con gran furia”, para lo que reclaman una aportación suplementaria de 15.000 ducados; si el Consejo no está dispuesto a proceder al desembolso, es mejor proceder al abandono aunque aducen que, aún sin beneficios, sería mejor mantener la explotación abierta, que es posible, mediante la prosecución de trabajos, volver a hallar mineral rico: “no da de que habrá metal, sino de cuándo se hallará y con qué costa”. Además, su tono sería irreparable, con pérdida de la cuantiosa inversión realizada: “si una vez que el agua no la podrá industria humana desaguar en caso de que se quiera volver a ella y lo esto se pudiera hacer  las ademaciones se perderían y habrían podrido y será irreparable negocio (...) y lo que no es de tener en poco, se acabaría este nombre de la mina de Guadalcanal, que no ha dado poca envidia a los Reyes y Príncipes extraños, de los cuales ha algunos que con más costa que provecho labran minas en su tierra para sólo tener plata de su cosecha”. Aluden también al viejo argumento de la necesidad de que exista un centro escuela de aprendizaje y centro de dinamización de la minería del reino: “ofrécese también considerar el recurso que aquí tienen los mineros de Azuaga, Fuenteovejuna, Lera y Berlanga y de otras partes, donde se le hacen sus ensayes y se les desengaña de mil errores que por allí se les ofrecen y se animan a su obra” 25.
Pero las urgencias financieras de la Real Hacienda impiden siquiera tomar en consideración la propuesta. El Consejo contesta que se siga trabajando siempre que la explotación pueda hacer frente a sus propios gastos, ya que de lo contrario
“será nesçessario que luego se trate de dexarlas (...) porque las nesçesidades de Su Magd. no dan lugar a que de acá se pueda enbiar ni prober ningún dinero para ello y harto se hará que lo que se sacare de las mismas minas se gaste en ellas” 26.
Pero la solución al problema de la continuidad se produce pronto por la fuerza de las circunstancias: en mayo de 1576 sobreviene un hundimiento en los pozos al que la administración es incapaz ya de hacer frente.
“La resolución que tantos días ha esperamos de V.M. —escriben los oficiales de la al Consejo— para lo que se había de hazer desta mina, nos la ha dado ella mesma caberse quebrado el yngenio del agua y hundido el popo de la myneta donde estaba el yngenio y por el consiguiente, ynposibilitado el poder pasar adelante con su labor. Hizimos toda diligençia y resultó de los parezeres de todos los que entienden, convenir al serviçio de V.M. que pesase la labor de los poços por muchas razones, así del peligro, costa y trabajo, como del poco caudal y menos esperança de remedio” 27. De esta forma, el 16 de mayo de 1576, tras veintiún años de explotación real, cesan las labores y se produce el despido de los trabajadores; una parte de la mano de obra especializada pasa a ser contratada por los Fugger para trabajar en la mina de Almadén, mientras otros especialistas n el camino de la emigración a América.
Al frente de la explotación y a efectos liquidatarios queda el mayordomo, Andrés de  Tolosa, bajo cuya dirección se produce la venta de las instalaciones —una parte de los ingenios son adquiridos por la administración de Almadén— y continúan los trabajos para aprovechar escombreras y deshechos, con lo que la explotación, de hecho, no cesa hasta el año siguiente, 1557 28. Durante ese lapso, aún se sigue produciendo plata e incluso se cargan libranzas por parte de la Hacienda sobre Guadalcanal  29.
Durante los primeros meses de 1577 se plantea en el Consejo la salida que es posble darle a la explotación en el futuro 30. Se intenta que los Fugger se hagan cargo de la mina, pero estos rehúsan la invitación. Al fin, en 1582, se firma contrato con dos socios “alemanes”, quienes intentarán reemprender la explotación pagando a Su Magestad un cuarto de los minerales que extrajeran 31. Al año siguiente, 1583, se asienta la nueva administración de Guadalcanal, que constará en lo sucesivo de un administrador, un depositario y un escribano, además del capellán, que será sostenido por la administración, obviamente todavía una administración demasiado hinchada. El planteamiento que se configura para lo sucesivo es ya muy similar al de la minería indiana: la administración real cobra derechos a los arrendadores y concesionarios y realizará a costa de éstos las obras que sean necesarias con carácter general para la continuidad de las explotaciones. A fin de contar con una persona de experiencia, se nombra como administrador a Hernando Delgadillo, un hombre que había trabajado anteriormente en Potosí 32.
Pero el planteamiento fracasa, ya que, a diferencia de las grandes minas americanas, las de Guadalcanal no están en estado de producción y, por tanto, de que arrendador alguno pueda hacer frente a gastos de inversión. El contrato con los alemanes fracasa pronto y los años que restan hasta fin de siglo nadie se hace cargo de las minas de forma durable. La labor del representante de Su Magd. se centrará en los quince últimos años de la centuria en abrir una contramina —galería de desagüe— para tratar de resolver el problema de la inundación y hacer así más factible el arrendamiento de la explotación. Pero para ello cuenta únicamente con los beneficios del tratamiento por azogue de los últimos escoriales y deshechos de la mina, obviamente ya muy empobrecidos, y con los echo reales de las minas de los alrededores —Jabugo, Ahillones, Azuaga, Berlanga-- el período 1583-87, que en éstos últimos ascienden a 814.075 maravedíes 33; es evidente que con tan magros ingresos, a la altura del cambio de la centuria, obra de tal envergadura había podido terminarse —los pozos tenían una hondura máxima de 150 estados por lo  que el socavón debía tener una gran longitud— y la mina de Guadalcanal permanecía tan prácticamente inactiva como en los años anteriores 34

25 Vid. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 155, fol. 3.
26 Vid. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 156, fol. 3.
27 Vid. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 155, fol. 3.
28 Se plantea por el Consejo si sería bueno que quedase allí una población fija de mineros a fin sirvan como base a una posible reactivación de la minería en la zona, reconvirtiendo el lugar en villa tras las consultas pertinentes se llega a la conclusión de que la carencia de término propio impediría la permanencia de un poblamiento si no se le concedían tierras a costa de los términos vecinos de Guadalcanal y Alanís, lo que acarrearía conflictos con sus concejos, con lo que se abandona la idea; cfr. González T Noticia..., Vol. II, págs. 481 y ss.
29 Del producto extraído de deshacer los hornos y de relaves y escobillas se había obtenido en diciembre de 1556 plata por valor de 4.000 ducados; GONZÁLEZ, T.: Noticia..., vol. II, p. 474. A.G.S. Consejo y de Hacienda, Leg.° 265, s.f.; Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 64.
30 Para el beneficio de algunos escoriales se contrata con los dos socios que practicaban idénticos trabajos en las minas de Aracena, Alonso Criado y Alonso Delgado. Pagarán al Rey la exhorbitante cantidades dos tercios de los beneficios.
31 Los dos socios eran el doctor Johannes Julius, médico, natural de la ciudad de Arras, en el condado de Artois y el licenciado Ferdinandus Flavius, natural de la ciudad de Colonia, en Alemania. Se obligan por contrato a volver a labrar y beneficiar la mina vieja y descubrir otras de nuevo en el contorno de acotada, además de a comenzar el trabajo en el plazo de tres meses, empezándolo con un mínimo personas «ofiçiales y trabajadores que sepan el arte de minas y continuándolo después con toda la ge fuese para ello nesçesaria”, A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f.
32 Delgadillo afirma de sí mismo en memorial al Consejo “me mandó V. Magd. que sirviese, administraçión destas minas de Guadalcanal y el prinçipal fundamento fue aprobechar estas minas y ponerlas en su ser, como persona de quien V. Magd. tubo relaçión que entendía estas cosas de labor de benefiçio de metales, ansí por açogue, como persona que fue el primero fundador deste beneficio e. el año de 1572, como de otros benefiçios (...) y auer dejado mis negoçios en la carrera de India consumido lo que dellas traje..Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 265, s.f.; Contaduría de Cuentas, Leg.° 1891, s.f.
33 Vid.: A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 248, fol. 12.
34 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 342, fol. 4. En 1597 se abre información contra Delgadillo, acusándolo de malversación y entre otros cargos menores se le acusa de que habiéndole advertido muchas personas “pláticas de aquel arte que no hiziese contramina en la mina de Guadalcanal por no ser de prouecho», nunca quiso dejar la obra y gastó en ella más de 20.000 ducados de la hacienda real “mal estados”, procedidos todos de los derechos de minas. Se le acusa igualmente de ocultación de metales de opiedad real y de soborno al gobernador de Llerena, a quien se había cometido la investigación de su conducta; cfr. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 850, s.f. y ss. Evidentemente, la primera de las acusaciones citadas era parcialmente injusta, dado que la comisión encomendada por el Consejo a Hernando Delgadillo el 31 de marzo de 1583 especificaba claramente “por quanto abiendo entendido que de las minas Guadalcanal se podrá sacar cantidad de metales y recobrar la mina prinçipal que está perdida haziéndose çiertas contraminas para darles entradas y desaguarlas, mandé a Hernando Delgadillo, vezino de Córdoba, ir la mucha ynspiriengia que tiene destas cosas”, si bien Delgadillo se había comprometido a terminar la contramina en 1585 y en 1597 la obra no había concluido aún. Se le acusa también de que, siendo la profundidad de los pozos de 150 estados, la galería de desagüe estaba calculada para una profundidad ocho menor, con lo que resultaría inefectiva.
Durante los años 1583-1598, Delgadillo cobra como administrador 219.000 maravedíes anuales. Junto a hay un escribano con sueldo de 146.000 maravedíes/año y un mayordomo con 40.000 por igual periodo. a 1591, con el fin de ahorrar gastos, se suprime el cargo de capellán y se sustituye por uno que acude los as festivos, a quien se entregan 3 reales por cada día de asistencia; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de atienda, Leg.° 288, fol. 7; Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 70. Cfr. también sobre los años 1580-1600 en Guadalcanal A.G.S. Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 70; Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 248, fol. 12; Contaduría Mayor de Cuentas.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
  

miércoles, 18 de mayo de 2016

Añoranzas de Guadalcanal

¡Cuánto han cambiado las cosas desde aquel entonces!

La reproducción de este viejo artículo es un homenaje a D. José F. Titos y a su academia y aquella generación maravillosa que lamentablemente y por el ciclo de los años nos dejó, Rafael (Electrovira) que nos enseñó a muchos a amar nuestro pueblo y su historia, a Pelito que fue el alma mater durante muchos años de nuestro Guadalcanal C.D, al Nene por sus clases doctorales sobre la banda de música de Guadalcanal y a tantos otros, cazadores furtivos, organizadores de interminables  giras gastronómicas, etc., etc. 

Hay nombres que se gravan en el alma como a fuego, dejándola marcada indeleblemente para toda la vida. Así se gravó en aquel mi corazón de joven de Maestro-Escuela el nombre de Guadalcanal, cuando allá por los años sesenta, llegara a él como Propietario definitivo. No sería extraño pues que hoy mi pluma de hombre agradecido se desbordara en estas añoranzas. ¡Fueron tan deliciosos aquellos años que yo pasara entre tan buena gente...! ¡Aquellos inolvidables años, ejerciendo mi sublime misión, tratando de convertir 'a aquellos avispados chavales en los hombre de bien que son hoy!
Mi sangre me costó, desde luego que sí, pero... ¿y qué? ¡Bendita mil  veces aquella sangre virginal de mi juventud, que yo dejara allá para siempre, ya que, aparte del fruto que diera, este nobilísimo pueblo me lo supo pagar de esa manera sólo saben hacerlo los pueblos, que como él, tienen el corazón tan inconmensurable como sus mismos horizontes, y un alma tan tersa como su mismo cielo.
¡Gracias, muchas gracias, Guadalcanal!
Todo dulce recuerdo que se añora, por dulce y por recuerdo precisamente, implica de una manera inevitable una tristeza, Pero yo no quisiera en mis añoranzas de hoy, contagiar a mi pluma de ese endémico mal de poetas, que se llama melancolía; antes bien, quisiera darle un tono festivo y jubiloso. ¿Lo conseguiré..? ¡Vamos a ver!
La verdad es que no sé ni por dónde empezar. Es tal el aluvión de entrañables recuerdos, que en estos momentos acuden a mis ojos...
La representación de «Misericordia» en aquel viejo Cine de la calle de don Alfonso (q. d. p.) y que tan artísticamente engalanaran para tal efemérides. Manolo y Rafalito. ¿Te acuerdas, amigo Electrovira, de aquel explosivo ¡”Ay, Rio Manzanares”! en aquella delirante salida a Escena de aquellos consumados actores llamados Francisco el de Pedro Rivero, Agredano, Daniel Herce, Paco Valenzuela, Carbajo, Paquito Mantrana... etc. malgastando la Hacienda del Hijo Pródigo…
... ¡Y aquel bucólico Chorreón por Abril, que es cuando el campo florece y comienza a subir el pez! Aquel Chorreón de aguas cristalinas y encajonado por las sublimes sierras de Guadalcanal, y al que llegábamos a trancas y barrancas, atrochando por senderillos ovejiles en los borricos, que los Crespos nos deparaban  o después en la Vespa con Félix el del Estanco como paquete. ¡Menudo a que estaba hecho este Félix ya por aquel entonces!
...Y aquel norteño de pro, Don Víctor (q. p. d.), cuando me salió al encuentro  a arrebatarme la maleta, una vez que yo, vencido por elementos extraños, me dirigiera totalmente decidido en busca de la Camioneta de Carmelo, pensando en mi Granada, ¡Ay, aquellas Romerías de la Bendita Madre de Guadalcanal...! ¡Esa Virgen que es la más bonita del mundo y que se llama Guaditoca...! Aquellas  Romerías, aún no motorizadas, caminado romeros tras Ella, que es como Dios  manda ¡qué caramba!, o a lomos de un borrico orejón o sobre un corcel o menos brioso, y siempre aureolados por esos vítores o rezos, salidos del Alma entre ese perfume indescriptible de la sierra y esa bizarra cantinela de los “reclamos de cañón” y el “titeo” de los “pájaros” de las hormigas o de los retamales.
...Y aquel borriquillo de escasos días, que de lindo parecía de juguete y que nosotros sacrificáramos en la Venta Antonio Blandez, para una jarana nocturna de amigos, y que a la mayoría nos cayera en el estómago como un rayo.
...Aquellas temibles “cuerdas”, formadas por aquellos jabatos de Pitoto, Pepe y Luis Corvillo, El Nene, El Portugués, Julio, El Porro, Cruchef etc. etc., que atrochando como lebreles, se bebían esos “Judíos”, esos Peloteros, esos Molinillos.., o aquellas Chirivías incluso, como un vaso de agua detrás de las  perdices. Y el grito de la “mano alta” ante una perdiz descolgada de los infiernos ¡”Ahí va esa perdigalla hablando con Dios”!, y Luis, siempre en su sitio, que le adelantaba la escopeta y la cortaba como una tanga.
Aquellas cacerías fuera, de ley en mi Lanzallamas (que es como Pituto me bautizara al (“seitas”), que como un tanque ruso, con una del “doce por cada dila, en busca de las gitanonas”. Ni me avergüenzo, ni me arrepiento de aquello. No lo hacía por mí, bien lo sabe Dios. Había que ganar el jornalillo como fuera, y muchas veces, como no fuera así... ¿A que sí? Y es que desgraciadamente, la cacería, por aquel entonces, no era una devoción sino una obligación ¡Y qué obligación, Dios mío!
...Y aquellas noches de llovizna con el bueno de Pelitos, que era un auténtico  súper as encarándose la de “plomillos”, en busca de esas malas piezas son los gorriatos por Trapajarropes o El Charco Lazá, ¡Cuánta gracia me hacia este Pelitos, cuando, oyendo el gorrioncillo dar con su huesos en tierra, exclamaba indistintamente: ¡Talegazo al canto! ¡Vaya petacazo que pegó el tío! ¿Recuerdas, Pelitos, aquella noche en San Miguel, que por pocas si morimos en acto de servicio...? ¿Y aquella otra noche en que tuve que convencer al Cabo de que veníamos de ranas...,
... ¡Cuántos Recuerdos tiene uno también enterrados en ese Cebollino de nuestra alma! Aquellas tardes perdiendo las pestañas detrás de las cartas para ventilarse quince o veinte pesetíllas en el “burro” o en la “picá”, o temblando, emoción cuando Viruli se decidía a echarse “un solo a la desesperá”.
...¡Y aquel venenillo de la “jaula”! José María El Pescaero, relampagueando calleja en calleja, para escapar por el Cotorrillo, o Manolo Corvillo con el “delito” sobre las espaldas o camuflado en el seroncillo de la moto, procurando evitar a los de la “cresta de charol”, escapando por el Callejón de las Escuelas hacia la Sierra del Agua, o el mismo Pepe Hidalgo —después redentor de nuestros furtivismo— atajando con Cacharreta por Judío o Ricomacho con el Murillo o El Almería escondidos donde sólo Dios y él sabían, y siempre bajo tutelar y experta dirección de ese catedrático de la cinegética, que se llama Pituto. ¡Cuánto han cambiado las cosas desde aquel entonces! A pesar de todo, Aquello tenía su encanto ¿verdad, amigo Pepe? Le pregunto a ese Pepe, que Pinto llama de “vocación tardía”. Pero que —y dicho sea de paso— nada de eso de vocación tardía, ya que este Pepe fue un mosquetero más en la brecha durante aquellos tiempos tan difíciles.
...Aquellas alegres vísperas de San José, durante las que mis alumnos tenían verde para el cigarrillo, la copita demás de anisados de Cazalla y el baile hasta las tantas en la Academia.
...¿Y aquello...? ¿Y esto otro...? Total para un libro así de gordo.
¡Guadalcanal ¡Cuántos entrañables recuerdos me evoca ese bendito Guadalcanal!

José Fernando Titos Alfaro

Revista de Feria de 1978

sábado, 14 de mayo de 2016

Adelardo López de Ayala o el figurón político-literario 25

Martínez Campos
Capítulo XXV 

A punto de subir más

Hemos  indicado que Ayala volvió a ser elegido presidente del Congreso en las Cortes siguientes a las de su primera elesción para puesto tan alto, y también que ello ocurrió ya sin dificultad ninguna, diciendo que ni se pensó siquiera que pudiese substituírsele en el elevadísimo sitial. Y es el momento de referir cómo y por qué fueron convocadas las nuevas Cortes, para hacer ver no sólo que el presidente del Congreso era insubstituible, sino que, además, en él hubo de pensarse cuando se trató de buscar substituto al presidente del Consejo de ministros, elevándole más de lo que estaba todavía.    
Cánovas del Castillo, el jefe absoluto, completo y definitivo del partido conservador, creyó conveniente retirarse del Gobierno, siquiera fuese momentáneamente, haciendo una de esas falsas salidas que en el teatro llevan la acotación de "hace que se va y vuelve".
Martínez Campos había pactado con los jefes de la insurrección cubana aquella paz de Zanjón, al estilo del convenio de Vergara, cuyas estipulaciones tenía el Gobierno que convertir en leyes. Y Cánovas, que no quería hacer semejante cosa, ni podía tampoco negarse a hacerla sin disgustar al general pactante, dispuso que éste lo intentara. Sin perjuicio, claro es, de trabajar solapadamente para que Martínez Campos fracasase en el intento, aunque sin poder quejarse del fracaso.
Cedió, pues, la presidencia del Consejo a quien se pronunció en Sagunto y firmó convenio en Cuba. Y el cándido guerrero, que lo mismo sublevaba las tropas españolas y pactaba con las partidas enemigas, creyendo igualmente fácil manejar a los políticos, empezó a gobernar. Reunió sus Cortes, convencido de que éstas harían lo que él quisiese.
Así pareció al principio. El propio Ayala, ex ministro de Ultramar, cuya actuación intransigente ya conocemos, en el discurso con que tomó posesión de la presidencia de la Cámara popular dedicó un especial saludo a los recientes diputados cubanos. Y aludiendo inclusive a que iba a hacerles caso... Véase si no:
"Bien venidos sean, señores diputados, a intervenir con sus hermanos de la Península en todos los negocios de la Monarquía, los representantes de la gran Antilla. La madre patria los recibe con los brazos abiertos, que hace ya tiempo que tenía acordada el derecho de que ahora se posesionan; consignado está en la Constitución vigente;, guerra fratricida impidió su ejercicio; la, paz lo facilita, y pues que han nacido con la paz, bien venidos sean a ayudarnos a consolidarla, a armonizar todos los intereses, a crear nuevos vínculos y a persuadir a todos que la sangre vertida no nos divide, porque toda ha brotado del mismo corazón, y antes nos une y estrecha con los lazos del común dolor que nos inspira."
Pero Martínez Campos no había de lograr su propósito. Las mayorías del Congreso y del Senado estaban con Cánovas, y Cánovas sabido es cómo pensaba y pensó hasta el día de su muerte respecto a la autonomía de las colonias. El que gobernaba in partibus, como se empeñase en eso, dejaría de gobernar.
Y así se verificó. La discusión de las capitulaciones de Cuba iba pasando sin grandes incidentes ni mayores trastornos. Pero surgió la crisis. Una disconformidad entre dos ministros sobre cierto proyecto de tributación. Poca cosa. Mas la suficiente para que el Gobierno Martínez Campos cayera.
Entonces... Pero antes viene algo que en la biografía de Ayala no hay que pasar por alto. Alfonso XII se casaba otra vez. Ya había olvidado a su muy amada Mercedes. Y hasta la había substituido en su corazón con Elena Sanz. Más no ha de tratarse aquí de las inconsecuencias de Alfonso XII, sino de las de Ayala. Vamos, pues, con la última.
Alfonso XII se casaba .de nuevo para dar un heredero legítimo a la corona de España. Y la elegida con este fin era la Archiduquesa de Austria doña María Cristina de Habsburgo-Lorena., Buena elección, ¿eh?... Pero a lo que estamos, que no es cantar las glorias de la mamá del ex Monarca precisamente.
De eso, con anticipación, claro está, había de encargarse Ayala. Presidiendo una Comisión de diputados visitó a la futura Reina. Y le coloco un discurso, con el cual demostró que nada tenía de debate, al menos en la significación de adivino que esta palabra encierra. Pues dijo a la letra: "Acepte V. A. benévolamente esta felicitación que hoy sale de nuestras almas y con igual vehemencia saldrá con el tiempo del corazón de todos los españoles." Si esto no es equivocarse, ustedes dirán.
Más no; no digan ustedes nada. Ya ¿para qué?... Y como Ayala fué el primero en pagar su equivocación... La visita que hizo a El Pardo, donde la futura Reina se alojaba, aquella frigidísima mañana del 28 de noviembre de 1879, le produjo un catarro que, complicándose con su enfermedad crónica del aparato respiratorio, había de arrastrarle a la tumba. ¡Justo castigo a su perversidad! Esto, sin embargo, no había de ocurrir hasta mes y pico después: Y antes, a los nueve días, el 7 de diciembre, ocurrió lo otro. Martínez Campos se veía precisado a abandonar el Poder, ¿Quién le substituiría en` la presciencia de Gobierno? Cánovas pensaba —y pensaba bien, según veremos enseguida– que era pronto para terminar su medio mutis. Aconsejó, pues, al Soberano la formación de un Gobierno presidido por Ayala. El Rey dio a ello su conformidad, y, llamó  al presidente del Congreso a Palacio.
Dejando el lecho en que yacía acudió Ayala al requerimiento del Monarca. Conferenció con don Alfonso largamente... Y cuando todos daban por seguro que un Ministerio Ayala-Jovellar o Ayala-Quesada se encargaría del Gobierno; otra vez subió al Poder Cánovas del Castillo. Ayala había declinado el honor de formar Gabinete que el Rey le hizo.
Fué el pretexto su estado de salud. Pero la causa se la reservaba. Ayala no atribuía gravedad a su indisposición. ¡Y estaba herido de muerte! Mas acostumbrado a vencer su dolencia constante... Sobre que se sentía fuerte siempre, y era joven aún, pues apenas contaba cincuenta años. En cambio, sí que consideraba grave la situación política.
Por ello aconsejó a Alfonso XII que fuese Cánovas, “el jefe insubstituible del partido conservador", quien sucediera a Martínez Campos en las labores del Gobierno. Y se libró él así de la mala acogida que en el Congreso tuvo cuando, apremiado para que diese explicaciones sobre la crisis, no atinó a hacer otra cosa que ponerse el sombrero y .marcharse. El conflicto llamado del sombrerazo, que produjo la retirada de las minorías parlamentarias, Ayala debió tenerlo en vez de Cánovas.
No lo tuvo. Y hasta tuvo la satisfacción de contribuir con sus buenos oficios de presidente  del Congreso a que se resolviera. Pero tampoco la gloria final de acabar siendo presidente del Consejo de ministros. Habíase reservado en esa ocasión, esperando otra menor  gravedad. Siendo la mayor gravedad estado.

Luís de Oteyza
Vidas Españolas e Hispano-Americanas del Siglo XIX

Madrid, 1932

miércoles, 11 de mayo de 2016

Y los sueños…

Nostalgia por haber terminado mi feliz sueño

Ni el francés por haber nacido en Francia, ni el sueco por haberlo hecho  en Suecia, ni el español en España, etc, son franceses, suecos o españoles por propia voluntad; son los lazos del destino que así lo quisieron. Yo en mi caso, y por medio del destino, además de ser español, andaluz y sevillano, soy Guadalcanalense lo cual me siento muy honrado y orgulloso. Y es que Guadalcanal existe, Guadalcanal no ha muerto ni podrá morir nunca mientras halla un Guadalcanalense vivo. Eso lo que te pido amigo lector si eres de Guadalcanal: defiende tu pueblo hasta el fin. Guadalcanal existe en sus barrios, en sus calles limpias, en sus casas blancas, en su gente, en su cultura, en su trabajo, en su afán de vivir; Guadalcanal forma parte de esa Andalucía de imagen deformada y maltrecha, de esa Andalucía que un día Fenicios y más tarde Griegos, Romanos, Bizantinos y un sin fin de pueblos la posesionaron para dejar en ella sus rasgos culturales, para que después las insignes plumas de sus poetas la hicieran inmortal, Y es que por todo esto y mucho más, nos hemos dado cuenta que la marginación para el andaluz es cosa muy aparte, y que gracias a nuestro esfuerzo y trabajo hemos dejado el pabellón andaluz muy alto, y muy particularísimamente el de Guadalcanal.
Se respira un clima de satisfacción y de bienestar, estamos todos afectados por un denominador común de un máximo social y prosperidad. Y es que a esta Andalucía nuestra, antes oprimida por los lazos del subdesarrollo, de la incultura, y del bajo nivel de vida se le han soltado dichos lazos, se ha autodefinido como región culta, industrializada, rica y próspera. Y esos efectos se han dejado sentir en una de sus provincias y al mismo tiempo ha llegado a germinar en su Sierra Norte donde se encuentra Guadalcanal.

Son otros tiempos, unos tiempos nuevos, flamantes, los que estamos viviendo en nuestro pueblo. Ha cambiado el oscuro presente de Guadalcanal, ya no se ven esos corros de hombres en la plaza, esa aglomeración de brazos fuertes inactivos por la fuerza del paro en nuestra parva y austera vida local. Esas cartillas con las que había que ir todos o casi todos los meses a la Casa Consistorial para que con su sello avalara una semana de trabajo a un jornalero, ya es sólo un recuerdo, un triste y amargo, pero recuerdo al fin.
En Guadalcanal se ha cambiado el panorama y se espera un futuro aún más prometedor gracias a ésa metamorfosis que, económica, cultural y socialmente para bien común hemos experimentado.
Todo esto lo comentaba yo con nuestro alcalde, al cuál se le advertía en su rostro la satisfacción, una inmensa satisfacción por estar rigiendo un pueblo sin problemas de paro ni necesidad. La emigración a otras regiones o provincias han pasado a otro plano, son etapas, itinerarios que ya han quedado olvidados. Son ahora ellos, nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros convecinos los que nuevamente se reúnan con nosotros, los que tendrán que emigrar, todo volverá a ser como antes.
Ya se ha terminado el pesimismo, ya no se tiene miedo a nada ni a nadie; ya se habla cara, ya no tenemos que compartir pena con el que se marcha porque no se marcha; ya invierten e industrializan Guadalcanal los que pueden y saben; ya se laborea nuestra única fuente de riqueza agrícola; ya no hay problemas de paro; ya tenemos un instituto para todos; ya tenemos un centro de medicina eficiente;
Támm, támm, támm, tarrarará, támm, támm...
Era este sonido que me había despertado, el producido por las campanas de la torre de Santa María, al sentirse heridas por los fuertes golpes que recibían de sus badajos.
Lleno de congoja y nostalgia por haber terminado mi feliz sueño, ya en la calle y meditabundo empecé a caminar hacia mi trabajo, no sin dejar de recordar a ese gran dramaturgo español, que con su inmortal pluma una vez dijo: ...Y los sueños sueños son.

José Baños Carmona
Revista de Feria 1978

sábado, 7 de mayo de 2016

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 89

El abandono de la actividad minera por la Corona 1

Vimos en capítulos anteriores que la política de la Corona tras el descubrimiento de Guadalcanal  se encamina claramente hacia la explotación directa por administración de minas con contenido argentífero que, tras la noticia de la aparición de aquel yacimiento se van descubriendo o de cuya existencia la mayor vigilancia de la administración va teniendo datos. De esta forma, la Hacienda Real se incauta a lo largo de los años 1556 y 1557 de varias minas en una amplia zona en torno a aquella mina principal, que pasan a ser objeto de una inmediata explotación. Aparte de tentativas varias que se suceden en un  elevado número de yacimientos en la extensa zona que abarcan las hoy provincias de Sevilla, Huelva y Badajoz, trabajos efectivos se producen en Valverde de Mérida, Cazalla de la Sierra y Aracena.
Pronto comienza a ser patente que algunos de los yacimientos son claramente deficitarios para la administración real y que los magros resultados extractivos quedan muy por debajo de los gastos. Así, en 1558 ya se había abandonado la explotación de Valverde, 17 mientras que en Galaroza, tras varias tentativas infructuosas de poner varias minas en dotación, a las que incluso sé envían técnicos alemanes desde Guadalcanal, se paralizan  los trabajos en 1565 18.
Menos efímeros fueron los trabajos en Cazalla y Aracena. En la primera se instala un administrador real y se emprenden unos trabajos en pequeña escala, animados por los resultados del primer año. Pero, el agotamiento de la riqueza superficial y el incremento de los gastos producido por la necesidad de trabajar a profundidades cada vez mayores, hacen plantearse al Consejo el abandono de la explotación. Este es definitivo en 1556, cuando la mina se trata de arrendar a particulares para su explotación, mientras que una tentativa de vuelta a trabajar por administración real en 1570 no arroja resultado alguno. 19
Más importancia adquieren los trabajos de la administración real en Aracena. Allí se ubican las minas de plata en las que la Administración Real emprende trabajos de mayor importancia después de Guadalcanal. En aquella villa onubense se trabajan esencialmente dos yacimientos, denominados “La Nava” y “Los Azores”, se nombra administrador real y construyen instalaciones de tratamiento de mineral, con lo que su funcionamiento adquiere cierta autonomía respecto a Guadalcanal 20. Los resultados productivos en los años 1556-1562 son alentadores, pero los problemas a que antes aludíamos, agravados por la aparición de marcasita, a cuyo tratamiento los técnicos son incapaces de hacer frente, terminan la decadencia de la explotación; ésta, debido a la propia inercia de la Hacienda Real, se arrastra a lo largo de varios años en que los trabajos se reducen al beneficio por procedimiento del azogue y de los escóriales abandonados, a cargo sucesivamente de Mosén Boteller y Francisco Pérez de Canales. Al fin, tras varios años de déficits de explotación, la mina se abandona en 1572, cuando se firma contrato de cesión con dos vecinos de Aracena, quienes se comprometen a continuar los trabajos por su cuenta pagando un alquiler en metálico, además de derechos sobre la producción a la Administración Real 21.
A comienzos de la década de 1570, sólo quedaba en manos del Rey la explotación de la mina de Guadalcanal. Las incautaciones de yacimientos a particulares habían cesado desde mediados de la década de los 60 y los que se trabajaban por administración habían sido abandonados. Era ya patente el giro de la política minera de la Corona: el abandono de la inversión directa y la reducción de la Hacienda Real al cobro de derechos particulares que se decidieran a trabajar en labores de minería. En todo el territorio del reino, la Corona actuará como simple organismo fiscal en cuestiones mineras, con la excepción de las zonas que la Pragmática de 1559 y las Ordenanzas de 1564 habían reservado para ella: las leguas acotadas en torno a Guadalcanal, Aracena y Cazalla y el yacimiento de Almadén. En ellas, la explotación se cederá a particulares mediante contratos temporales de arrendamiento, salvo en Guadalcanal, donde la explotación directa continuará aun  por poco tiempo.
En la que había sido la gran esperanza de la Real Hacienda, la mina de Guadalcanal el descenso de producción, unido al incremento de gastos, la mala administración que hemos analizado en profundidad y las imperiosas necesidades hacendísticas, que distribuyen progresivamente las libranzas para gastos imprescindibles, con la consiguiente falta de inversión y envejecimiento de los medios de producción 22, había provocado en 1570 una situación de semi abandono que impulsaba al Consejo a consultar a la administración de minas “si convendría abandonar las minas, visto que no se hallan venas ricas”. Desde allí contestan que cualquier solución en el sentido de proseguir la labor haría imprescindible el incremento sustancial de las libranzas a fin de poder efectuar renovaciones, nuevas inversiones y práctica de obras muertas, a fin de continuar la búsqueda de nuevos filones con contenidos importantes de mineral rico. En ese momento y desde años atrás, ya dos tercios de las libranzas se dedicaban a mantener las minas desaguadas, dado que a la profundidad  a que habían llegado los pozos, la evicción de agua se había encarecido extraordinaria tenían y con el tercio restante no alcanzaba a pagar a los trabajadores, con lo que los problemas de mano de obra eran constantes y además no era posible realizar inversión alguna ni siquiera de mantenimiento 23.
La aparición de una momentánea bonanza en uno de los pozos a raíz del descubrimiento de una veta de mineral rico provoca un aplazamiento de la decisión de cierre, después envío como visitador de Agustín de Zárate, el antiguo administrador, cuya estancia coincide con el momento álgido de la bonanza, lo que le lleva a elevar un informe favorable de continuidad. Los trabajos prosiguen entonces, ayudándose los ingresos de la expío con los beneficios que produce el pago de derechos por parte de Pérez de Canales, prosigue beneficiando con azogue los escóriales procedentes de las labores de fundición 24 y beneficiándose de una cierta reducción de gastos provocada por la puesta en marcha de la administración guadalcanalina de una mina de plomo en Los Ahillones que puesta  al servicio de Guadalcanal, rebaja considerablemente las partidas para adquisición de metal de liga en las fundiciones.

17 Sobre la mina de Valverde, vid. A.G.S. Estado, Castilla, Leg.° 113, fols. 23, 36 y 37; Contadurías ales, Leg.° 3.072, s.f.: Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 28, fol. 9; Estado, Leg.° 11.2, fol. 119 y
18 Vid. A.G.S. Contadurías Generales, leg ° 3.072, s.f.; Estado, Castilla, Leg.° 131, fols. 15 a 17; -Diversos de Castilla, Leg.° 46, fol. 98: Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 34, fol. 317; Leg.° 66, fol. 47, g? 75, fol. 87. Contadurías Generales, Leg.° 851 Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 210, fol. 9; Leg.° '-- si.
19 La producción de la mina en los casi diez años de explotación nos es desconocida, ya que los datos crecen integrados en el output final de Guadalcanal. Algunos datos aislados apuntan a que el resultado sativo del balance gastos-valor del producto final fue constante. En 1564, los resultados de las fundiciones en Guadalcanal, donde se efectuaba todo el proceso metalúrgico, ya que nunca se llegan a edificar allí instalaciones de tratamiento de mineral, arrojan un total de 187 marcos de plata en 1564 y de 89 en 1565. Las libranzas para gastos ascienden éste último año a 350.000 maravedíes. El administrador, Pedro de Andújar, con un salario de 8 reales diarios estaba subordinado a los oficiales de Guadalcanal. Sobre Cazalla, cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 138, fol. 7; Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 6; Cámara de Castilla, Leg.° 400, fol. 229; Estado, Castilla, Leg.° 113, fol. 23; Leg.° 137, fol. 129; Contadores Generales, Leg.° 3.072 s.f.; Estado, Leg.° 112, fol. 119 y ss.; Leg.° 114, fol. 61; Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 23, fol. 382; Leg.° 34, fol. 342; Leg.° 39, fol. 90; leg. a 46, fols. 186, 189, 194, 195; Leg.° fol. 36, fol. 138, fols. 147 a 154, fol. 156; Leg.° 52, fol. 90; Leg.° 50, fol. 36; Leg.° 64, fols. 97-98; Leg.° fol. 19, fol. 23, fol. 46, fol. 47, fol. 59; Leg.° 82, fol. 60; Leg.° 58, fols. 136 y 144; Leg.° 94, fol. 121; Leg.° 96, fol. 41. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 30; Leg.° 96, fol. 41; Leg.° 103, fol. 12; Leg.° 1.715, s.f.; Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 29.
20 Si bien nunca llegan a contratarse a especialistas en fundición y afinación, con lo que éstos deben aplazarse una temporada anual desde Guadalcanal a Aracena.
21 Al igual que ocurre respecto a la mina de Cazalla, los datos que poseemos sobre Aracena son fragmentarios. En 1556 se nombra administrador a Martín de Ramón, con un salario de 750 maravedíes por , que es sustituido en septiembre de ese mismo año por Lope Díaz de Mercado, a quien en 1564, a fin reducir gastos, se le había recortado el salarió hasta 8 reales/día. Los resultados productivos de Aracena crecen también englobados dentro del conjunto de Guadalcanal. De la mina de “La Nava” se habían traído hasta julio de 1558, 596 marcos y se habían librado para gastos 1.185.996 maravedíes, mientras que 1561, los gastos brutos sólo ascendían ya a 400.000 maravedíes, lo que indica una clara ralentización los trabajos, aún mayor en 1563, cuando se recibieron libranzas por valor de 300.000 maravedíes. A partir  de 1564, ya se extraía mineral sólo de testeros y pilares de sujeción y desde 1568, los resultados productivos corresponden sólo a la práctica del procedimiento del azogue, práctica cedida en arrendamiento francisco de Canales, que proporciona a la Hacienda Real unos beneficios descendentes de 28 marcos en 10, 19 en 1571 y 17 en 1572. Sobre Aracena, cfr.: A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 23, fol. 1 Leg.° 28, fols. 1, 3, 4, 173; Leg.° 30, fol. 112; Leg.° 75, fol. 87; Leg.° 58, fol. 158; Leg.° 66, fol. 32; ;.° 84, fol. 70; Leg.° 51, fol. 21; Leg.° 36, fol. 148; Leg.° 38, fol. 152; Leg.° 39, fol. 89; Leg.° 46, fols. 189, 1, 196; leg.a 47, fol. 48, fol. 50, fol. 51; Leg.° 50, fols. 36 y ss.; Leg.° 51, fol. 21; Leg.° 52, fol. 90, fol. 87; ;.° 58, fol. 135; Leg.° 66, fol. 19, fol. 47; Leg.° 68, fol. 121, fol. 129; Leg.° 75, fol. 10; Leg.° 82, fol. Contadurías Generales, Leg.° 3.072 s.f.; Estado, Castilla, Leg.° 113, fol. 23; Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fols. 68 al 72, Leg.° 87, fol. 62; Leg.° 28, fol. 173; Leg.° 34, fol. 342; Estado, Castilla, Leg.° i, fol. 129; Leg.° 138, fols. 3 y 7; Leg.° 142, fol. 200; GONZÁLEZ, T.: Noticia histórica..., vol. II, p. 46; Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 96, fol. 38; Contadurías Generales, Leg.° 581 s.f.; Leg.° 851, s.f.; 72, s.f.; Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 29, fol. 30; Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 48, fol. 72;
Leg.° 90, fols. 57 y 58; Leg.° 96, fol. 38, fol. 40, fol. 41, fol. 45; Leg.°l01, fol. 10; Leg.° 102, fol. 103, fol. 12; Leg.° 106, fol. 8; Guerra Antigua, Leg.° 67, fols. 78 y 79; Cámara de Castilla, Leg.° 229.
22 Incluso se había producido un aumento de los gastos de personal per cápita, debido a “la carestía de los mantenimientos que hay en esta tierra, especialmente de pan, que ha salido ya a 18 reales la h aún esto se halla con dificultad”. Para todas estas consultas, vid. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda Leg.° 104, fol. 9.
23 Los oficiales evaluaban las necesidades de puro sostenimiento de la mina en 10.000 ducados Respecto a retrasos en pagos de jornales de hasta 5 semanas, las informaciones son constantes.
24 El producto del trabajo de Canales fue el ingreso principal de la mina exhausta en el balance 1570. En 1571, la producción total del arrendamiento ascendió a 715 marcos, de los que corresponde al Rey 286. En 1574, Canales terminó de beneficiar los escoriales y acabó su arrendamiento; vid. Guerra Antigua, Leg.° 67, fols. 78 y 79.


De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez