By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 30 de noviembre de 2013

La Cueva de Santiago

Datos sobre la cueva de Santiago en la sierra de Cazalla

En una de mis expediciones por Sierra Morena oí hablar a un labriego de una tal Cueva de Santiago, le pregunté qué sabía de ella, y me contestó que, según la tradición de todos los cortijeros cercanos, decían era donde vivió mucho tiempo el Apóstol Santiago: lo tomé de guía para que me llevaran a dicha cueva, y después de cinco horas de marcha por grandes sierras y barrancos, llegamos a las cuevas, conocidas por el nombre de Cueva de Santiago.
La situación topográfica de ésta es la siguiente: el río o ribera de Benalija serpentea por la falda de la Sierra de la Cueva de Santiago, sirviendo éste como línea divisoria de las provincias de Badajoz y Sevilla; la cueva y sierra de Santiago se encuentra en el término de Cazalla de la Sierra, siendo también línea divisoria el río de Benalija del término de Guadalcanal y Cazalla; las bocas de las cuevas miran al N., y por un resbaladero de unos 20 metros se llega al río de Benalija.
Desde las cuevas a la cúspide del cerro vemos un corte casi vertical que mide unos 25 metros, su longitud es aproximadamente de 200 metros. Las cuevas son tres: la primera tiene una forma irregular, su entrada es de 1 metro 20 centímetros de alta por 2 metros 40 centímetros de ancha, es plana en su interior, y en una forma irregular, mide 2 metros de diámetro; la segunda es más chica y casi superficial; la tercera, también de forma irregular, mide una longitud de 12 metros, en pendiente, como queriendo buscar las entrañas de la sierra.
Una vez vistas las cuevas y los grandes despeñaderos que en el barranco de Santiago existen, pasé a lo alto de la sierra a ver la ermita del Santo, y no encontré más que ruinas, grandes paredones de mampostería, lo que nos demostraba había existido una buena ermita.
El cerro de Santiago al S. Forma una explanada de unos 2 kilómetros, como unos 400 ó 500 metros de radio; a partir de la ermita hay una buena mancha de monte grande y espeso; al atravesar éste y buscar salida, me encontré a un pastor o mayoral de ganado, el que saludándome con un Dios guarde a Vd., me dijo: ¿Qué, se viene a ver el salto de santiago cuando mataba a los moros?, y señalando al corte vertical antes mencionado decía: ¿es un buen salto? vedle. Con este motivo le interrogué para que me contara cuanto supiera sobre aquel sitio.
El mayoral que es hombre de unos 52 años, principió su relató del modo siguiente: según se dice de público, y por los más viejos de estas tierras, con referencias a otras gentes más antiguas, que en las cuevas que hay allá abajo en el barranco y que antiguamente eran mayores, pues según yo le oí a mi abuelo, se corresponden hasta aquel otro barranco (en dirección S., y un kilómetro y medio de distancia), de modo que las cuevas esas atraviesan todo el cerro donde estamos; pues bien, el Santo se entraba por las bocas de las cuevas que dan a la ribera de Benalija y salía por aquel barranquillo que ya le he dicho a V.; por allá andaban los moros, y el Santo los comprometía; ellos salían a la carrera tras el Santo, y corriendo unos tras otros, llegaban a este corte, conocido por el Salto de Santiago, y sin detenerse ni perder la carrera que traía, saltaba el Santo, caía en la ribera, que como V ve hay más de 50 varas, y no se hacía nada, y los moros saltaban también, y todos se reventaban al porrazo tan grande que daban; así continuaba el Santo una porción de veces, hasta que conseguía concluir con todos los moros que había en estos circuitos.
Ya que concluyó con los moros, hizo vida de monje en estas cuevas, donde vivió muchos años; a su muerte le hicieron esa ermita que tenemos delante, y que hoy está arruinada porque se va perdiendo la fe, y más que todo, porque el Santo tenía aquí muchas tierras que unos y otros se han apropiado, no quedándole hoy más terrenos que este cerro y el barranco, y eso, porque como Vd. ve, vale poco.

(1) Estos datos fueron recogidos por la tradición oral por el Sr. Cervantes, propietario de unas minas en Extremadura, que reside habitualmente en Llerena (Nota de la autora).
(2) Resulta extraño que Cipriana desconociera u olvidara los trabajos, excursiones y excavaciones realizadas por su marido Machado y Núñez en los campos de la Geología y Prehistoria en esta zona entre 1868 y 1874; y que incluyeron, seguramente, esta cueva (Aguilar, 1991: 61).



Recepción y apropiación del folklore en un contexto local: Cipriana Álvarez Durán en Llerena (Badajoz)
Ignacio R. Mena Cabezas

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Romancero de Guadalcanal 1/5

Un siglo de Tradición, de Micrófilo a hoy
primera parte 
 
Hace ya algunos años, comenzadas nuestras investigaciones romancísticas por tierras andaluzas, propusimos a Juan. Collantes que realizara la encuesta de Guadalcanal y que comparara los textos de la tradición actual con los que en su día había recolectado Micrófilo. Guadalcanal fue reposo poético y refugio familiar para Juan Collantes durante muchos años, y él conocía mejor que nadie sus tradiciones. Su fina sensibilidad poética y sus conocimientos en este campo nos hubieran deparado un estudio, sin duda, inestimable de esta tradici6n romancística, pero por unas razones u otras no llevó a cabo esta investigación. Nosotros ahora, en su memoria, publicamos estas notas que creemos pueden servir de introducción a un estudio mas reposado del romancero de Guadalcanal y de su entorno.
En pleno auge de las investigaciones de los folkloristas de las ultimas décadas del siglo pasado, don Juan Antonio Torres Salvador, Micrófilo, constituyo, el 4 de mayo de 1884, la Sociedad El Folk-lore de Guadalcanal. Micrófilo pertenecía al grupo de folkloristas que don Antonio Machado y Álvarez, Demófilo, presidía. Con Guichot y Sierra, Rodríguez Marín, Hernández de Soto y otros colaboraba en las tareas que llevaron a cabo en estas tierras meridionales, muchos de cuyos trabajos fueron apareciendo en El Folk-lore Andaluz, El Folk-lore Frexnense y Bético-Extremeño y en otras revistas y publicaciones que, por aquellos años, fueron los órganos de difusión de estos pioneros del folklore peninsular.
Años después de la aparición de estas revistas, Micrófilo dio a la estampa Un capitulo del Folk-lore Guadalcanalense (1). En sus páginas daba cuenta de diversos aspectos de la cultura popular de este enclave, situado al norte de la provincia de Sevilla, en la raya extremeña. Allí publicó una serie de romances conservados, por aquellas fechas, por el Guadalcanalense. A nuestro modo de ver, y según diversas indicaciones del editor a las que más abajo nos referimos, estos textos son transcripciones fieles de lo que realmente permanecía en la tradición del pueblo.
Eran años, estos de las últimas décadas del Ochocientos, en que empezaba a tomar cuerpo la investigación del romancero de la tradición oral moderna, y a nadie se le oculta la importante labor que en este dominio hicieron aquellos primeros y entusiastas folkloristas, aunque sus métodos de investigación y análisis los consideremos hoy más que superados. De cualquier forma, sus trabajos fueron decisivos en la recuperación de esta tradición poética, de modo especial por estas tierras del Sur.
El corpus de romances de Micrófilo está compuesto por ocho textos, de los cuales cuatro pertenecen al romancero tradicional: Blancaflor y Filomena, Albaniña, Delgadina y Gerineldo más La Condesita; y los otros cuatro, aunque más modernos, también están tradicionalizados: La infanticida, Polonia, El corregidor y la Molinera, y La adultera del cebollero.
Sin pretender, en modo alguno, ser exhaustivos en el análisis de los textos que nos dejó, si podemos indicar, en un primer acercamiento, ciertos rasgos que nos den el perfil de este romancero conservado en Guadalcanal en las ultimas décadas del siglo pasado.
Hay que destacar, en primer lugar, que en los ocho casos se trata siempre de versiones muy completas, y por lo tanto largas y circunstanciadas en algunas secuencias de la intriga, quizá con la excepción de La adúltera del cebollero, que es una versión que resulta algo comprimida en relación con las conservadas hoy en otros enclaves andaluces. No tenemos datos para pensar que sean versiones facticias compuestas por el mismo Micrófilo; de ser así, desde luego nos parece evidente que esos textos publicados en 1891 serian entonces el resultado de poemas elaborados a partir de fragmentos o retazos tornados realmente de la tradición Guadalcanalense. En contra de esta posible suposición, de muy poco fundamento, hay que decir que los folkloristas de esta época publicaban, en la mayoría de los casos, sus textos sin adulterarlos. En muchos lugares expresan su disconformidad con el método de los románticos que, como sabemos, si modificaban los textos recogidos (2). Por otro lado, en favor de la fiabilidad de estos romances dados a la luz por Micrófilo parece que habla el hecho de que nuestro folklorista conservara rasgos fonéticos y léxicos peculiares del habla de la zona. Estas dudas o reticencias podían asaltar al estudioso de hay porque en este repertorio no se encuentra ningún texto fragmentado, la que parece extraño en cualquier encuesta romancística. Por los datos que tenemos, los folkloristas de esta época solo publicaban textos completos, y este debió de ser el caso de Micrófilo. De cualquier forma, no es este el único repertorio que nuestro hombre tenia, porque el mismo expresó que poseía varias versiones de esos temas que “solo varían en levísimas particularidades” (3). Pero el romancero conocido por Micrófilo no fue, sin duda, mucho mas amplio, pues las pocas veces en que se ocupó del genero repite estas mismas versiones, y cuando habla de otras de distintos temas, siempre casos muy raros, cita versiones recogidas por otros folkloristas contemporáneos.
Como ocurre siempre en los trabajos dados a conocer por estos estudiosos, no hay referencias concretas a los informantes que les facilitaron los textos.
Todos los romances Guadalcanalenses publicados por él son habituales en los repertorios andaluces de hoy, con la excepción quizá de El Corregidor y la Molinera, del que solo hallamos, por lo general, fragmentos sueltos. También podía destacarse que en algunos casos la actualización de la fabula no se realiza conforme es usual en la tradición andaluza contemporánea. Nos referimos al desenlace de Blancaflor y Filomena, que cuenta con una secuencia extrañamente circunstanciada de la muerte del violador de Filomena, Tarquino en esta versión, que culmina con una sentencia ejemplarizante:

Se levantó Blancaflor,

Coma una leona fiera.
Le ha dado de puñaladas,

Le ha sacado la lengua,
La ha puesto par las esquinas
Para que escarmiento sea,
Para que ningún atrevido
Desgonsare á una donseya.

En Delgadina es la madre la que finalmente decide auxiliarla, lo que tampoco es frecuente en la tradición meridional actual del romance, en la que, como se sabe, es el padre el que al final le levanta el castigo, unas veces porque ella accede a sus requerimientos sin fuerzas para continuar en su situación extrema, otras, movido por la piedad. De todas formas, tanto en la versión de Micrófilo de 1891 coma en las actuales, el auxilio llega tarde, y Delgadina muere.
Por ultimo, en el caso de Gerineldo, que recogió continuado por La Condesita, según viene siendo normal en Andalucía, lo que ha ocurrido es que el final de Gerineldo, con la referencia al juramento que el paje hace a la Virgen de la Estrella de no casarse con ninguna mujer a la que antes hubiese conocido, se ha desplazado al desenlace de La Condesita, con lo que la historia cambia radicalmente de sentido; mientras que en toda la tradición moderna los amantes terminan unidos, aquí después del reencuentro, Gerineldo “el conde Sol de otras versiones” rechaza a la princesa. Este desplazamiento del motivo provoca un final diferente al del Gerineldo meridional “nos referimos al romance de Gerineido autónomo, antes de ser continuado por La Condesita”, ya que el texto de Micrófilo termina con una de las formulas típicas del noroeste peninsular con la que el paje humildemente reconoce su osadía y pide al rey un castigo: “Dame la muerte, güen rey/ que bien me la he merecido”. Así, mientras que en las versiones norteñas que emplean esta fórmula para el desenlace se sigue la decisión del rey de casar a los amantes, en el texto Guadalcanalense el rey vuelve a repetir lo ya dicho en su soliloquio al descubrir a los amantes dormidos: “No te mato, Gerineldo,/ que te crié desde niño...”, ya que no puede darse el matrimonio de la princesa con el paje en este momento, pues entonces la historia no tendría sentido con la continuación que se hace en La Condesita, en donde, como ya hemos dicho, el paje, al final, se niega a casarse con la mujer de la que ya ha gozado.
El repertorio se completa con unas notas del propio Micrófilo muy dentro de la línea menos crítica de los estudiosos del XIX, en un lenguaje marcadamente retórico. Relaciona a veces sus textos con los de Rodríguez Marín; en otros casos, siguiendo a Menéndez Pelayo, señala conocidas Fuentes de los temas; o destaca, como otros estudiosos, correspondencias de algunos de los romances con cuentos tradicionales. De todas formas, su crítica es sumamente superficial y en modo alguno original, glosando sin necesidad la fábula de algunos romances o haciendo valoraciones de carácter moral (4).
Con estos datos previos programamos la encuesta de Guadalcanal, que llevamos a cabo en los días 4 y 5 de marzo de 1988. Nos interesaba no solo el trabajo de campo como otras tantas veces para continuar completando los enclaves sevillanos, sino también verificar hasta que punto y de que manera la tradición actual conserva temas y versiones recogidas cien años antes. Era un buen ejercicio para ver en que situación se encuentra el romancero por estas zonas. De modo que comenzamos siempre nuestra indagación con los distintos informantes que nos atendieron preguntándoles por los temas que Micrófilo había publicado. No tuvimos mucha suerte al principio. A la crudeza de un tiempo extremadamente frío en la primavera incipiente de la sierra norte, se unía la soledad de las calles de este bello pueblo y la ignorancia alarmante del romancero de las primeras personas a las que nos dirigimos. Era como para desistir, pero no lo hicimos. Estas primeras horas de nuestro trabajo presagiaban lo que después sucedió y vamos a exponer aquí: el olvido en que se encuentra en la actualidad el romancero Guadalcanalense. Después de mediodía, todo el mundo en el pueblo sabia de nuestra presencia y a lo que íbamos, y así fueron apareciendo las primeras informantes que recordaban algo.

 
(1) Un capítulo del Folk-lore guadalcanalenses por Micrófilo, Sevilla, Francisco Leal y Cª, Editores, 1891. XVIII + 151 Págs. El libro contiene tres capítulos o partes con sus correspondientes notas:, “Rimas infantiles”, Págs. 19-56, (Botifora)>, Págs. 57-68, y «Romances», Págs. 69-151.
(2) Cfr. solo  lo que Demófilo opinaba sabre la adulteración o “arreglo” de la literatura oral por parte de los románticos. Escribe a este respecto el Prof.  López Álvarez: “Sin entrar en esta cuestión, decidido con más o menos convencimiento j...] por las nuevas corrientes científicas, lo vemos incorporar el nuevo método a sus trabajos, aparecidos en La Enciclopedia a partir de 1879, trabajos de los cuales, y según propia confesión: ella era distinto el concepto que tenia de la literatura del pueblo”, pues no era el valor ideológico desentrañar el sentido oculto de sus producciones, sino únicamente probar la importancia de recogerlas fiel y exactamente para ulteriores fines científicos, lo que me preocupaba” “Cartas inéditas de Demófilo a Joaquín Costa”, El Folk-lore andaluz, 2ª época, 2, 1988, Pág. 40. Y el mismo Micrófilo se expresaba así: “Lo que causa verdadera lástima es ver una producción popular corregida por literatos, gente, por lo común, indocta y cursi en grado superlativo, y que semejan cuando tales empresas acometen, el sastre que pretendiera acomodar a las exigencias de sus figurines los indóciles miembros de un jayán, así les resulta ella. Los salvajes de la Polinesia, vestidos con un sombrero de copa, una faja de general europeo y una estera en los riñones, son Apolos de Belveder al lado de las producciones
populares arregladas par literatos, . (Un capítulo del Folk. lore guadalcanalense, ob. cit., pág. 128).
(3) Ob. Cit., pág.1184 Cfr. por ejemplo. Ibídem Págs. 110-111
4 Cfr. por ejemplo. Ibídem Págs. 110-111
Pedro M. Pinero y Virtudes Atero

Gracias a Virtudes Atero por la autorización para publicar este mágnifico articulo en el blog.
Virtudes Atero Burgos, Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y Catedrática de Literatura Española en la Universidad de Cádiz.
Pedro Manuel Piñero Ramírez, Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Granada y Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Guadalcanal, Julio 2013

Encuentro y convivencia de dos culturas, dos Guadalcanal

Traducción literal del folleto que nos entregaron nuestros paisanos en el encuentro de las dos Guadalcanal.
 GEOGRAFÍA.-

Guadalcanal es la isla más grande de las islas de Solomon con un área que suma 5.336 kilómetros cuadrados, ascendiendo hasta el 19% del área total de la tierra del país. Ocupa una posición central en el país en donde la ciudad capital es Honiara. Su superficie es de 160 Km. largo y 45 Km. de par en par en el centro. El interior de la isla tiene picos escarpados y desiguales incluyendo Mt Makarakoburu (con 2,447m) y Mt Popomanaseu (con 2,330m), son los picos más altos de la nación. La región norteña es plana y tiene el llano más grande en el país con el suelo fértil.
Guadalcanal Provincia tiene los ríos más largos (Mbalasuna) y el más grandes Tina en el país. Aparte de los dos ríos, hay muchos otros ríos, corrientes, cascadas, y un lago en la isla. Muchos lugares en Guadalcanal son inundaciones de destello propensas debido a los ríos fluídos de las montañas altas. La mayoría de los ríos grandes del estuario y de los pantanos costeros son de agua salada y habitado por cocodrilos. Guadalcanal y el resto del país geográficamente están situados dentro de la región de la selva más tropical del mundo. Gracias a su localización geográfica, allí hay muchas especies de plantas, animales, pájaros, insectos, mariposas, y la pesca se encuentra en la isla de Guadalcanal. Tiene algunas de las 52 especies de los mamíferos, pájaros y los zorros de vuelo y más de 30.000 especies de plantan. Algunas de estas especies son endémicas en Guadalcanal como una especie del zorro de la mosca que se encuentra solamente en la isla y en ninguna otra parte del mundo.

ESTRUCTURA POLÍTICA.-

Guadalcanal es administrada políticamente por el sistema de gobierno provincial. La estructura política de la provincia se divide en 21 salas electorales. Las elecciones se celebran cada cuatro años para los 21 miembros de la asamblea provincial.
La asamblea provincial es el cuerpo más alto de la legislación de la provincia. Decreta y pasa las ordenanzas para la conducta, el bienestar y el sustento apropiado de los ciudadanos de Guadalcanal. El interlocutor preside las reuniones provinciales de la asamblea.
Un primer ministro es el jefe político de la provincia que es elegido por una mayoría absoluta de miembros provinciales de la asamblea y que preside el ejecutivo provincial. El primer ministro elegido una vez, designa a un diputado primer ministro, y a ministros con las responsabilidades antedichas de la lista de los miembros de la asamblea. El cuerpo ejecutivo actual fue establecido recientemente después de que la elección provincial se celebrara en diciembre de 2010.

POBLACIÓN Y EMPLEO.-
Según el boletín nacional 14/2010 de estadística, la población total de la provincia de Guadalcanal se estima cerca de 93.613 habitantes. La provincia de Guadalcanal asciende a cerca de 18.1% de la población total de las islas de Solomon.
Hay mucha gente joven y activa en la isla. Según la misma fuente, población de edad de funcionamiento activa de Guadalcanal que se extiende a partir del 18 a 55 años de totales inclusivos a 36.192 en 2008. Esto representa a 48.4 por ciento de la población total de la provincia. Fuera de la población en edad de funcionamiento (mas de 14 años) están activos en el trabajo pagado, cualquier ingresos en efectivo de ganancia con el empleo formal o están siendo solamente 18.5 por ciento pagado donde las hembras que representan solamente 32.4 del porcentaje. Los que están parados pero están buscando el trabajo pagado componen a 10.9 por ciento de la población en edad de funcionamiento, mientras que ésos que hacen solamente el trabajo sin pagar (generalmente subsistencia) explican a mayoría de la población de edad de funcionamiento, 39.8 por ciento.

CULTURA Y TURISMO.-
Como otras provincias en las islas de Solomon, Guadalcanal es culturalmente rico. La gente de Guadalcanal obtiene su propio dinero tradicional de la cáscara con diversos nombres que corresponden a sus valores. Como sociedad matri-lineal, los niños de Guadalcanal heredan los derechos del linaje y de la tierra a través de sus madres.
En Guadalcanal las comunidades son receptivas a los visitantes. Alguien que visita una aldea por primera vez o aún que vuelve después de que una ausencia larga es obsequiada con un “Chupu” que abarca cerdos, raíz, cosechas, nuez de betel, y así sucesivamente. Asimismo, ésos que se van después de permanecer con una comunidad darán a menudo un “chupu” a la comunidad como gesto recíproco para la recepción y la hospitalidad.
AGRICULTURA.-
Guadalcanal la provincia como la mayor parte de otras provincias en las islas de Solomon es básicamente confiada en la agricultura para el alimento y la fuente de la renta. Comparado a otras provincias en el país, la provincia de Guadalcanal tiene potencial rico para el desarrollo agrícola. La tierra conveniente para la plantación de la agricultura que se convierte es 3.380 kilómetros cuadrados. Cerca de 740 kilómetros cuadrados de la tierra se clasifican como áreas de la oportunidad de la agricultura donde está plana la tierra y el suelo es muy fértil para plantar varios tipos de cosechas. Las áreas de la oportunidad de la agricultura llevan a cabo el potencial significativo para el desarrollo agrícola en grande que cubren en menos 2.500 hectáreas y se encuentra sobre todo en la parte norteña de la isla.
La copra es una fuente popular del rédito para los pequeños agricultores en Guadalcanal. El cacao ha sido siempre otra cosecha alternativa del efectivo para el sustento.
Las inversiones de la agricultura están sobre todo en el coco (copra), el cacao, el ganado, las especies y el arroz están creciendo entre comunidades rurales. Guadalcanal tiene una ventaja comparativa en la industria agrícola dada la localización de surtidores cerca a los mercados de Honiara y al availabil.- city de buena tierra de labranza. Por ejemplo, hay potencial enorme para la industria de carburante de coco en Guadalcanal. 
Rafa Spínola 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Ella dijo… que no había podido salvarme…

El Ángel que lloraba entre cubos de basura 
Entre cubos de basura, un ángel lloraba. Era una mujer, con el cabello largo y rubio casi transparente de tan claro, con los rasgos de su rostro delicados y suaves. Un muchacho entraba corriendo en el callejón, huyendo de los compañeros de clase que querían darle una paliza. Para esconderse se metió entre los cubos casi encima de ella. Fue entonces cuando la oyó llorar. Olvidando a sus perseguidores le puso una mano en el hombro y le preguntó:
-¿Por qué lloras?
Ella alzó la cara y lo miró directamente a los ojos. Fue entonces cuando vio sus alas, caídas a los lados como si quisiera que se le desprendieran.
-¿Eres un ángel?
Durante unos segundos no hablaron, hasta que repararon en que no era posible que se estuvieran viendo.
-¿Cómo puede ser? –preguntaron ambos a la vez.
Pareció que el tiempo y el mundo se detenían, hasta que ella volvió a llorar con la cara sobre las rodillas.
Él volvió a ponerle una mano en el hombro, deseando consolarla.
-Aún no me has dicho por qué lloras.
El ángel suspiró.
-Porque pensaba que ser un ángel sería distinto.
-¿En qué sentido?
-En poder hacer más. Poder ayudar, poder luchar contra el mal.
-¿Te refieres a matar demonios y esas cosas?
Ella rió suavemente.
-No, el mal no es sólo eso, aunque me he cruzado con algunos –volvió a mirarlo, con una asomo de sonrisa en los labios. ¿Cómo sería la sonrisa de un ángel?-. El mal son las personas que se desentienden de los problemas ajenos aún pudiendo hacer algo, las que matan o hacen daño por placer, y muchas cosas más.
El muchacho podía imaginárselo, y no sólo por sus compañeros que lo maltrataban. Todos los días se veían muchas, demasiadas cosas. Ella siguió hablando.
-Estoy cansada de ver miseria y sufrimiento por todas partes sin poder evitarlo. Nadie ve, nadie oye. Entiendo que a veces uno tiene demasiados problemas para poder ayudar, pero hay gente que no, que simplemente no lo quiere hacer. Que solo viven para sus propios intereses.
-¿Dinero?
-Eso y mucho más. Poder, ambición. Gente que lo que quiere es que otros le obedezcan, tengan razón o no, hagan daño o no. Sea justo o no. La justicia está desapareciendo.
-Sí –contestó él mirando al suelo-. Resulta tan casi tan raro como ver salir una flor del asfalto.
-Asfalto… -susurró el ángel-. Es como si los endureciera… -miró al chico, que aún estaba mirando al suelo. Volvió a mirarse las rodillas y continuó-. El ser humano ha perdido todo contacto con la naturaleza, con sus raíces. Ya no recuerda cuáles son sus orígenes. Y ha perdido mucho a causa de ello.
El muchacho asintió en silencio. Realmente a veces se sentía perdido, como si le faltara algo. Sonrió tristemente al recordar lo mucho que protestaba para ir al pueblo de sus padres y lo bien que se lo pasaba una vez allí. Ahora su padre ya no estaba y ya no iban al pueblo porque a su madre le resultaba muy doloroso.
-La muerte produce mucho dolor –musitó, siguiendo sus pensamientos. Y eso le recordó la rabia y las dudas que tuvo cuando murió su padre. Miró al ángel muy serio y preguntó: ¿Por qué nos morimos?
-Pensaba que era por un propósito –contestó ella mirando la basura que tenía a su alrededor-. Creía que algunas personas morían para ayudar al mundo desde el otro lado –el chico hizo un gesto señalando que no lo entendía que ella captó de soslayo-. Por eso lo hice, pensando que así podría ayudar al mundo.
El muchacho la miró más detenidamente, tratando de comprender. Un recuerdo acudió a su mente al ver mejor los rasgos de ella, parecidos a los de alguien a quién a veces echaba de menos. Recordó a sus amigos diciéndole aquella fría mañana que una compañera había aparecido muerta en un callejón cercano. Se había suicidado. Esa compañera. Ese callejón.
-Eres tú… -murmuró, sin saber qué sentir al respecto-. Sigo sin entender.
Ella alzó la cabeza y lo miró a los ojos.
-No solo lo hice por eso. Había demasiado dolor en mi vida. No quería sufrir más.
-¿Te dijeron los ángeles que lo hicieras?
Ella lo miró algo ofendida.
-¡No! Jamás harían eso. Ellos aprecian la vida, y sufren mucho cuando alguien se suicida o cuando no pueden aliviar su sufrimiento. Me encontré a uno llorando cuando llegué a este mundo.
Los ojos del muchacho se nublaron. El imaginarse a un ángel llorando lo entristecía.
-¿Por ti?
Ella asintió.
-Era mi ángel de la guarda, que se sentía muy mal por no haber podido ayudarme, por no haber podido evitar mi muerte. Se sentía culpable.
-¿Y por qué no hizo algo?
Ella sacudió la cabeza negativamente.
-No podía, ninguno puede. Han perdido poder, porque la gente ha dejado de creer en ellos. Se han roto las conexiones, por eso no pueden hacer más. Y nosotros tampoco hacemos mucho por nosotros mismos –volvió a mirarlo-. Si una persona no se pone el cinturón para conducir, o bebe demasiado, por ejemplo, ¿cómo puede su ángel protegerlo?
El muchacho calló. Eso era verdad. Su padre no había muerto así, pero sí había oído muchas noticias de gente que se mataba con el coche o que provocaba accidentes por ir demasiado bebida.
-No puedo creer que lo hicieras para convertirte en ángel.
Casi pudo ver como el nudo se cerraba en torno a la garganta de ella. Sus ojos se oscurecieron y los cerró.
-No podía soportar aquello. Me dolía y me daba asco. Me amenazaba y yo no tenía a nadie que me ayudara. No quería que me tocara más.
Otro recuerdo, de los rumores que corrían acerca de cierto profesor que abusaba de chicas. Se decía que lo habían procesado una vez por una denuncia, pero además era director del colegio y era amigo de algunos altos cargos del ayuntamiento. La chica aquella había sido expulsada y no se volvió a saber de ella. Así que esta compañera había huido del horror de los abusos.
-Era verdad…
Ella asintió en silencio
-No era la única. De otros cursos también había, cuatro más. Todas tenían miedo. Yo ya no podía más, y creía que esta era la forma de escapar y de ayudar.
Él sintió rabia. ¿Por qué sucedían esas cosas?
-¡No creo en vosotros! –le gritó-. ¡No hacéis nada! ¡Estamos indefensos!
Ella asintió otra vez y volvió a llorar. Él se arrepintió un poco de haberle gritado.
-Una de las chicas ha podido escapar. Estuve en sus sueños y le mostré una playa. Allí tiene familia. Ahora está con sus abuelos y estudiará en el instituto de allí.
No se había sentido demasiado bien por aquello. Ella estaba a salvo, pero había más y él seguía impune.
-Tan sólo una… -sollozó sintiéndose tan impotente como cuando había intentado ayudar a las demás o que lo castigaran a él.
Él volvió a ponerle una mano en el hombro. No es que no quisieran ayudar. La abrazó y durante un rato estuvieron así, hasta que ella se dio cuenta de que la abrazaba y rechazó el abrazo suavemente.
-No, no me lo merezco.
El muchacho creyó que era por lo que le había gritado.
-Es que, la verdadera razón por la que lloraba… era que no pude salvarte.
La miró a los ojos sorprendido, sus ojos se acercaron hasta que le pareció que entraba en ellos y el azul se convertía un blanco que lo llenaba todo. El llanto de ella se transformó en voces y el blanco en rostros. Estaba tumbado en una camilla. Su madre y sus hermanas estaban junto a él. También había dos personas a las que no conocía, vestidos con batas blancas.
-Está despertando. Démosle tiempo.
-¡Mi hijo! ¿Estás bien, mi vida?
Había lágrimas en los ojos de su madre y surcos en su cara. Le temblaban los labios. Oyó a sus hermanas llorar y le pareció ver que se abrazaban.
Quiso hablar pero le pesaba la lengua y tenía la boca seca. Probó a mover una mano y se sorprendió al verla aparecer ante él su madre la cogió cariñosamente y con la otra le acarició el pelo.
-Ya pasó todo.
Le explicaron que sus compañeros de clase le habían dado una paliza. Lo habían encontrado tirado en el callejón donde la habían encontrado a ella. Llevaba en coma algo más de un mes y creían que se iba a morir.
-Ella dijo… que no había podido salvarme…
-¿Ella? –Preguntó su madre. Sus hermanas lo miraban con los rostros surcados de lágrimas, sin poder creerse que estaba vivo. El muchacho miró a su madre.
-La compañera que se suicidó. Era un ángel.
Su madre sonrió cuando el médico le susurró “efectos de la medicación y del coma”. Le dio un beso en la frente.
-Sólo ha sido un sueño.
Los médicos hicieron a su madre aparatarse a un lado y empezaron a hacerle preguntas y pruebas. Le pareció ver un destello blanco en la ventana. Miró y vio a la chica ángel sonriéndole sentada en el alfeizar.
 
El portal de la Rosa de los Vientos
Whiralais

sábado, 16 de noviembre de 2013

Un interesante fresco del Guadalcanal decimonónico 2/2

 

Notas para la historia de la Cofradía de la Soledad de Guadalcanal durante el siglo XIX
Segunda parte

IV. EL INFORME DEL VISITADOR ECLESIASTICO.-
Era a la sazón visitador, como y dijimos, D. José Gómez Jurado, párroco de Ntra. Sra. de los Ángeles de Bienvenida, villa santiaguista que también dependía del Priorato de San Marcos de León. El visitador, delegado por el gobernador eclesiástico del Priorato, había visitado Guadalcanal. El 18 de julio elevo un interesante informe desde la villa en la cual ejercía la cura de almas. Nos interesa, y mucho, lo que cuenta pues entendemos que, en principio, es la parte neutral en este engorroso conflicto. En primer lugar dice que acudió ante el D. Ignacio Vázquez pidiendo la concurrencia a la procesión de ambas parroquias. El visitador se informó, sabiéndolo D. Antonio Calleja, comisionado de la hermandad, y dijo que ambas no asistían porque la cofradía no tuvo el detalle y la urbanidad de invitarlas. Por otro lado, y hache aparece ya un claro indicio de la razón que asistía al visitador para mostrar la poca disposición que tenia hacia la hermandad; informa que la corporación que tenia hacia la residencia que fue "bien publica y escandalosa". Luego D. José Gómez nos de noticias muy interesantes sobre esta confraternidad:
1.— Destaca primeramente que se compone de la "personas principales" de la villa por lo cual decidió inspeccionarla en los últimos días de su labor la cual el consideraba una deferencia.
2. — Tras mandar un oficio para que asistieran a la visita los hermanos no fueron y tras una junta enviaron una comisión compuesta por el ya citado mayordomo, D. Ignacio Vázquez, D. José Sánchez Vida y D. Manuel Tristán, la cual expuso, nada mas y menos, que no creía estar en el caso de someterse a la visita. También exponía la corporación por si sola, sin públicos cuestores. A su vez dijeran que poseían nuevas constituciones y por ultimo que resistirían a todo trance el "conocimiento" de cualquier juez eclesiástico. La verdad es que se nos escapa cuales serian las pretensiones de los cofrades con tan franca insubordinación, que no podia ni antes ni hoy quedar impune.
3.— Ante este estado lo menos que puede decir el visitador es que las pretensiones del Sr. Sánchez. En nombre de la corporación, eran erradas y pueriles y que incluso el eclesiástico "mas ignorante y entupido cerraría los labios de tan débil opositor". Lo cierto es que, según el, actúo de una manera paciente y mansa e intentó adoctrinar y convencer a los hermanos de su error. Resultó que manifestaron que deseaban que autorizara sus papeles. Por tanto le entregaron el libro de cuentas y viéndolo advirtió que las últimas reglas no estaban autorizadas por lo cual procedió a hacerlo, advirtiéndole una cuestión muy interesante y que hoy se nos antoja elemental: les pidió que firmaran tanto las actas como las cuentas pues había algunas que no lo habían sido.
4.— por otra parte destaca el visitador que la cofradía no solo se mantenía de las limosnas de sus miembros pues en dos o tres años aparecían nombrados pedidores públicos para recoger limosnas. 0 sea, se recurría a un medio muy habitual aun en nuestros días para mantenerse, el nombramiento de demandantes.
5.— Pero luego sobrevinieron los enredos pues una vez censuradas las cuentas se llamó a la cofradía acudiendo la comisión ya citada que, contrariamente a lo ocurrido en su primera comparecencia, se enfrentó al visitador diciendo que semejante intervención eclesiástica era "contraria en todo las Leyes del Reino". El juez, como es lógico, alegaba que este tipo de acciones propias de la visita se encontraban recogidas en las constituciones sinodales del Priorato y en la de todos los obispados españoles. Los osados hermanos argüían de nuevo que no necesitaban el permiso de juez eclesiástico alguno y se bastaban solo con el permiso de la autoridad local para procesional. Todo ello se nos antoja una actitud ilógica y rebelde. El visitador le reiteró sus razones y adujo algunas nuevas intentando en vano convencerles de que para gozar las indulgencias y privilegios concedidos por los Papas, y que encabezaban el libro de la cofradía, era indispensable permanecer sumisos a la autoridad de los jueces eclesiásticos, así servían a Jesús y a su Madre. D. José Sánchez contestó, nada menos, que la cofradía no quería las gracias espirituales y que su culto era solo exterior. Ante esta postura, que, desde luego, suponemos que no pudo menos que enfadar enormemente al visitador este hace una pregunta retórica: "¿no prueba esto lo que, informan sus señores tenientes de cura?".
Después el visitador pone de punta de perejil a los cofrades. La verdad es que, en principio, parece que no es para menos. Merece la pena copiar sus lamentos: "Oh cuan cierto es, aunque harto triste creer lo en los cofrades o hermanos de la mas humilde, obediente de todas las criaturas a la voz de un simple sacerdote podrá esta Señora llamar hijos y proteger a semejantes devotos , ¿llevará ante el Trono de su Hijo las oraciones que estos le dirijan?, cuan cierto es que en vez de obsequiarla la contristan, la ofenden, la deprimen, y que se abstengan de pedir a su hijo divino por semejantes cofrades, para no ser reconvenida con estas duras palabras: Este pueblo me honra con los labios, y su corazón está lejos de mi, no puedo ascender a sus suplicas". Nos encontramos, pues, con un grupo de cofrades díscolos y rebeldes ante la autoridad eclesiástica como ha sido muy común a lo largo de la historia. En este caso la sublevación era grande y quizás se apoyaba en el ambiente general reinante en España. El visitador usa argumentos teológicos tachándolos de desafectos a la misma Virgen María, que veneraban con el titulo de Soledad. Siguió intentando instruirlos, como dice San Pablo, y el fruto fue que quedaron al parecer convencidos y la suplicaron que las diera un "censura de flores", que no hemos podido averiguar lo que era y una lista de gracias. Ahora bien no reconocían derecho alguno del visitador por lo que este, lógicamente enojado, no accedió a sus pretensiones. Y le recordó citando a San Pablo que en vez de cumplir sus obligaciones hacían lo contrario. Tres días les dio a los tres hermanos para cambiar y a su termino se presentó el secretario, el presbítero D. José Prieto, que era también uno de los mas antiguos, rogándole que no tomara las medidas que merecían los cofrades pues podia asegurarle que a excepción de muy pocos todos se sometían a la autoridad eclesiástica. Otros de ellos le aseguraron lo mismo por lo cual "usando de la lenidad evangélica, hija de aquel Dios que por solo un fruto perdona millares de culpados" les devolvió el libro de cuentas que recogió del citado secretario. A pesar de eso cuando dirigió oficio de despedida a D. Ignacio Vázquez como teniente de alcalde primero" y ya mas bien con el pie en el estribo y concluido mi cometido" el mismo secretario le enseñó una carta en la que el expresado mancipe y mayordomo de la corporación decía que esta había llevado muy mal la pacifica gestión del presbítero Prieto, considerando que había humillado a la hermandad, y que hiciera saber. Como veremos la mediación clerical no fue bien recibida. El visitador dice que ya no era tiempo Para proceder aunque consideraba que la oposición no era muy grande. Después dice que todo ello se lo había dicho ya verbalmente al mismo secretario del tribunal de la Ordenes al cual ahora se dirigía reiterándole lo extraño que era que, aunque se resistían a la autoridad que el ejercía como visitador y representante del tribunal, se dirigían a este en suplica de gracias pidiendo como si fueran una corporación "religiosa" cuando, en el fondo, no reconocen superior. En resumidas cuentas, que le extrañaba o parecía una desfachatez muy grande, que se arrogaran el titulo de "sociedad cristiana" los que rompían los lazos que la unían a esta y los reducían a la nada cuando les venia bien. Tras esta exposición tan prolija e interesante el visitador pedía al gobernador eclesiástico que informara al tribunal "con el mayor acierto". 



V. EL INFORME DEL SECRETARIO DEL TRIBUNAL AL GOBERNADOR ECLESIASTICO.-1) Destaca en primer lugar que la cofradía de la Soledad y Santo Entierro de Guadalcanal pretendía algo que se nos antoja muy normal: que los cleros de San Sebastian y Santa Ana asistieran a la procesi6n del Santo Entierro con capas pluviales y cruz alzada.2) Lo cierto es que el clero de ambas parroquias se oponían a ello pues el fondo de la cuestión es que se trataba de una procesión de la parroquia de Santa María de la Asunción, de la cual no se quería reconocer la supremacía. Se trata de un tema que habría que estudiar con mucha profundidad.
3) Los informes de Santa Ana y San Sebastian acusan a la hermandad de vanidad, lujo y ostentación, clásicos reproches hechos a las hermandades y que no deben extrañarnos.
4) Los informes del visitador son totalmente contrarios a la corporación que se resistió a la autoridad, lo cual lo malquitó con ella.
5) Lo último que podemos obtener de la inconclusa documentación de este conflicto es que todo apuntaba a que la hermandad no conseguiría sus pretensiones.
6) Hay que preguntarse lo que pensaría el clero de la villa ante la suspensión que en 1911 se hizo de las Parroquias de Santa Ana y San Sebastian que se unieron a Santa María, con lo cual acaso se reconoció su supremacía.
7) En resumen todo este asunto nos hace contemplar un interesante fresco del Guadalcanal decimonónico, próximo ya a dejar de depender de la Vicaria de Tentudia y, por tanto, del lejano pero poderoso priorato santiaguista de San Marcos de León.

BIBLIOGRAFIA.
—ORTIZ RODRIGUEZ, Francisco y DE LA HERA PEREZ, Placido: Cuando la tierra es Calvario. Semana Santa en Guadalcanal, en "SEMANA SANTA EN SEVILLA". Volumen IV. Biblioteca de Ediciones Andaluzas. 1983. P.p. 138 - 155.
FUENTES DOCUMENTALES.
—Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Sección III Justicia. III.1 Pleitos civiles y ordinarios. III.1.6. Hermandades y cofradías. Legajo 111. 1659-1765. Almonte y Guadalcanal.
Germán Calderón Alonso Historiador
Revista de Feria 1997

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Un capítulo del folk-lore guadalcanalense 1

Juan Antonio de Torre Salvador “Micrófilo”

A primeros de este año de 2010 tuve la suerte de encontrar – realmente me ofrecieron – el cuaderno manuscrito que en este artículo presento.
El cuaderno tiene 452 páginas, de ellas escritas – manuscritas – las primeras 439 (con las excepciones de las páginas 2ª, 3ª y 4ª que están en blanco). Fueron escritas entre el 24 de septiembre de 1884 y el 12 de diciembre de 1894.
Su autor es Juan Antonio de Torre Salvador (n. Guadalcanal, 15 de diciembre de 1857 – † Guadalcanal, 7 de febrero de 1903), conocido también por “Micrófilo”, pues con este nombre firmó buena parte de su obra investigadora y literaria. El contenido del cuaderno consiste en una recopilación de la obra poética por él creada ente las fechas indicadas en el párrafo anterior, y en algunas poesías publicadas dos o tres años antes en revistas de contenido literario o de divulgación antropológica. En cuanto a la indudable autoría de J. A. de Torre Salvador hay que hacer las siguientes salvedades: las páginas cinco a quince contienen poesías – traducidas al castellano y también manuscritas por Micrófilo – de A. de Lamartine (El poeta moribundo), de T. Gautier (La Nube), de Meranger (El viejo vagabundo), de Musset (Adios) y de Horacio (A Leuconoe), y la página 429 que contiene un poema de su amigo Manuel Cano y Cueto, dedicado a Micrófilo, al que contesta Micrófilo en el poema manuscrito a continuación.
Sabemos que este cuaderno manuscrito, de contenido – en su mayoría – desconocido hasta la fecha, o al menos olvidado por el paso de los años, tiene un importancia relevante en el contexto de la literatura española, y especialmente de la andaluza, por lo que a partir de esta fecha y en esta revista electrónica iremos publicando y divulgando su contenido, tanto con las oportunas transcripciones como publicando digitalizadas sus páginas. Todo ello sin perjuicio de ser receptivos a cualquier sugerencia de trabajo, estudio o crítica literaria, que sobre dicho cuaderno se pudiera plantear.
Hoy iniciamos este trabajo con la reproducción de la portada del estuche en el que se conserva y protege el cuaderno , la portada del mismo, y la reproducción de las páginas numeradas 1, 5 a 15 (realmente incluyendo el principio de la 16), y las 429 a 433; por cierto son de 30,20 x 20,40 centímetros todas las hojas o páginas. Dado el tamaño de la letra de los manuscritos, excesivamente pequeña, hemos escaneado cada página dividiéndola en dos, facilitando así su lectura.
En breve incluiré la transcripción de estas páginas manuscritas; podría haber esperado a publicar las páginas ya digitalizadas, con sus transcripciones, al momento en que tuviera este trabajo realizado, pero en el Ayuntamiento de Guadalcanal, al que recientemente informé del hallazgo del cuaderno, me solicitaron un artículo o reseña sobre el cuaderno para publicarlo en el número de una revista que editan a finales de julio, creo que con motivo de fiestas patronales, con la que dar también ellos a conocer la existencia de los poemas manuscritos de su conciudadano Juan Antonio de Torre Salvador, “Micrófilo”, y me satisface el poder aportarles este sencillo escrito y las páginas digitalizadas que en él se reproducen. Tienen mi total conformidad para publicar lo que estimen adecuado. Esperemos que entre todos se recupere la imagen y la obra del ilustre poeta, periodista, antropólogo, etnógrafo y folklorista guadalcanalense.
Tal vez se pregunten el motivo por el que me ofrecieron este manuscrito, a mi y en Madrid; les diré que cuento entre mis amigos con profesionales en la búsqueda y localización de “libros antiguos” o “libros de viejo”, que conociendo mi interés por aquellos que de alguna forma se refieran a mis antepasados, pertenecientes a la que llamo, como veis por el título de esta revista, “Machado. Revista de estudios sobre una saga familiar”, no dudaron en ofrecerme los manuscritos del que fue amigo y colaborador de mi bisabuelo Antonio Machado y Álvarez. Siempre les estaré agradecido.
La realidad es que de Juan Antonio de Torre Salvador apenas se conocía, a la presente fecha, su obra; algunas referencias sobre su libro “Un capítulo del folklore guadalcanalense” (Sevilla 1891), libro difícil de encontrar, y básicamente sus trabajos y poesías publicadas en revistas científicas y literarias de su época, entre las que se encuentran ”El folkolre Andaluz”, “La Biblioteca de las Tradiciones Españolas”, ambas dirigidas por Antonio Machado y Álvarez, que firmaba con frecuencia como “Demófilo”, y “El Folklore Frexnense y Bético-Extremeño”. Por cierto entre las poesías que se encuentran en el cuaderno tenemos una dedicada a “Bravo Murillo”, que, conocida, publicó en su momento en la revista “La América” del 28 de octubre de 1883 con ocasión de homenaje que se tributó a Bravo Murillo en su pueblo natal. (Bravo Murillo nació en 1803 en Fregenal de la Sierra, siendo por lo tanto frexnense).
Espero completar este artículo en breve y continuar publicando los poemas de este poeta gadalcanalense.
Mientras y como homenaje a Juan Antonio de Torre Salvador reproduzco los datos biográficos que sobre él escribió a principios del siglo xx D. Juan Collantes de Terán y más recientemente D. José Mª Álvarez, este último en la Revista de Guadalcanal del año 1990, que cito y transcribo de artículo publicado el jueves 6 de agosto de 2009 por la Asociación Cultural Benalixa – Guadalcanal.
 
Juan Collantes de Terán “… La expresada descripción del pueblo corresponde, en líneas generales, a la villa en donde doce años más tarde nace Juan Antonio de Torre Salvador, el día 15 de diciembre de 1857, hijo de Lucas de Torre y de Salomé Salvador. Era su padre natural y vecino de Llerena; ascendencia soriana y palentina llevaba en su sangre, lo mismo que su madre que llega al pueblo acompañando a sus hermanos sacerdotes, quienes ejercerán su ministerio sagrado junto con la administración de diversas fincas. Fruto de ese matrimonio nacerán los siguientes hijos: José, que se casará con la cazallera Dolores Pérez, Miguel que lo hará con Carmen Caballero, Juan Antonio -a quien dedicamos estas líneas- y Norberto casado con Ana Franco-Romero Castelló, la cual a la muerte de su marido se desposa con su cuñado Juan Antonio; sin embargo, estos serían sus primeros esponsales ya que, estando viudo muy poco tiempo antes de morir, casó nuevamente con la malagueña Aurora Fuster Gallardo, de veinticuatro años, que vivía por entonces en Guadalcanal. Del primero de sus matrimonios tuvo una única hija, Ana María de Torre Franco-Romero, que murió el mismo año de su padre, a los diez y ocho años, a consecuencia de una tuberculosis pulmonar. Ignoro en estos momentos por qué motivos familiares Juan Antonio de Torre estudió primera y segunda enseñanza en el Colegio de las Escue las Pías, de Getafe, incorporado al Instituto San Isidro de Madrid primero, y en el Colegio de Villacarrie do que dependía del Instituto de Santander después. De la misma forma que ignoro las razones que le llevaron a realizar los exámenes del grado de bachiller en Artes, el año 1865, en el Instituto de Valladolid. Al matricularse en la Universidad de Sevilla para comenzar sus estudios de Derecho vivía en el número ocho de la calle Placentines de aquella ciudad; y cuando en 1869 se vuelve a matricular en las asignaturas que le quedaban pendientes en la misma Facultad, vive entonces en la calle San Eloy, por lo que llego a sospechar que se trata de las diversas pensiones donde se alojaba cuando iba a Sevilla a inscribirse o matricular se en la Universidad. Durante el curso académico de 1877-1878 aparece como alumno de Derecho en la Universidad Central de Madrid; para volver de nuevo a Sevilla donde de be concluir sus estudios, aunque no me consta que terminara definitiva mente la carrera de Derecho, ya que en 1880, viviendo en la calle Arguijo, frente a la Universidad, no se presentó al examen de ninguna de las tres asignaturas en que estaba matriculado todavía. Después ya no se tienen más noticias. Muy joven comienza a colaborar en importantes revistas científicas y literarias españolas, especializándose enseguida en estudios sobre antropología, etnografía y folklore, manteniendo estrecha amistad con Antonio Machado Álvarez, padre de los poetas Antonio y Manuel; y así como éste utilizó con frecuencia el seudónimo de “Demófilo”, muchos trabajos de Juan Antonio de Torre están firmados con el de “Micrófilo”. Formó parte de la Sociedad de Bibliófilos Andaluces, que presidía en Sevilla el Duque de T’Serclaes, su hermano el Marqués de Jerez de los Caballeros, Rodríguez Marín, Collantes de Terán, Montoto, Guichot, Asencio y otros eruditos sevillanos, que se preocuparon por editar bellísimamente libros incunables y raros sobre temas andaluces. Juan Antonio de Torre Salvador asistió con frecuencia a las más importantes tertulias sevillanas de la época, caracterizándose por su espíritu mordaz y cáustico. Su libro más importante se titula “Un capítulo del folk-lore guadalcanalense”, publicado en Sevilla, en la imprenta de Francisco Leal y compañía, en 1891, muy difícil de encontrar hoy día. Era Torre, además, desde muy joven redactor y colaborador de “La Enciclopedia”, una revista científica y literaria, “El Alabardero”, “El Posibilista”, un diario democrático de intereses materiales, ciencias y noticias, según se expresaba en un subtítulo, “Folk-lore Andaluz”, entre otros; escribió en varias ocasiones en el “Boletín Folk-lórico Español”, en el periódico satírico “Perecito”, en “El Aviso”, “Miscelánea” y otros. Asimismo fue director de “El Pacto”, un periódico republicano federal que se publicaba en Sevilla entre 1886 y 1887; también fue el último director de “El Cronista”, diario político mercantil, así como del seminario festivo titulado “Sevilla en Broma”, que comenzó a publicarse en abril de 1883 y sólo alcanzó diez y seis números. Colaboró igualmente en periódicos y revistas extremeños. Enfermo de una grave lesión pulmonar residió los últimos años de su vida en el pueblo que le vio nacer. Aquí murió y la fría redacción del acta de defunción no puede ser más escueta y trágica; dice así: “En Guadalcanal, a las once del día ocho de febrero de 1903. Juan Antonio, edad cuarenta y cinco años, ocupación propietario, domicilio en calle Guaditoca número 6, y murió a las diez y seis del día 7 de febrero en su domicilio, a consecuencia de un ataque de disnea // Estaba casado en el acto del fallecimiento con doña Aurora Fuster Gallardo y que lo estuvo en primeras nupcias con doña Ana Franco-Romero y Castelló, de cuyo matrimonio deja una hija menor de edad, llamada María de Torre Franco-Romero.// Que no otorgó testamento y que a su cadáver se habrá de dar sepultura en el Cementerio Civil de esta población”. (Fol. 377, núm. 11). Así ocurrió. Hace algunos años Pedro Porras y yo, con la ayuda de Rafael, el sepulturero, pudimos reconstruir trozo a trozo la lápida de mármol que inútilmente, debido a la acción del tiempo, cerraba de mala forma su sepultura. Entonces pudimos averiguar, según se expresa en la piedra, que fue costeada como “tributo de amistad de D. Sebastián Gómez Ferreira”. Era entonces también lo que quedaba del recuerdo de un importante personaje de Guadalcanal; y como ocurre con frecuencia, la trágica frecuencia de siempre, en este caso la tierra no le fue leve en su tierra. Vaya en esta ocasión un sincero recuerdo a su memoria.
José Mª Álvarez escribió sobre él en la Revista de Guadalcanal del año 1990:“… Ni si quiera descendencia de la familia Torre queda hoy en Guadalcanal, ya que según parece los últimos miembros emigraron a Argentina antes de la última Guerra Incivil. Precisamente pocos años antes de la contienda, en la que fue casa de los Torre, situada en la calle Guaditoca, se produjo el triste espectáculo que parafraseando a Cervantes se podía titular: “Del donoso y grande escrutinio que el cura y el médico hicieron en la librería de nuestro impío escritor”. La llama de la intolerancia redujo a cenizas los libros de la biblioteca de Micrófilo que se consideraron nocivos para el orden público y las buenas costumbres, entre ellos un ejemplar en pergamino de la Constitución de 1812, la popular “Pepa” .En el nuevo barrio levantado en Guadalcanal, a espaldas de los Grupos Escolares, se recordó a uno de los escritores guadalcanalenses consortes, el poeta de Guareña, Luis Chamizo, dándole su nombre a una calle . ¿Por qué no recordar a Micrófilo?. Tras haber sugerido sin éxito agradecer al farmacéutico catalán Joaquím Isern sus afanes en documentar en el Archivo de Indias el descubrimiento de la isla de Guadalcanal, lanzo la peregrina idea de rescatar a Micrófilo del olvido y desconocimiento de los actuales guadalcanalenses. Con la seguridad de que no se me va a hacer caso, hasta me atrevo a redactar el texto de una hipotética placa que bien podría estar situada en la fachada de la Biblioteca, cobijada bajo los frondosos árboles de “El Palacio”, y que podría decir más o menos:
En memoria de JUAN ANTONIO TORRE Y SALVADOR “MICROFILO” (Guadalcanal 1859- Guadalcanal 1903).Periodista, poeta y folklorista Autor de “Un capítulo del folk-lore guadalcanalense”editado en Sevilla en 1891. Su pueblo agradecido.Guadalcanal ….19…”
Según Cascales y Muñoz, Juan Antonio de Torre Salvador, como poeta “ha escrito muchas y buenas poesías, aunque no se sabe que admirar más, si la galanura y corrección de la frase o la profundidad y novedad de los pensamientos”. Fue su poesía clara con influencia popular y versos muy vinculados a personajes y hechos de la política sevillana.
Manuel Álvarez Machado
Machado.- Revista de estudio sobre una saga familiar


sábado, 9 de noviembre de 2013

Un interesante fresco del Guadalcanal decimonónico 1/2




Notas para la historia de la Cofradía de la Soledad de Guadalcanal durante el siglo XIX

Primera parte

I. INTRODUCCION.-

Es muy desconocida la historia de las cofradías de la villa de Guadalcanal. Intentaremos, pues, en este pequeño articulo hacer una aportación en este sentido referida en este caso a la hermandad del Santo Entierro de Cristo y Ntra. Sra. De la Soledad, residente en la Iglesia Mayor de la población, la Parroquia de Santa María de la Asunción. Y se trata del estudio de unos autos que se instruyeron por la corporación en 1851 debido a que las otras dos parroquias de la población, Santa Ana y San Sebastian, no acudían a su procesión del Viernes Santos. Hay que imaginarse la "indignación" de los cofrades ante estos hechos que parecen, a primera vista, un desprecio por parte del clero de ambas collaciones hacia una procesión, que en todo tiempo y lugar, ha sido considerada oficial, por tratarse, claro está, del entierro de nuestro Salvador.
Hay que tener en cuenta que el 11 de mayo de ese mismo 1851 se firmo el concordato entre el Gobierno Moderado presidido por Bravo Murillo y la Santa Sede, rigiendo la sede de Pedro el Papa Pío IX. Se acaba así con una situación extremadamente anómala de enfrentamiento entre la Iglesia y el Gobierno Español, nacida por la disolución el 11 de octubre de 1835 de las órdenes religiosas masculina y la puesta en venta de sus bienes el 19 de febrero de 1836, obra del ministro Juan Álvarez Mendizábal. Guadalcanal hasta 1851 pertenecía a una jurisdicción eclesiástica exenta, el Priorato de San Marcos de León de la Orden Militar de Santiago, concretamente a su Vicaria de Tentudia. Tras el concordato paso a depender de la autoridad episcopal del arzobispo de Sevilla. Pues bien, existía un tribunal especial de las Ordenes Militares, con sede en la corte, y el Secretario de este, D. Alfonso de Cuenca, enterado del asunto se dirigió el 11 de junio de 1851 al Gobernador Eclesiástico interino del Priorato de San Marcos, que gobernaba este al no existir un prior en estos momentos tan extraños. Le expuso la pretensión de la hermandad, representada por su mayordomo que era también teniente de alcalde de la villa D. Ignacio Vázquez, y que era que las parroquias asistieran a la procesión del Viernes Santo con cruz parroquial alta y llevando los clérigos capas pluviales, lo cual era lo mas lógico en estos casos. Particularmente hasta ahora no vemos nada anormal en la pretensión de los cofrades. El Gobernador se dirigió entonces a los párrocos con fecha 16 de junio para que expresaran lo que opinaban de lo que se nos antoja espinoso asunto, con el fin de que el lo trasladara al tribunal eclesiástico. “Pero antes deberíamos ver, pues es todo un fresco costumbrista, el informe del 28 de mayo del "celoso" mayordomo de la cofradía, D. Ignacio Vázquez. El fin de pedir que acudieran los cleros parroquiales era que se realizase "...con toda la suntuosidad que se requiere el funeral del primer sacerdote de la Ley, el Hijo de Dios...". No se puede decir más en menos espacio. Dada cuenta de que no se había dirigido a los curas pues vela cercana la negativa como se la había dado sus antecesores.
Lo más llamativo del asunto es que D. Ignacio alegaba que al entierro de un sacerdote los demás acudían con cruces y capas mientras que no iban al de Cristo. La verdad es que el argumento parece, en principio, demoledor. Pero veamos que respondieron los párrocos.

II. LA RESPUESTA DEL CLERO DE SANTA ANA.-
El párroco de Santa Ana, D. José Baños, oído su clero. Dio cumplida respuesta al gobernador eclesiástico, sede vacante, de San Marcos. En primer lugar alego que no todos los cofrades del Santo Entierro tenían la pretensión de que asistieran las dos parroquias con cruz y capa pluvial, sin tan solo alguno entre los que no se encontraban los eclesiásticos que, seguramente, se habían opuesto a esta pretensión. A ello había que sumar que la corporación no poseía reglas aprobadas por la autoridad eclesiástica, lo cual ni entonces ni ahora decía nada a su favor. Lo cierto es que los hermanos no solo se habían dirigido al tribunal de órdenes sino que antes habían mostrado su pretensión en la Santa Visita que hizo D. José Gómez Jurado, párroco de Ntra., Sra. De los Ángeles de Bienvenida. En ella se negó el visitador a sus deseos y los hermanos no se avinieron a la concordia de procesiones que se pretendía hacer estipulando que Santa María asistiese a las procesiones del Corpus Christi de Santa Ana y San Sebastian. En contrapartida estas dos parroquias acudirían al Santo Entierro una vez que hubieran acabado los oficios en sus templos, los cuales, lógicamente, se estimaban más importantes. Ello se consideraba una "obligación de justicia" mientras que acompañar a Santa María "que es igual en todo a las demás" no lo era. En el fondo lo que late es la rivalidad entre la parroquia "mayor" y las otras dos. Todo ello nos recuerda los pleitos de preeminencia entre Santa María y San Pedro en Arcos de la Frontera y entre Santa María y Santiago en Utrera o los conflictos entre Santiago y San Sebastian en Alcalá de Guadaira. Estas luchas entre parroquias, que se nos antojan tan antievangelicas, son muy habituales en la historia de la Iglesia andaluza. Por otra parte el párroco opone un argumento irrebatible, pues era mucho más importante una procesión en la que desfilaba el mismo Jesucristo que otra en la que salía tan solo su imagen. Por otro lado alegaba en lo referente a los entierros de los clérigos de la villa que existía obligación de asistir a ellos por establecerse en unas constituciones que estaban legalmente aprobadas por el ordinario. Además la presencia en estos entierros la tenia la parroquia en la cual se hacia el funeral y las tres clerencias actuaban, para el caso, como si se tratara de una solo. Finalmente, si se consentía en la pretensión Santa María iría subordinada a las otras y con el tiempo se establecería una costumbre que obraría a favor de su supremacía. Como hemos de suponer, ello es lo que no se debía de consentir. Además dice que la no presidencia de Santa María había sido declarada "en juicios contradictorios y sentencias ejecutorias". Por último hay que decir que, según el párroco, había costumbre de acudir a la procesión del Santo Entierro solo con la cruz. En fin, que lo que subyace e invade todo el conflicto es la disputa entre la matriz y las otras dos parroquias. Que pensaría D. José Baños si viera como han rematado San Sebastian y Santa Ana frente a Santa María, la cual en parte, solo en parte, conserva su esplendor.

III. LA RESPUESTA DEL CLERO DE SAN SEBASTIAN.-
Pero tenemos ya que ver las respuestas de otra parroquia, San Sebastian. Por ella informó el mismo 2 de julio el teniente de cura párroco D. Vicente Salvador que expreso las razones que le asistían para considerar infundadas e injustificables las pretensiones de los hermanos de la Soledad.
Por un lado ya era antigua la petición de la hermandad de que las parroquias asistieran a su procesión. Tampoco era el primer paso la exposición que se había hecho al alto tribunal. En un tercer lugar se vierten acusaciones graves sobre la corporación pues literalmente se dice: "...ha largo tiempo que se abriga esta idea, no ha mucho que se promovió esta cuestión, no por pureza de sentimientos religiosos sino, por mera vanidad y ostentación mundana y por el deseo de crear una preeminencia que jamás ha existido i Sensible es el extravío que en este punto se advierte en las ideas evangélicas y en el espíritu de nuestro divino dogma!". Las mismas acusaciones de siempre: se le achaca a las cofradías la riqueza de sus procesiones, la mundanidad que demuestran en sus desfiles procesionales. Pero las acusaciones llegan a más pues se dice que la corporación "...quiere con perjuicio de tercero, un lujo, ostentación y pompa innecesarios, solo por vanidad para aparentar orgullo y superioridad sobre los demás". D. Vicente Salvador alega que "...no es ciertamente el exterior mundano el que eleva los actos de nuestra sublime religión, sino la fe ardiente y pura, el recogimiento de las costumbre y la sencillez y dignidad de las prácticas y ceremonias". En fin, la teoría de la preeminencia de las costumbres sencillas y puras sobre la pompa habitual en las cofradías de todos los lugares y tiempos, cuestión que hoy sigue viva y latente y tan de actualidad como en el siglo XIX. Pero hay más y hache está, como hemos dicho en repetidas ocasiones, el meollo de la cuestión de lo que la anterior argumentación es un simple adorno puede que hasta retórico. A todo lo anterior se une el que intentaba según el sacerdote, fomentar el espíritu de rivalidad entre las tres parroquias, destacando el primer puesto de Santa María. La verdad es que no creemos que se le pudiera echar demasiada leña a un fuego de por si tan encendido. No se quería, en ninguna manera, reconocer el carácter de Iglesia Mayor a una de las tres. Para el cura teniente de San Sebastian bajo la capa del culto que debía tributarse a Jesús Yacente se ocultaban otras dos intenciones que el venia a considerar diríamos bastardas: dotar de una excesiva solemnidad a al procesión y ratificar la preeminencia de Santa María según continuaba contando hacia dos meses, es decir, en mayo, ante el visitador, el clero de las dos parroquias preferidas "procurando destruir toda idea de rivalidad y de servidumbre que envilece" convino "motu propio" asistir a la procesión del Santo Entierro. Ahora bien no cedía sin compensaciones pues el de Santa María en contrapartida debería asistir a las procesiones de los otros dos, singularmente a las citadas del Corpus Christi. A continuación vemos en el texto una serie de interesantes preguntas retóricas pues se nos dice: "Si es solo la suntuosidad y solemnidad de la religión lo que se procura por que no se accedió a esta justa y equitativa demanda?, no son todos los pasos y procesiones de la pasión y muerte de nuestro Redentor de igual importancia y consideración?, ¿Cua1es son los inferiores en la magnitud y santidad?, ¿Cuales no merecen practicarse y recordarse con augusto y majestuoso esplendor?, "Desde nuestro punto de vista del día de hoy, la respuesta en parte estaría clara pues, por inveterada costumbre, la procesión del Santo Entierro ciertamente se considera oficial y mas importante que las demás”. Y ello ocurre en la generalidad de los lugares donde se celebra. Ahora mismo este aserto no se discute. Pero para el clero de Santa Ana y San Sebastian no estaba nada claro y hay que reconocerles su valiente defensa de sus derechos.
Siguen las preguntas retóricas: "Si había pureza de motivos y delicadeza de sentimientos, por que no se aceptó la proposición y se impuso voluntariamente el Clero y la cofradía solicitantes la carga que espontáneamente se imponían las clerecías de Santa Ana y San Sebastian?, “¿,Son menores los quehaceres y ocupaciones que en la Semana Santa tienen las referidas iglesias?". En fin, se acusa al clero de Santa María de desear imponer su predominio y de no dejarse llevar por la pureza de motivos, lo que quizás parecería mas grave. Pero sigue mas pues se afirma que ninguna la de las tres parroquias tiene tiempo para asistir a la funciones de las otras y lo mas importante, ninguna puede exigirlo ni hasta ahora lo ha hecho. Ante esta falta de derecho y costumbre solo se podia exigir, según el teniente de cura, esta obligación si existía reciprocidad de servicios prestados gratuita y voluntariamente.
Un verdadero toma y daca. Se afirma que si estos servicios fueran forzosos e interesados perderían su grandeza. Se aduce que "la violencia y el interés empañan el refulgente esplendor de las prácticas y ceremonias religiosas". Por otra parte se dice que no se puede alegar la asistencia del clero al entierro de un sacerdote. Vuelven a aparecer las razones que exponía el párroco de Santa Ana. A estos funerales se iba porque así lo ordenaban las constituciones de la hermandad de sacerdotes de San Pedro, las cuales abundaban en poblaciones con numeroso clero y que también existían en Guadalcanal, conservando hoy documentación de ella en el Archivo general del Arzobispado. Por otra parte, se recuerda que no existían conexiones entre este entierro y el de Cristo. Al Santo Entierro asistía todo el clero con sobrepelliz acompañado de los sirvientes de los diversos templos. Y la mas importante es que se dice que iban "solo por pura devoción y voluntariamente, no por cumplimiento, y vana ostentación como sucede en aquel". Existe una cierta contradicción en las palabras de D. Vicente Salvador que diciendo huir de la ostentación reconoce que se asiste a los entierros de sacerdotes por puro cumplimiento, guardando una reglas. En resumen, tras tan larga exposición, el teniente de cura párroco de San Sebastian pide al secretario del tribunal de órdenes que exponga a este alto organismo los motivos que tienen ambas clerecías para no asistir a la procesión a fin de que pudiera apreciarlos y, consiguientemente, juzgarlos. Pero veamos el informe del visitador eclesiástico que nos echara mucha luz sobre este enojoso asunto.

Germán Calderón Alonso Historiador
Revista de Feria 1997

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Senderismo y Naturaleza

El sendero que cobra vida
La Diputación de Sevilla ha rehabilitado antiguos senderos en cinco municipios de la Sierra Norte, con el objetivo de aumentar la oferta de infraestructuras para el turismo activo y fomentar empleo en la comarca serrana.

Centurias, arrieros y mineros, pastores, plateros o labriegos. El piso serrano al norte de nuestra provincia ha sido a lo largo de los siglos un paso obligado rumbo a territorios peninsulares septentrionales, a la propia Sierra Morena o para el desemboque en la gran metrópolis sureña de Sevilla. Terreno escarpado, de suaves lomas y ondulaciones moderadas, nunca superiores al millar de metros en altura. Una completa red de viales históricos la recorren, como pequeños ramales pseudo arteriales construidos a lo largo del pasado, fundamentales para unir los núcleos de población de esta comarca serrana.
Sendas que en pleno siglo XX sucumbieron al desarrollo vial del país, necesario de infraestructuras de transporte eficaces y aptas para los vehículos actuales. Abandonada la tracción animal, el camino quedó obsoleto, falto de uso cotidiano, relegado a servir como atajo entre pueblos a lugareños de buen conocimiento del terreno, o para el acceso a sus explotaciones agrícolas o fincas rústicas.
Estos caminos, que se cuentan por muchos en el territorio serrano, han encontrado una vía de escape que garantiza su utilidad en el nuevo milenio. Funciones que los hacen resucitar para servir, como antaño, a la prosperidad de sus pueblos, antes como vías de comunicación, ahora como lugares para el disfrute, el ocio y el deporte, denominadores comunes de esa tendencia a la que la Sierra Norte no está dispuesta a renunciar y que se alza como una alternativa económica en tiempos de crisis: el turismo activo.
Para ello, la Diputación de Sevilla ha llevado a cabo un programa que busca "recuperar senderos tradicionales, que en otro tiempo fueron vías de comunicación y que actualmente tenían un uso esporádico agrícola, pastorial y vecinal y que, con esta actuación, serán aptos para el ocio y el senderismo", en palabras de María Teresa González, Ingeniera Técnica Forestal del Servicio de Desarrollo Rural del ente provincial. 
Estos procesos se han realizado durante el último mes y en su primera fase se ha ejecutado en cinco de los 10 municipios que integran la Sierra Norte de Sevilla: Alanís, Guadalcanal, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Las Navas de la Concepción y El Real de la Jara. La actuación se ha llevado a cabo a través del PFOEA (Plan de Fomento del Empleo Agrario), que hace que la inversión redunde positivamente en la comarca, en todas su aristas: "además de incrementar la oferta de turismo de ocio, se provoca la generación de empleo, a través de la contratación de gente de los municipios donde se realiza la actuación. Es un prototipo de proyecto que contrata desempleados agrícolas del pueblo y que beneficia al pueblo en toda su extensión", explica María Teresa.
Los trabajos han consistido en el desbroce de la superficie, dado el estado de semi abandono en el que se encontraban, cubiertos de vegetación que imposibilitaban su tránsito. A las tareas de desbroce se han añadido trabajos complementarios de conservación, como la recomposición de paredes de piedra seca, que en ocasiones estaban derruidas dentro de los límites del sendero. Una vez efectuado el desbroce se procede, tarea que se realiza actualmente, a la señalización y estudios para la divulgación y homologación de los senderos, en colaboración con la Federación Andaluza de Montaña. "En definitiva señalizando y desbrozando, lo que hacemos es revitalizar senderos rurales tradicionales, para su mayor uso, no solo entre vecinos para el acceso a fincas, sino para un uso más amplio, por vecinos y visitantes interesados en el medio ambiente; en la práctica del senderismo por la Sierra norte, ya sean aficionados o expertos", puntualiza la Ingeniero Forestal del Servicio de Desarrollo Rural de la Diputación.
En total se han puesto en valor, que no construido, cinco nuevos senderos, uno en cada uno de los municipios referidos y que supone casi el 50 por ciento de la oferta previa de estas instalaciones en la zona concreta de actuación, toda vez que la oferta previa de senderos de estas localidades era de 9, hasta llegar a los 14 actuales. Así como en señalización, con un incremento mucho más significativo, que ha sido de 49 kilómetros totales, siendo la situación anterior de 45 kilómetros de senderos señalizados en estos pueblos del Parque Natural de la Sierra Norte. El componente histórico también es otro de los fundamentos de esta idea, dado que se han revitalizado sendas que en algunos casos se remontan a épocas históricas anteriores al siglo XIX. Hecho que se está comprobando con el estudio cartofísico y de las señas de amojonamiento halladas y que han estado durante décadas ocultas entre la maleza. 

 No obstante, y visto los muchos efectos positivos que este programa ofrece, la Diputación de Sevilla ya trabaja en la segunda fase de la actuación, que se iniciará a finales de este año y comprenderá el territorio de los cinco pueblos en los que no ha trabajado en la primera fase: Constantina, Guadalcanal, El Pedroso, La Puebla de los Infantes y San Nicolás del Puerto.
Se trata, sin lugar a dudas, de un trabajo de resultados positivos. Tanto es así que también se desprende en las palabras de uno de los colectivos que más podría beneficiarse, como son las empresas dedicadas a ofertar paquetes de senderismo y turismo activo en la zona. "Nosotros necesitamos de propuestas para ofrecer a los visitantes, por tanto, con esta actuación se nos abren nuevas posibilidades. Todo lo que sean infraestructuras que pongan en valor opciones para acercar al visitante al Parque Natural de la Sierra Norte nos viene bien", señala Antonio Sayago, Gerente de la Empresa Sierra Norte Activa, dedicada a organizar actividades multiaventura como piragüismo, rockódromo, tiro con arco y sobre todo, senderismo y visitas de educación ambiental en el ámbito del Parque Natural. "Esto no es sólo ocio y diversión, también tiene un componente de concienciación, porque nos será más fácil acercar la figura del Parque Natural al ciudadano y que este aprenda que protegiéndolo también se disfruta", puntualiza Sayago.
Enésima idea eficaz, de un proyecto prototipo de buenas prácticas: empleo, promoción turística y respeto medioambiental. Paradigma de acción eficiente.
 
Paco González Méndez (Comecaminos)
Sevilla

sábado, 2 de noviembre de 2013

Guadalcanal en dos paraísos

Guadalcanal paraísos de la Humanidad 

El trabajo de un año para que Guadalcanal se hermane con su homónima de Islas Salomón, en Oceanía, ve sus frutos ahora con la firma del Memorándum El último fin de semana de Julio el municipio de la Sierra Norte acogió conciertos, desfiles de moda, conferencias y una parada militar con el Ejército de Estados Unidos
La Sierra Norte de Sevilla y las Islas Salomón, en el Suroeste del océano Pacífico están más cerca desde esas fechas. Las dos cuentan con su correspondiente Guadalcanal, cada uno en un paraíso de la naturaleza.
Un total de 15 ministros de las islas del Suroeste del Pacífico viniero a Sevilla conociendo el pueblo que le dio el nombre a su isla y participando en una serie de actividades para celebrar el hermanamiento entre el municipio sevillano y la mayor de las islas del archipiélago de Salomón, que es, además, donde se encuentra su capital, Honiara.
El Viernes fue el día grande con la firma del Memorándum de Hermanamiento, lo que supuso el comienzo de un fin de semana en el que Guadalcanal se conviertió en una pequeña ONU gracias al trabajo del delegado municipal de Patrimonio, Eduardo Cordobés. Además, a partir de ahora ambos Guadalcanal utilizarán la marca turística Guadalcanal paraísos de la Humanidad.
Todo comenzó con Pedro Ortega Valencia. Era miembro de la expedición que, dirigida por Álvaro de Mendaño partió en 1568 hacia el Pacífico dirigida a descubrir la legendaria Terra Australis Incógnita bajo el reinado de Felipe II. Cuando llegó a la mayor de las islas la bautizó con el nombre de Isla de Guadalcanal.
Esta historia la saben todos los niños que viven en el Guadalcanal sevillano puesto que han ido trabajando en ello durante todo el curso escolar donde, incluso, ha habido redacciones y dibujos sobre la Isla de Guadalcanal.
Como curiosidad, se tiene constancia de que tres personas del municipio sevillano han viajado a las Islas Salomón en los últimos años y sólo una oriunda de las islas del Pacífico ha visitado el municipio de la Sierra Norte. La preparación durante casi un año de este acto de hermanamiento, ha estado rodeado de algunas anécdotas para el equipo encabezado por Eduardo Cordobés, como la bendición recibida por el Papa Francisco. Otra es la escuela taller que desde el mes de abril ha estado realizando el escudo del hermanamiento. También está presente en el programa de actos el acontecimiento histórico más importante sucedido en esta isla: la batalla de Guadalcanal, en la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de 1942 la isla se hallaba en poder del ejército japonés. La infantería de Marina de EEUU llegó a Guadalcanal el 7 de agosto de ese mismo año. El desembarco no tuvo contratiempos; pero la lucha se complicó a partir de ese momento, desatándose una de las batallas más violentas de esa guerra. Finalmente, los efectivos estadounidenses comunicaron el 9 de febrero de 1943 la conquista de la isla.

En el año 1964 el ejército de EEUU hizo una parada militar en el municipio sevillano como homenaje a Ortega Valencia, de la que este año se cumple el 50 aniversario, por lo que habrá un desfile militar de la Marina de EEUU, en Guadalcanal dentro de los actos del hermanamiento. 

Islas Salomón es un estado soberano en Oceanía, al este de Papúa Nueva Guinea miembro de la Mancomunidad Británica de Naciones y logró el autogobierno en 1976. En representación de las Islas Salomón ha llegado una delegación gubernamental formada por 15 altas autoridades y encabezadas por el ministro de Turismo de las islas y el primer ministro de la Isla de Guadalcanal, Stepfhen Panga.
Por parte de España, además de representantes del Ministerio de Defensa, el Secretario General del Instituto Cervantes, está prevista la asistencia a los diferentes actos de hermanamiento de miembros de la Junta de Andalucía y del Gobierno Central. En representación del Ministerio de Defensa, ha sido designado el vicealmirante Antonio Hernández Palacios, a quien le une una vinculación especial con el municipio sevillano.
Dentro de la programación se realizó la inauguración de un monumento a Pedro Ortega Valencia que ha sido donado por 12 municipios de la Campiña Sur de Badajoz (provincia a la que perteneció Guadalcanal hasta entrado el siglo XIX) y de la Sierra Norte de Sevilla.
En cualquier caso, el acto de hermanamiento pretendió ser un primer paso hacia la creación de unos vínculos culturales y turísticos entre Guadalcanal y las Islas Salomón. Y ya está empezando a dar sus frutos, según el organizador, Eduardo Cordobés Chaves, el Parlamento de la isla de Guadalcanal va a iniciar los trámites para llamarse Isla de Guadalcanal en idioma español. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha comenzado las diligencias necesarias para el nombramiento de un cónsul honorario en esta isla.
La delegación de las islas Salomón, visitó también un total de 12 municipios de la Sierra Norte de Sevilla y la Campiña Sur de Badajoz que colaboran con los actos de hermanamiento, además de Sevilla capital que visitaron el 23 de julio. 

 El preludio de este fin de semana fue el concierto de hermanamiento a cargo del guitarrista Vicente Amigo, Hijo Predilecto del Municipio Sevillano. Además hubo una conferencia de Rafael González García de Cossío y se inauguró una exposición sobre artesanía de las Islas Salomón. Todos estos actos se enmarcan dentro de las Jornadas Patrimoniales de Santiago y Santa Ana del municipio de la Sierra Norte, que este año celebra su sexta edición.

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