By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 27 de abril de 2013

El Yo es institucional y emocional a la vez

Por qué duele el amor


En un intento de vislumbrar como se organiza nuestro deseo en la modernidad, la pasión o el compromiso, Eva Illouz ha escrito Por qué duele el amor una explicación sociológica acerca de las emociones más invisibles del sufrimiento por .amor, que cambia la idea romántica del mismo.
"El amor infeliz es un fenómeno novedoso de la modernidad que los enamorados sufren mas actualmente que en el pasado", señala esta autora (Fez, Marruecos 1961) profesora de Socióloga y Antropología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, considerada una pensadora imprescindible para entender la época que vivimos.
Illouz explica que cuando las relaciones amorosas duelen en el mundo actual "solemos atribuirlo a problemas personales: y ni sentimos culpables", sin que el sufrimiento resulte útil, ni reciclable, a diferencia del pasado cuando el dolor del amor servia como interrogante, para pulir, liberar o redimir.
"Hoy nuestra cultura dice No al dolor que recae sobre los cimientos de nuestro Yo, volviéndose mas vulnerable", expone sobre lo que constató cuando investigaba sobre la subjetividad y entendió que "el amor romántico, las emociones, están en la base misma en que se configura cada uno ".
De ahí que la vivencia del fracaso amoroso cargue hoy con un exceso de ansiedad, minusvaloración o depresión que se han ido imponiendo por las fuerzas subyacentes que estructuran la vida en sociedad.Y es que "el Yo es institucional y emocional a la vez", recala esta investigadora sobre un enfoque “indispensable” para que la Sociología “recupere su lugar y su vocación original”. 


Influyente 
De formación francesa, galardonada por europeos y americanos, en 2009 fue incluida por el periódico alemán Die Zeit en su lista de 12 intelectuales que seguramente cambien el pensamiento del futuro.
Estudiosa de la historia de la vida emociona y del significado moral de la modernidad, Illouz tiene traducido al español, entre otros, títulos como Intimidades congeladas (2007) o La salvación del alma moderna (2008), en los que explora la emociones en el ámbito del capitalismo.
Por qué duele el amor (Clave Intelectual/Katz) vuelve mas transparente la fuerza de lo institucional y social en el moldeado de nuestra forma de amar. Para escribirlo utilizo obras literarias, revistas femeninas, sitios de Internet y diversas entrevistas buscando desentrañar lo social que se juega en la forma de sentir de cada uno.
Así, sin necesidad de recetas terapéuticas, sus análisis de la experiencia del sufrimiento lo vuelven "mas tolerable", un efecto por si mismo del hecho de "poderlo explicar", dice.
Illouz recuerda que si ya Schopenhauer vio que el sufrimiento psíquico está mediado "por la memoria y la anticipación", es decir por la imaginación e ideales que conforman nuestras expectativas y anhelos, en Sociología esa mediación la ejercen las definiciones culturales de la identidad.
"Y hoy -destaca- en la cultura domina la ironía, que se opone a la intensidad".
Del sufrimiento psíquico común y corriente, el más invisible, denuncia que "ha sido desatendido" por los sociólogos, que en cambio sí analizaron con buenos resultados formas más tangibles del dolor como las desigualdad, la pobreza, la opresión política o la discriminación social.
Al resentimiento, la humillación o el deseo no correspondido se ha prestado poca atención, según esta pensadora los cita como "unos pocos ejemplos del dolor que va intrínseco a las relaciones sociales".
Si todos hemos sufrido en las relaciones amorosas por amar a alguien que no se compromete, por regresar solos de una fiesta o por ser abandonados, el caso es que, según este libro, vivimos esas dificultades con un exceso de auto-inculpación que bloquea ese anhelo más hondo y particular.

Getu Arteche (EFE)
La fragua del pensamiento

miércoles, 24 de abril de 2013

Hermandad de Ntro. Padre Jesús 2/6


Reseña histórica a través del libro de Actas 1903-2003

Segunda parte 

A.C. de 20 de Abril de 1908.
En este cabildo se ratifica la Junta de Gobierno y se recibe como donación del H°. D. Jesús Rivero y Rivero (menor)
"una melena para El Señor de pelo natural, reservándose el donante el derecho de tenerla el o sus herederos en su poder, y siempre a disposición de la Cofradía”. 

A.C. de 12 de Abril de 1909.
En el primer acta, que es el de cuentas llama la atención en los ingresos además de los ya mencionados y habituales un asiento que dice: "Por la venta de la capa vieja de S. Juan, 500 reales" si bien no consta a que persona o cofradía es vendida. En el capitulo de gastos consta: "Por una capa de terciopelo verde bordada en oro para S. Juan, 1.141 reales con 20 cts."
Se puede comprobar que la economía de la Hermandad por estos anos esta saneada, al contemplar un saldo favorable de 4.648,60 reales.
En los acuerdos siguientes se agradece a la Hª Dña. Carmen Rivero Yanes, la donación de la túnica que se le pone al Señor para los Misereres. 

A.C. de 28 de Marzo de 1910.
A diferencia de los años anteriores, este ano aumenta el costo que acarrea poner la cofradía en marcha, ya que los asientos de gastos aumentan su cuantía: Por sacar la Virgen en las procesiones del Verbo y Rosquetes 32 reales, por sacar la Virgen en la Procesión del Paso (¿Viernes Santo?), 32 reales Deducimos que el paso del Señor no costaba dinero alguno en la salida procesional de la Madrugada, al no encontrar asientos de gastos que pagan referencia al mismo.
En los acuerdos siguientes, comprobamos que la capa nueva de S. Juan, la bordaron un grupo de devotas así como la donación de parte del hilo de oro empleado, por la Ha Dña. Josefa Rivero Rivero.
Después se hace una ampliación del inventario que ya existía de fecha 8 de Abril de 1.901, al que se añaden:
Una peluca de pelo natural, para El Señor, que es de la Cofradía pero en poder del donante.
Una capa de terciopelo verde bordada en oro para S. Juan, tres diademas de lata para S. Juan y la Magdalena. 

A.C. de 17 de Abril de 1911.
El párroco de San Sebastian cambia este ano, tomando el cargo de la misma D. Ezequiel Meneses.
En el capitulo de gastos encontramos otro cambio respecto a los anteriores, como es el coste de: "Por el Sermón del Nino Perdido, 90 reales, (anteriormente 50 reales)". Las arcas de la hermandad siguen saneadas, al tener a favor 5.997,40 reales.
En los acuerdos se autoriza por los asistentes, al Sr. Mayordomo "para que adquiera para la cofradía una Imagen de la Virgen de los Dolores". 

A.C. de 8 de Abril de 1912.
Al párroco anterior lo sustituye D Francisco de P. Escobar.
Y entre los gastos extraordinarios encontramos los derivados de la compra del material para hacer una toca a la Virgen por 179,20 reales y la gratificación que se da a D. Pablo por el arreglo de las manos de la Virgen, 20 reales.
Entre los acuerdos siguientes encontramos que se ratifican los cargos de Secretario y Mayordomo y son nombrados pedidores D. Cristóbal Veloso Gálvez y D. Manuel Veloso Cortes. Así mismo se decide vender "la cortina o velo de seda morado bordada en oro y seda de colores, que se utiliza en los Misereres y en la Semana Santa para tapar el hueco que deja la Virgen en su Altar".
En el punto cuarto se da las gracias a las Señoritas Emilia y Avelina Arcos Rivero, por realizar para la cofradía la toca de la "Virgen del Reposo" (aun no se habría comprado la Virgen de los Dolores). 

A.C. de 24 de Marzo de 1913.
De nuevo otro representante de la autoridad eclesiástica preside el cabildo, D. José Cortes.
En el capitulo de ingresos hallamos por vez primera: "Producto liquido de la rifa de un décimo de la Lotería de Navidad, 740 reales" a los que hay que añadir según el apunte siguiente "Limosna dada por el agraciado con el décimo, 20 reales" En el capitulo de gastos figura en el ultimo apunte un gasto singular, pues se trata nada menos que de la adquisición de una imagen de la cofradía:
"Por una imagen de la Virgen de Los Dolores 900 reales". A continuación es nombrada una nueva Junta de Gobierno "que ha de servir los cargos de esta cofradía hasta el segundo día de Pascua de Resurrección de próximo año de 1914" Mayordomo D. Rafael Rivero y Rivero, Secretario D. Rogelio Vázquez Rivero, Pedidores (no consta).

AC. de 13 de Abril de 1914.
Encontramos un nuevo sacerdote presidiendo, D. Demetrio Gallardo Fernández.
En los ingresos encontramos uno fuera de lo ordinario como es: "producto de la rifa de una imagen de Ntro. Padres Jesús" donde cabe pensar que seria una figura en miniatura donada graciosamente por un devoto, que beneficio a la hermandad en 683 reales.
En los gastos comprobamos que ano tras ano desde su adquisición hay un asiento que se repite con demasiada insistencia, y que corresponde a: "por arreglo de Los uniformes de la centuria romana'' (cabria pensar que o bien no fueron todo lo buenas que debían o se deterioraban por mala conservación o uso). También este ano hay un gasto importante por su cuantía y debió serlo así mismo por su valor artístico: "un manto Negro de Terciopelo bordado para la Virgen, 3.112,60 reales". Además de una corona y un corazón de diario para la Virgen".
Se puede suponer que o bien se participa con la parroquia en la instalación eléctrica o se paga alguna reparación de la misma, ya que se hace mención a ello por un valor de 60 reales.
Una vez más se confirman en los cargos los Sres. Mayordomo y Secretario, y se nombran Pedidores y un Citador. Agradecimiento al Sr. Cura párroco por la cesión a la cofradía de una habitación en la parroquia para guardar las “peanas y demás utensilios propiedad de la cofradía”.  Autorización al Sr. Mayordomo y Sr. Cura para modificar la partida de gastos por "los Misereres siempre que el cambio no perjudique a la hermandad y resulten mas lucidos los cultos".
El Secretario agradece a los presentes la confianza depositada en su persona, pero "declina la responsabilidad por impedírselo sus muchas obligaciones que serian causa de no cumplir con la eficacia que es menester" no consta quien le sustituye. 

A.C. de 5 de Abril de 1915.
Sabemos que este año se pagan 40,40 reales por nueve noches de novena en concepto de luz eléctrica. debían por entonces pasar factura de los gastos a la parroquia, que se originaban por los cultos de la hermandad. Se realiza un nuevo Estandarte de la corporación, que es ejecutado en los bordados y costura por dos hermanas, D. Carmen y D. Dolores Rivero Arcos, y el hilo de oro donado por el Sr. Mayordomo y esposa. El secretario es nombrado para sustituir al dimitido del ano anterior D. Jesús Rivero Rivero. 

AC. de 24 de Abril de 1916
Regresa a la Secretaria D. Rogelio Vázquez Rivero. Son bordadas las ropas de Mariah Magdalena por un grupo de hermanas, cuyo hilo de oro es donado por el Mayordomo.

A.C. de 9 de Abril de 1917
El mayordomo en ejercicio fallece este ano después de tomar posesión del cargo. Se trata del H° D. Francisco Rivero Yanes. Se decide prohibir a los mayordomos que "presten los tambores de la centuria romana a cofradía alguna” Y por unos agradecimientos que constan podemos saber que la novena del Señor se celebraba en los primeros días de Agosto.

A.C. de 1 de Abril de 1918.
Se celebran elecciones para la vacante que existe por el fallecimiento del Mayordomo anterior, quedando la nueva Junta como sigue:
Mayordomo D. Francisco Rivero Rivero (menor), Secretario D. Rogelio Vázquez Rivero, Pedidores D. Joaquín Salgado y D. (no consta) y Citador D. José Mosquero.
Hay una aclaración en el 2° punto del A.C. que hace alusión a un gasto de 928,80 reales, diciendo "que es la cantidad que se gasto en el refresco que se da a los nazarenos y costaleros, que habitualmente paga el mayordomo, pero que este ano al fallecer este se carga en las cuentas de la cofradía.  Lógico es pensar que su familia no estaría en momentos de recibir en su casa tal refrigerio.
Además se acuerda que las Almendras que se regalan a los hermanos al pagar sus cuotas, se paguen de los fondos de la hermandad. También que se le pague at mayordomo la cantidad de 125 Ptas. para ayudarle a pagar el refrigerio que ofrece a la cofradía. Los herederos de D. Jesús Rivero Caballero donan a la cofradía el uniforme del capitán de la Centuria Romana, hasta entonces de su propiedad. Se decide una reparación "en las parihuelas en que salen en procesión las Santas Imágenes de Ntro. Padre Jesús y la Stma. Virgen, así como de la tunica de Ntro. Padre Jesús, que se encuentra muy deteriorada".
Se agradece su comportamiento a D. José Parrón Rodríguez que voluntariamente que falleció. Y como ultimo acuerdo consta que "la Virgen de los Dolores que no se usa en los cultos, y en poder. del H° D. Rafael Rivero Rivero, se entregue a la iglesia de San Sebastian en calidad de deposito”. 

José Miguel García Gálvez.- Sevilla, Noviembre 2003
Revista de Feria 2004

sábado, 20 de abril de 2013

Poeta en Nueva York

Volveré mañana, mañana fue nunca...















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Cuando Federico García Lorca fue la víspera del día 13 de julio de 1936 al despacho de José Bergamín y no lo encontró, le dejó una nota manuscrita: “He estado a verte y creo que volveré mañana”. 

Mañana fue nunca.

El poeta partió a Granada pocos días antes de que estallara la guerra. Creyó, inocente, que allí se encontraría más seguro. 
Lo que le dejó a su editor encima de la mesa en la redacción de la revista Cruz y Raya fue el original manuscrito, mecanografiado, ordenado por partes y estructurado en 35 poemas y 10 secciones de lo que acabaría siendo una obra maestra que cambiaría para siempre la literatura: Poeta en Nueva York. El resto de la historia es conocida; Lorca murió, el original pasó por toda clase de vicisitudes y nunca, hasta ahora, se había publicado en el orden indicado por su autor. 
Poblado de tachones, anotaciones y borrones, el manuscrito original de "Poeta en Nueva York" se muestra por primera vez desde hoy en la Biblioteca Pública de la ciudad que inspiró a Federico García Lorca para escribirlo, después de un largo viaje en el que se llegó a dar por perdido.
"Tiene sentido porque el libro salió de aquí, ha tenido esa historia tan larga y complicada (...) y me alegra que se enseñe por primera vez al público en Nueva York", explicó hoy a Efe la sobrina del poeta, Laura García Lorca, presidenta de la Fundación que busca preservar y promover la obra del granadino. 
En julio de 1936, después de varios años meditando sobre el título, el contenido y la estructura del poemario, Lorca decidió llevar los originales a la editorial de su amigo José Bergamín, pero, como éste no se encontraba en su despacho, los dejó en su escritorio junto a una nota en la que decía: "volveré mañana". 
"Es un papelillo pero resulta que encierra una tragedia personal y general de España, porque en lugar de volver mañana a completar tranquilamente su manuscrito, se volvió a Granada, estalló el golpe de Estado y lo mataron", dijo también a Efe uno de los dos comisarios de la exposición, Andrés Soria Olmedo. 
El catedrático explica así el nombre de la muestra, "Back Tomorrow" ("volveré mañana", en español), que supone el regreso del manuscrito a su ciudad natal más de ocho décadas después de su creación, cuando el poeta estudiaba en la Universidad de Columbia entre 1929 y 1930. 
La vuelta no ha sido fácil. Bergamín se llevó consigo el manuscrito a su exilio en México y después estuvo en paradero desconocido más de medio siglo, hasta que apareció en 1999 en manos de Manola Saavedra, una actriz mexicana que recibió el documento de una viuda rica que había sido amiga del editor. 
En 2003, la Fundación Federico García Lorca adquirió el documento en una subasta de Christie's en Londres y por fin ahora, diez años después, se muestra al público en la famosa Biblioteca Pública de Nueva York en la Quinta Avenida, donde permanecerá hasta el próximo 20 de julio. 
En la exposición se pueden ver poemas escritos a mano, muchos de ellos a lápiz y llenos de anotaciones y correcciones, como "El rey de Harlem" o "Paisaje de la multitud que vomita", en los que queda patente la protesta del poeta contra el racismo o el consumismo exacerbado. 
"Es un libro que ha tenido una especial influencia en este país, creo que más que en otros lugares. Varias generaciones de poetas y novelistas americanos se sienten muy influidos e interesados por el contenido de este libro, que sin duda sigue absolutamente vigente con los temas que trata de sexo, religión, raza (...)", añadió la sobrina del poeta. 
La exposición, la primera de la Biblioteca Pública de Nueva York sobre Lorca, acompaña esos poemas con decenas de dibujos que el poeta fue realizando a la par que el poemario, así como de algunos de sus objetos personales, como su pasaporte, su guitarra o su carné de la biblioteca de Columbia. 
"Es muy importante ver juntos todos los dibujos que fue haciendo al mismo tiempo, se ve con claridad cómo ese conjunto de dibujos es una especie de poema en forma, para explicar cosas que se dicen de forma lateral en los poemas", añadió Soria Olmedo, que ha comisariado la exposición junto a Christopher Maurer. 

Entre esos dibujos, que no se exhibían en Estados Unidos desde hace más de una década, se encuentra "Bailarina española", realizado a lápiz y en el que se pueden leer las palabras "Alte", "Puro" y "Mielda", el desgarrador "Joven y pirámides" o "Animal fabuloso dirigiéndose a una casa". 
La exposición supone además el pistoletazo de salida para el festival "Lorca In New York: A Celebration", que inundará la primavera neoyorquina de eventos en homenaje al poeta, como unas lecturas de su obra en el Bowery Poetry Club y una placa conmemorativa en la universidad donde estudió. 
La traca final vendrá de la mano de la cantante y escritora Patti Smith, que ofrecerá un concierto en el Bowery Ballroom el 5 de junio, el día de cumpleaños del poeta. 

Hoy, tras una vida llena de trasiego, interrogantes y polémicas, el público tiene acceso a, si no la última, sí la penúltima palabra de Lorca acerca de la concepción definitiva de su obra más abierta, universal y sin embargo enigmática. “Asesinado por el cielo”,escribía el poeta en el primer verso de Vuelta de paseo, mientras escudriñaba su soledad y su asombro en su estancia de la Universidad de Columbia, donde parió la mayoría de estos poemas. 
Resucitado ahora para su definitiva posteridad con la edición que él soñó, descansa el poeta quizás, donde quiera que esté, un poco más en paz. 

EFE, Nueva York
La Fragua del Pensamiento

miércoles, 17 de abril de 2013

Hermandad de Ntro. Padre Jesús 1/6

Reseña histórica a través del libro de Actas 1903-2003

Primera parte

Introducción.

La cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, de la villa de Guadalcanal, cumple en 2004 el quinientos aniversario fundacional. E ha creído conveniente hacer un breve repaso, para refrescar la memoria de los que hoy son sus cofrades, haciendo una reseña histórica por los documentos que la hermandad posee. De todos es sabido que la hermandad residía en la parroquia de San Sebastian, hasta los desgraciados hechos que sucedieron en 1936.
Muchas habrán sido las vicisitudes y suertes que habrá sufrido a lo largo de su historia, pero por desgracia pocos son los documentos que posee el archivo de la corporación nazarena, que se compone de un libro de cuentas y otro de cuentas y actas, desde el cual se ha extraído lo mas importante desde el punto de vista histórico.
Como podrán comprobar la hermandad celebra desde muy antiguo cabildo de cuentas y de elecciones, el Segundo día de Pascua de Resurrección, es decir el lunes después del Domingo de Resurrección donde por parte del Mayordomo-Tesorero se presentan las cuentas, para posteriormente elegir la nueva junta, y si procede tomar algunos acuerdos referentes a la vida interna de la corporación.
Observaran que algunos anos son obviados, debido a que no se encontró nada digno de reseña, según ese Acta de Cabildo, (en adelante A.C.) por consiguiente el orden cronológico será a veces dispar. 

Reseña histórica.

Inventario de las alhajas y efectos propiedad de la cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, de que hace entrega el Mayordomo saliente D. Francisco Rivero Yanes, al entrante D. Adolfo Rivero y Rivero, el día 8 de Abril de 1.901.

Una corona de plata con tres potencias unidas a la corona, una cruz de Carey con filetes y remates de plata, una caja de madera para guardar la cruz, cuatro candelabros de plata mánese con tres mecheros y sus bombas de cristal, una Imagen de madera tallada de Simon, una tunica de lujo, de terciopelo morada bordada en oro con relieve, con la que sale el Señor el Viernes Santo, una tunica de terciopelo con las bocamangas y guardilla bordada en oro, una melena de seda negra par el  Señor., unas andas de madera barnizadas en blanco y doradas en las que sale el Cristo con Simon, seis bancos de madera para colocar el paso de la cofradía, tres camisas de hilo para el Señor, dos pares de calzoncillos de hilo, una corona de Plata para la Virgen, una corona de lata Para diario, un velo de seda morado bordado en oro y seda de colores, una media luna de Plata, un corazón de Plata, un aderezo de oro con esmeraldas, compuesto de zarcillos, alfiler de pecho y pulsera, una pulsera de dublé, un pañuelo para la mano bordada en oro, una toca de tul con estrellitas de oro, unos mangos de tul con estrellitas de oro, un vestido de terciopelo negro bordado en Plata, un manto de terciopelo negro bordado con estrellas bordadas de Plata, un vestido y manto de fula azul de gala, un vestido de tisú grana plateado. Un manto de damasco encarnado, un vestido de tisú blanco grabado en oro, Para diario con manto de damasco encarnado en mal uso, una tunica de terciopelo encarnado, en mal uso, un manto de damasco oscuro, en mal uso, dos tocas de algodón para diario. tres camisas de algodón para la virgen, tres pares de enaguas blancas, dos pares de enaguas blancas, en regular estado, unas andas de madera tallada y doradas, seis varales de plata ménese, con remates del mismo metal, un cielo de terciopelo negro con fleco de oro, un cielo de percalina azul, cuatro caídas de zura azul, cuatro caídas de terciopelo negro, cuatro caídas de terciopelo negro, para el septenario, un pabellón de terciopelo negro con galón de Plata, dos angelitos de Madera, un cordón plateado Para el pabellón, un armazón de hierro con corona de madera dorada y sus columnas correspondientes, un cíngulo de galón dorado, una tunica de terciopelo morado Para San Juan, una capa de terciopelo verde con galón dorado, un cíngulo para San Juan de galón dorado, dos camisas blancas de algodón para San Juan, una tunica de terciopelo morado con puntilla dorada para la Magdalena, un cíngulo de galón dorado para la Magdalena, un porno de madera dorado, un pañuelo de hilo bordado en blanco, una melena de cabello para la magdalena, dos estandartes de damasco morado, una cruz de plata para el estandarte, dos tazas de plata para pedir el Viernes Santo, dos trompetas de plata mánese. Doce yiques de hierro, un pulpito de madera con su escalera para cantar la verónica,  un paño de damasco morado para el pulpito, una tunica interior para el Señor de raso morado, dos candelabros de plata mánese, con cinco mecheros y sus bombas de cristal, una túnica de glace con listas de colores, unas andas de madera para el niño perdido, un cajón de madera grande para guardar la ropa, un armario de madera para guardar el Simon,  un arca de madera para la cera, un maniquí de madera con su armario para guardar la tunica del Señor. una lámpara de plata mánese que esta en el Sagrario, dos libros grandes, uno para acuerdos y lista de hermanos, y otro para las cuentas y elección de cargos, tres velos morados, uno para el altar de la Virgen otro para el del Señor y el otro para el de la Magdalena, cuatro escaños de madera pinta-dos para sentarse los hermanos y que están en la parroquia de S. Sebastian, un báculo de plata mánese y dos de madera, un lienzo con los tres rostros de Jesús estampados.
Una diadema de plata para S. Juan, regalada por Juan Rivero Silvestre, y obra en poder de Josefa Rivero Rivero, un cetro de plata para la Virgen y un niño para la misma, regalo de D. Cayetano Tena, estos dos objetos son de uso y propiedad de la cofradía, y los conservan los herederos de Dan. Alegría Tena, un cordón de oro, con dos borlas de lo mismo, regalo de la Sra. Madre de Juan Rivero Guerrero, y esta en poder de dicho Sr. pero de uso y propiedad de la cofradía, una peana para el paso de la Virgen, de madera tallada y dorada, costeada por Dña. Mariah Francisca del Río Rivero Veloso, esta en poder de su sobrina Josefa Rivero y Rivero, pero es de uso y propiedad de la cofradía, veintiuna libras de cera labrada nueva y sin estrenar, y cinco libras de velas ya empezadas, un anillo de oro con piedras blancas alrededor, regalo hecho a la Virgen por Dña. Luisa Yanes Chaves, para uso y de la propiedad de la hermandad.
Conformes los hermanos presentes con este inventario del que se entrega hoy el mayordomo entrante, lo firman los que saben, de que yo el secretario certifico.
 
Fco. Rivero Yanes (fdo. y rbcdo.)
El Secretario. Calixto Gelo (fdo. y rbcdo.).

A. C. de 13 de Abril de 1903.
Es en este cabildo donde es nombrada una comisión para que "en unión del mayordomo los Sres. D. Francisco Rivero Yanes, D. José Fontán García, D. Juan Vázquez Rivero, D. Rafael Rivero Rivero y D. Francisco Rivero Rivero (mayor), hagan las gestiones para adquirir lo más económicamente posible una centuria romana para que acompañe a Ntro. Padre Jesús Nazareno, el próximo Viernes Santo".
De los gastos que ocasione la adquisición, aun estando en dicha comisión el Sr. Mayordomo D. Adolfo Rivero Rivero, tendrán que rendir cuentas a la cofradía para su examen y aprobación.
Con fecha de 27 de Abril, es decir catorce días después, se reúne el cabildo para recibir a la comisión nombrada, que adquirió la ropa de la centuria romana en numero de doce y textualmente consta: "Que su adquisición ha sido de la forma más económica, como se comprueba por el infirmo precio de los trajes dada su buena calidad'.
Esta compra ascendió a cuatro mil cuatrocientos cuarenta reales (4440 Reales), y los asistentes al cabildo aprueban que estas vestimentas solo puedan ser alquiladas a los hermanos,  que pertenezcan a la cofradía, e incluso se fija la cuota del alquiler en diez reales. Sin embargo es curioso que en las cuentas ofrecidas por el Sr. Mayordomo en el ejercicio de 1904, por el alquiler de estas prendas de romano este el asiento de 110 reales, y por la compra de los trajes de la centuria (once) cuatro mil setenta reales; con lo que Cabe pensar que finalmente se compraron once trajes en vez de doce como se acordó en el cabildo de 27 de Abril.
 
A.C. de 4 de Abril de 1904.
Preside la sesión el párroco de S. Sebastian, D. Sebastian Calderón García, y como podemos comprobar la economía de la hermandad esta saneada por entonces con un saldo a favor de la misma de 1.245 reales y 50 cts.
A continuación se elige nuevo mayordomo, (cuando lo que se elige en realidad es toda la junta de gobierno).
A la postre un Mayordomo: D. José Rivero Rivero, dos Pedidores: D. José Parron Rodríguez y D. Jesús Guijo Rodríguez, y un Secretario: D. Rafael Galván García. 

A.C. de 16 de Abril de 1.906.
Se rinde cuentas por el Sr. Mayordomo, las cuales por estos años no presentan diferencias entre si, a saber:
En los ingresos están asentados por los conceptos de cobro de cuota de hermanos, por rifas de distintos animales (carneros, becerras, chivos...) que eran donados por los devotos, donativos en metálico, por el arrendamiento de las ropas de la centuria, etc. Y en los gastos tampoco hay grandes diferencias, pues son los pagos al organista, a la mujer Verónica, por los Sermones, a los acólitos al los secretarios, por cera, por los funerales de los hermanos difuntos, y aunque no figura todos los ejercicios; al violinista, por lo que cabe pensar que ese lujo no se podía permitir todos los años.
Así mismo se acuerda: "que la Centuria Romana solo y exclusivamente acompañe a Ntro. Padre Jesús Nazareno".

José Miguel García Gálvez.- Sevilla, Noviembre 2003
Revista de Feria 2004

sábado, 13 de abril de 2013

Un buen libro acompañado de la mejor música


Mundos paralelos 

Cómo empieza una música, cómo termina: es la misma pregunta decisiva que uno se hace acerca de una pieza literaria, igual un poema de unos pocos versos que una novela de mil o dos mil páginas. El comienzo no es solo el principio de algo sino el tránsito del espacio en blanco a las palabras, del silencio al sonido, un principio del mundo; el final es el tránsito a la extinción, y además nunca es un final, no al menos en una gran obra, de música o de literatura: termina el relato, pero la historia no dicha continúa; se acaba la música, pero queda la resonancia, su apagamiento gradual. Recién terminada la lectura, la actitud instintiva es la de quedarse parado, no emprender de momento ninguna otra cosa. Cuando termina la música, estaría bien que no sonaran tan pronto los aplausos, que quedara un espacio de silencio: me gusta cuando después de la última nota el director tarda en bajar la batuta o la mano, y el tiempo queda suspendido en el silencio.
Después de muchos años trabajando en los borradores literarios y musicales de El anillo del Nibelungo, Wagner encontró en sueños el primer acorde del que se irían desprendiendo después tantas horas de música, contenidas en él como un árbol entero en una semilla: en este caso la extensión musical más amplia que se conoce, la secuoya y el redwood colosales de la música europea. El primer verso de un poema, decía Robert Graves, lo dictan los dioses. Después de pasarse media vida elaborando borradores de un gran proyecto autobiográfico que no sabía cómo organizar ni cobraba nunca forma, una noche, Marcel Proust encontró una primera frase: “Longtemps, je me suis couché de bonne heure”. Las tres mil páginas de À la recherche proceden musicalmente y orgánicamente de esa frase igual que el Anillo del acorde inicial. A veces el comienzo de una obra musical quiere transmitir exactamente el origen del mundo: una gran parte de la música europea de los dos últimos siglos procede del arranque asombroso de La Creación de Haydn. La historia entera de la novela está contenida en el Quijote.
A veces uno escucha una música y quisiera lograr algo parecido en literatura. Como el final de una narración es una despedida, y casi siempre una despedida para siempre, uno quisiera a veces prolongarla al máximo, para que el eco de un personaje o incluso de una palabra no se pierda, para que un recuerdo no se borre. No hay final en literatura equivalente al del concierto de violín de Alban Berg, que es un responso por la muerte de una niña, la hija de Alma Mahler y Walter Gropius: la última nota del violín se sostiene invariable durante mucho tiempo; no se interrumpe para dar paso al silencio, se disuelve en una lejanía sin punto final.
El debate entre Mahler y Sibelius sobre la naturaleza de la sinfonía se puede trasladar intacto al arte de la novela. Sibelius quiere una forma perfecta, orgánica, cerrada, en la que haya una correspondencia precisa de las partes entre sí y de las partes con el todo. Mahler protesta: “¡No! La sinfonía tiene que ser como el mundo, tiene que abarcarlo todo”. La novela aspira a una de las dos cosas y a las dos cosas a la vez. Y tanto la novela como la sinfonía son el resultado de la implosión de una forma anterior, o más bien de varias implosiones y explosiones en cadena: Beethoven hace estallar desde dentro la forma sinfónica perfecta heredada de Haydn; Mahler revienta por las costuras el sinfonismo del siglo XIX, heredero de Beethoven, al querer que abarque el mundo entero. En el Quijote, a Cervantes le había estallado en las manos una forma cerrada que creía manejar sin riesgo, la heredada de las narraciones italianas que había imitado con tanta maestría en las Novelas ejemplares. En el vacío provocado por la explosión se cuela en la novela el mundo real, y la onda expansiva ya no se detiene, a lo largo de varios siglos, abarcando materiales y mundos cada vez más amplios: Melville, Proust, Joyce. Siempre habrá un músico que aspire a una forma ceñida y perfecta, de máxima compresión, en la que no sobre nada: Satie, Mompou, Monk, Webern. El rigor máximo de expresión y construcción narrativa tiene su parte de delirio en Flaubert, como la concisión en Webern.
Pero en el fondo, todos aspiran a lo mismo, Sibelius y Mahler, Monk y Art Tatum, Flaubert y Chéjov y Tolstói y Joyce, a contar una historia perfecta y a expresar y contener el mundo.
Al que trabaja con palabras, la música le ofrece una valiosa lección de humildad, que es también de realismo: hay universos enteros que están más allá de ellas, complejidades, sutilezas, intensidades que existen al margen de las palabras. Hay cosas fundamentales que no pueden decirse, o que no deben decirse, o no tienen por qué ser expresadas verbalmente, explicadas.
Los procesos creativos de la música y la literatura guardan profundas semejanzas de las que el escritor, con sus limitaciones, puede extraer lecciones aprovechables.

ANTONIO MUÑOZ MOLINA
Revista Mercurio

miércoles, 10 de abril de 2013

Guadalcanal y las ordenes militares 4


Sociedad de frontera. Sociedad feudal. (segunda parte)


Los cambios en la sociedad fueron importantes. Partiendo de la lucha entre las jurisdicciones realenga y maestral por conseguir el mayor número de vasallos, dada la escasez de población, se suceden las usurpaciones de términos y los agravios contra las poblaciones de un lugar y otro. Pero, las diferencias se marcan especialmente en los privilegios obtenidos por las clases favorecidas, como el caso de los Caballeros villanos y la iglesia, y el endurecimiento de las obligaciones que tuvo que soportar el colectivo de los pecheros. Así, en el realengo las diferencias con la etapa de frontera si no son muy importantes sí podemos calificarlas de decisivas, aparecen los pechos solariegos representados por el pago de un maravedí anual; en el fuero de Cáceres se contempla perfectamente esta medida: “Después que fueren LX annos passados que Caceres fue presa, el que oviere a pechar fuero al Rey non pectet mas de I morabeti en el anno, fueras moneda”
Los cambios se acentuarían con la promulgación del Fuero Real elaborado por Alfonso X. Este fuero contempla las tendencias evolutivas del realengo durante el siglo XIII. El fonsado y su equivalente la fonsadera siguen siendo obligatorios al igual que la fazendera, además hay que unirle el pago del yantar, que con el tiempo tiende a convertirse en una contribución regular. En el Fuero Real dado a Trujillo en 1256 se contempla definitivamente la existencia del pago de la renta solariega a través de la marzadga. La evolución es perfectamente observable en el fuero de la Puebla de Alcocer dado por el concejo de Toledo en 1290, en él se recogen las tendencias que se vislumbraban a mediados de siglo, se reconoce la existencia de renta solariega que debía pagarse después de los seis años de habitar en el lugar y se confirma el pago de otra renta solariega como era la marzadga.
Pero sin duda las diferencias entre jurisdicciones son las que marcan realidades sociales distintas. Así, el maestrazgo presenta diferencias y afinidades con los lugares de realengo, de entre estas similitudes podemos señalar la exención del pago de pechos durante los diez primeros años de estancia en el lugar, un plazo más amplio que en el realengo fruto de la política de atracción de pobladores que ejercieron estas jurisdicciones, de hecho en tierras de Santiago el fuero aplicado es el de Cáceres, con ligeras variantes como la salvaguarda de los derechos señoriales. En segundo lugar, estos fueros, como los de Santiago, se caracterizan por la ausencia de disposiciones claras sobre la renta solariega, no así los de Alcántara, que a mediados del siglo XIII hizo extensivo el pago de la martiniega a todos los lugares de su jurisdicción, pero más importante parece ser la existencia de las temidas banalidades como la obligación de usar los hornos señoriales. Lo más significativo es el predominio de la orden sobre el concejo. La institución concejil se encuentra relegada a un segundo plano, los oficiales del concejo son designados por el maestre y participan en la administración de justicia. Por otro lado, se observa una mayor participación de los freyres en las caloñas del concejo y los derechos cobrados por las distintas tasas impuestas por el tránsito de mercancías y ganados así como en la distribución y aprovechamiento del término Esta intervención de la orden teóricamente suponía un recorte de las libertades y una presencia del poder señorial más fuerte.
¿Cómo se manifestaron estos cambios en el entramado social? Las diferencias existentes entre unos grupos y otros se profundizaron. Los verdaderos beneficiados en este sentido son los caballeros villanos. La aplicación del Fuero Real durante el reinado de Alfonso X supuso el aumento de poder y dominio de este grupo
El fuero contemplaba el aumento de la participación en campañas guerreras y por tanto el aumento de las ganancias, pero más importante es la consolidación de las exenciones que gozaban décadas anteriores. Inmediatamente después de la concesión de este fuero proliferaron los privilegios dados a los caballeros donde se confirmaba su status frente al resto del colectivo vecinal. En las ciudades y villas extremeñas tenemos numerosos ejemplos, quizás los más significativos sean los de Plasencia. El primero de ellos se dio en 1255, y poco después, en 1262 se concedía nuevas exenciones junto al Fuero Real dado a la ciudad. Los caballeros de Cáceres también fueron objeto de exenciones en 1273 con motivo de su asistencia a las campañas realizadas en tierra de Granada.
Ahora bien, debemos considerar que los cambios surtidos en el alejamiento de la frontera repercutieron directamente en los caballeros que, viendo que las posibilidades de aumentar su riqueza en la frontera disminuían considerablemente, desviaron su atención y consolidaron posiciones en aquellos lugares en los que con el paso del tiempo habían acumulado grandes patrimonios. Es el momento en el que comienzan a dirigir los destinos de la comunidad concejil en beneficio propio, se reservan los cargos concejiles y determina la entrega de propiedades a los nuevos pobladores, a los que pondrán numerosos inconvenientes. Del mismo modo, la posible pérdida de rentas fue suplida por una actividad ganadera y aumento de sus respectivos patrimonios territorialesUna forma de ampliarlos es a través de las compras y usurpaciones de tierras; no sólo son los caballeros los que participan de esta política, el clero y las órdenes militares, haciendo alarde de los privilegios emanados de la corona, están presentes en la consecución de tierras en detrimento de los grupos menos favorecidos. En Badajoz a finales del siglo XIII los distintos monarcas tuvieron que legislar en favor de los pecheros que veían sus derechos y propiedades seriamente amenazados por la desenfrenada adquisición de tierras por parte de los caballeros y su posterior adehesamiento. La situación llegó a tal punto que en 1277, Alfonso X tuvo que confirmar el conjunto de privilegios que poseían los pobladores de Badajoz ante la huida de estos hacia otras tierras, especialmente de órdenes militares.
Este último aspecto incidió poderosamente en la vida social y económica del campesinado pechero. La periodización de los pechos y la merma de los derechos comunales tuvieron como consecuencia el empobrecimiento de este grupo. La actuación de los caballeros y el probable desinterés por parte de los monarcas ralentizó el asentamiento de pobladores, pero aceleró la huida de estos hacia tierras de Portugal y hacia tierras de órdenes militares. La huida de la población pechera suponía la pérdida de ingresos por parte de la corona, de ahí que, ante la grave situación que padecían determinados lugares, como el concejo de Badajoz, el rey se apresurara a tomar medidas que evitaran el desastre. Se confirmaron los privilegios y libertades de la población, y se aumentaban las exenciones durante un periodo de diez años. Aunque no tenemos noticias directas sobre este hecho en otros concejos de la región es de suponer, a juzgar por indicios indirectos, que fue práctica común.
En el maestrazgo no conocemos nada acerca del desarrollo de los grupos sociales, pero podemos esbozar algunas ideas que nos permitan comprender las diferencias, e incluso las posibles ventajas de esta jurisdicción. El escaso desarrollo que adquiere la caballería villana en el maestrazgo viene demostrado por la falta de noticias al respecto. Esta circunstancia, unida a las exenciones y no del todo gravosas obligaciones, no permitió a priori profundas diferencias entre peones-pecheros y caballeros. Por ello, es posible que las diferencias entre los distintos grupos no fueran excesivamente grandes en el momento que tratamos. Por otro lado, es conveniente anotar lo que pudiera ser una tendencia generalizada durante el siglo XIII en Extremadura respecto al poblamiento del maestrazgo. La exención durante 10 años, la tenencia de heredades libres de usurpaciones por parte de un sector militar o caballeros escasamente representado, tal vez no compensaba del todo la existencia de cargas nominales, derechos jurisdiccionales y escasa intervención en la vida del concejo, pero sí podría ser un fuerte reclamo ante la terrible ingerencia que en la vida social realizaban los caballeros villanos en la jurisdicción realenga. Este pudiera ser el motivo principal por el que los concejos se quejaban de la huida de pobladores hacia tierras de órdenes militares.
Por último, sólo nos queda señalar la presencia de otro grupo integrado en la estructura de poder local: la iglesia. El grupo eclesiástico se constituye como un grupo compacto en cuanto a sus relaciones con las demás entidades señoriales, además como grupo de poder ejerce su jurisdicción sobre tierras y hombres de formas no muy distintas a las ejercidas por órdenes militares o monarcas. La escasa incidencia de la iglesia aun como grupo exento en la organización social durante el siglo XIII, tiene su origen en la pobreza de las diócesis debido a las pocas facilidades dadas por concejos y órdenes en el control de las poblaciones, ello obligó en no pocas ocasiones a intentar extender las jurisdicciones a otros lugares usurpando intencionadamente los derechos reclamados por otras sedes.
Hasta mediados del siglo XIII la iglesia extremeña no parece sólidamente organizada. Con anterioridad no tenemos noticias de la constitución de los cabildos. El obispo parece ser la única autoridad existente y el que controla los designios de la diócesis, sólo a partir de la segunda mitad de siglo y debido a los impulsos reconstituyentes del cardenal Gil para la iglesia hispana, encontramos los síntomas de organización. En Plasencia en 1254 había diez canónigos y ocho racioneros. En Badajoz se conocen en 1264 doce canónigos y seis racioneros, un número todavía muy lejos de iglesias situadas en otras zonas del reino. Tanto el obispo como el cabildo se convierten en detractores de rentas y propietarios de heredades y poblaciones enteras, aunque no es hasta finales de esta centuria cuando los clérigos comienzan a fortalecer su patrimonio. Las dificultades por cobrar el diezmo motivaron numerosos pleitos algunos de ellos de extremada virulencia, en especial con las tierras de las órdenes militares, que argumentaban ser organizaciones religiosas para escapar del pago del diezmo y otros derechos. Este es uno de los motivos que produjo el empobrecimiento de la iglesia extremeña e indujo a los obispos a aumentar sus rentas participando en campañas militares -como las andaluzas- y mantener ingentes cabañas ganadera en movimiento por todo el reino, ni siquiera los privilegios de exención otorgados de manera continua por los monarcas ayudó a recomponer la maltrecha situación. Si examinamos los privilegios otorgados a la catedral de Coria durante el siglo XIII, además de las delimitaciones jurisdiccionales en cuanto al cobro de los derechos diocesanos, sintomáticas por otro lado del desconocimiento de los límites exactos típicos de zonas en las que el poder no se encuentra consolidado, podemos observar las exenciones concedidas en cuanto al pago del montazgo por el obispo de Coria en los desplazamientos de su cabaña, que en cambio era traducido en un intento de gravar en demasía los ganados que provenientes de otras zonas recalaban en sus dehesas.
Las relaciones mantenidas con los pobladores pueden quedar materializadas en el fuero concedido por el obispo de Badajoz a los habitantes de Campomayor en 1260. Las características principales de estas relaciones vienen dadas por la continuidad mostrada en cuanto a los aspectos legislativos, sólo el señor, en este caso el obispo, se reservaba una parte sustanciosa de las caloñas y determinadas rentas como el montazgo. También es controlada la fonsadera, y es de especial interés destacar la ausencia de banalidades. Los caballeros y sus dependientes gozan de una exención similar a la del realengo.

 Juan Luis de la Montaña Conchiña
Becario de la Fundación Valhondo

sábado, 6 de abril de 2013

El tiempo nos toma el pelo

Tiempo de inocencia
de Carme Riera

 Para bien o para mal, hay muy pocas cosas de la vida de Carme Riera que no tengan su punto de partida en la infancia. Por eso tira del hilo de la madeja trenzando recuerdos en el calidoscopio del pasado. Objetivo: “Resucitar a la niña que maté para tratar de ver de nuevo el mundo con sus ojos, dejando constancia escrita de su mirada”. Una niña tímida, temerosa, asustadiza y feúcha cuyo “Tiempo de inocencia” duró hasta los once años.
¿Acaso no inventamos la literatura para escribir sobre cuanto hemos perdido? Riera se acerca al agujero de la cerradura de la puerta del alma, y mira en su interior, consciente de que “el alma de las personas consiste en su memoria”. Tiene claro que “no quiere enmendarle la plana a la niña que fui”, y aunque “nuestra niñez no fue demasiado feliz, por lo menos la mía”, le gustaría “volver a ser niña”. Ser niña en aquella Mallorca de los años cincuenta que en nada se parece a la de hoy en día. El libro absolutamente libre de Riera es un inventario de extrañezas y hallazgos, de encuentros y desencuentros. Dulce como cerezas enlazadas. Amargo como lágrimas ocultas. Tan real como los sueños de volar. “El futuro no es nuestro, nuestros son únicamente los años y los días que hemos dejado atrás”. Claro, y por eso se nutren de esa sensación de pérdida (la primera) de un paraíso privado: su infancia era un paisaje de olores y de sonidos desaparecidos para siempre.
Un mundo poblado de rostros. De rastros. “Mi madre era muy guapa. Yo, por el contrario, fea y muy parecida a mi padre”. Su padre llevaba bigote: por eso su hija odia los bigotes. La niñez está llena de claves de la vida adulta. Claves y sonrisas enmarcadas. Risas de agua. La mano del padre que protege. Y las memorias ajenas habitadas por amores frustrados. El tiempo nos toma el pelo. El tiempo lo manda todo a pique. Naufragios, y también escenas que navegan por el placer de los demás: aquellas orquestas de cruceros tocando un vals mientras los camareros de charol servían cócteles multicolores. La memoria del escritor siempre está escribiendo páginas del futuro.Y cuántos sueños. Despierta y dormida. Por ejemplo, que a la casa sobre el acantilado le brotara una escalera para llegar a la orilla. Tocar las olas. Un sueño eterno. O poder volar: tocar el cielo… Escribir es hereditario y Riera lo lleva en el ADN, como lleva las historias del hombrecillo del sueño con un saco de arena que la ayuda a dormir grano a grano, latido a latido.
Sabores, olores, sensaciones: dicen que quien ha tenido frío de pequeño tendrá frío toda la vida. “Por eso sigo teniendo frío”. Sabañones en la memoria, y miedos recalcitrantes: a las tormentas. Palabras prohibidas que suenan por primera vez (“democracia”), monjas fantasmas, relojes iniciáticos en la muñeca y muñecas Gisela.
La princesa está triste, sí. Cuentos llenos de palabras con alas que le permitían volar. Bibliotecas cerradas con llave que abrían la puerta a la necesidad de entrar en ellas, abrazos a olivos de ramas dulces, tiempos felices de junio con días largos, la ropa ligera y el vivir a placer. Sueños de ser ángel, ángel travieso que “pinta” una pared tirándole huevos o finge cojeras. Y los tambores de la memoria invitan a entrar en la gran memoria Ram, mientras suenan voces seductoras que entran en el túnel de la literatura que embruja, esa mezcla de emoción, magia y simulacro que la mirada del alma de Carme Riera observa en su escalera hacia el cielo que toca las olas. 
La mirada del alma
TINO PERTIERRA

miércoles, 3 de abril de 2013

Nuevo premio para nuestro aceite

NOTA DE PRENSA

El accésit al mejor virgen de la provincia: el aceite de Inmaculada Concepción de La Roda

VILLALOBOS ENTREGA EL PREMIO AL MEJOR ACEITE DE LA PROVINCIA AL DE LA ALMAZARA AGRÍCOLA EL RUBIO Y EL DE LA SIERRA AL DE COOPERATIVA SAN SEBASTIAN, DE GUADALCANAL

El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha entregado hoy en la sede rovincial los premios que la Institución que preside otorga a los mejores aceites virgen extra, de toda la provincia y de las Sierras, aceites que se habían seleccionado mediante una cata a ciegas y que esperaban su veredicto público.
El mejor aceite virgen extra de la provincia de Sevilla, en su edición de este año, ha recaído en el que produce la almazara Agrícola El Rubio, S.C.A., ubicada en la localidad de El Rubio. El accésit a este premio, lo ha recibido el aceite de la cooperativa Inmaculada Concepción, de Roda de Andalucía. Por último, el mejor aceite virgen de las Sierras de Sevilla 2013, es el de la cooperativa San Sebastian, de la localidad de Guadalcanal.

TRES ACEITES GANADORES DE CALIDAD EXTRAORDINARIA Fernando Rodríguez Villalobos ha explicado que la intención de la Diputación al poner en marcha ambas convocatorias de estos premios, es la de promover el consumo del mejor aceite de oliva de la provincia y apoyar a los productores del sector en sus campañas.
En este sentido, es significativo resaltar el alto índice de participación en el Premio al Mejor Aceite Virgen Extra de la Provincia, con productos procedentes de veintidós almazaras. Al Mejor Aceite de las Sierras de Sevilla se han presentado almazaras de: Guadalcanal, Montellano, Coripe y Puebla de los Infantes.
El aceite que ha ganado el Premio al Mejor Aceite Extra de la Provincia en esta edición es, según sus catadores, de una intensidad media-alta, con notas verdes predominantes, pero con notas maduras, de tomate, de cáscara de plátano y de hierbas aromáticas claramente perceptibles. Equilibrado y complejo.
El aceite ganador del accésit al Mejor Aceite Extra de la Provincia, presenta un frutado de contenido medio alto, con notas verdes, verde hoja y almendra verde, así como tomate y manzana verde y con cierta complejidad.

Por último, el aceite que se ha impuesto en el Premio de las Sierras de Sevilla, es de frutado de aceituna madura con notas de plátano, tomate y frutos secos, con entrada dulce, amarga y picante, así como persistente.

Sevilla, 2 de abril de 2013

Guadalcanal y las ordenes militares 3


Sociedad de frontera. Sociedad feudal. (primera parte)

El desarrollo de la sociedad extremeña, como el de cualquier otro lugar, está precedido de la llegada y asentamiento permanente de pobladores que constituyen el verdadero elemento de consistencia en zonas caracterizadas por la despoblación, y a su vez son la base sobre la que se cimenta el poder señorial. Antes de profundizar en el conocimiento de la sociedad es necesario acercarnos, aunque de forma simbólica, al conocimiento de la población extremeña.
A diferencia de otras zonas, como la andaluza donde cuentan con libros de repartimientos, los datos que poseemos sobre la población extremeña son escasos, por no decir ningunos, aunque ello no coarta la posibilidad de formular algunas hipótesis referidas a la procedencia de los pobladores y su número. La proliferación de las nuevas conquistas y fundaciones se tradujo en la constitución de nuevos lugares a los que los pobladores accedían libremente atraídos por los numerosos privilegios y libertades. No obstante, y es un hecho señalado por distintos autores, la población en Extremadura pasaría de largo debido a la proximidad de fechas entre la conquista de Extremadura y la de Andalucía.

Pero ¿qué población existía con anterioridad a la conquista? Este interrogante no tiene en principio difícil respuesta. En la Alta Extremadura el poblamiento de origen musulmán era escaso y localizado. Las fuentes sólo nos señalan a Coria como el lugar poblado más al norte de la frontera, junto a esta ciudad destacan una serie de plazas, como Alcántara, Cáceres y Trujillo, cuya función militar obliga a desechar la idea de que concentraran un poblamiento digno de ser tenido en cuenta. En torno al Valle del Guadiana la situación es distinta hay motivos para pensar en la permanencia de pobladores musulmanes, la toponimia lo confirma. La adquisición de lugares mediante el “pacto de sumisión” es posible que permitiera la continuidad de sus antiguos pobladores, aunque despojados de gran parte de sus bienes. En esta situación se vieron los lugares de Hornachos, Montemolín y Reina. Aunque no podemos dar tampoco cifras aproximativas, datos del siglo XIV dan por supuesto la permanencia de pobladores musulmanes viviendo en la región de Mérida, donde Juana Rodríguez compraba a doña Fátima y a doña Xaucen, moras, sendos pedazos de tierras que tenían en término de dicha ciudad.
Pero la incógnita la constituye la masa de población cristiana. De su número no conocemos apenas nada. Poseemos algunos datos aislados del siglo XII para la zona de Plasencia, que afectada por la razzia musulmana de 1196 vio como 150 de sus habitantes caían prisioneros y eran mandados a trabajar en una de las mezquitas de Marraquech. Ya en el siglo XIII, no sabemos exactamente cual es el crecimiento de la población, pero podemos hacernos una idea a través del número de iglesias que se mencionan dentro de las villas y aldeas. El número de parroquias es desde luego ínfimo si lo comparamos con el resto de villas y ciudades de Castilla y León. Sólo tenemos noticias de los lugares más importantes como Plasencia donde son mencionadas en 1254 cuatro iglesias, con posterioridad a 1284 aparecen tres iglesias más. De Trujillo conocemos la existencia de tres iglesias, como en Alcántara; de Badajoz tenemos constancia de la existencia de alguna iglesia además de la catedral.
Sabemos más de la procedencia de los pobladores. Se trata con toda seguridad de habitantes de los concejos castellano-leoneses limítrofes que habían adquirido intereses materiales en la zona. Gentes de Ávila y de las aldeas de su tierra, gentes de Salamanca, Béjar y algunos más procedentes de tierras del norte como Navarra (el obispo Navarrón que llegó a Coria en la conquista de 1142), Iscar y Zamora.
El asentamiento de la población está recogido en los fueros y cartas de población de los concejos de realengo, aplicable también al maestrazgo. Para conocer la primera etapa contamos con los fueros de Coria-Cáceres y Plasencia. Las condiciones en ellos expresadas ponen de manifiesto las ventajas iniciales de comenzar una nueva vida en la frontera, entre las que destacan la inexistencia de pechos solariegos y la libre posesión de tierras, sólo aparecen algunas obligaciones señoriales relacionadas con la frontera. El repartimiento de las heredades de concejo se realizaría en un primer momento por los denominados quadrilleros, quienes otorgaban las distintas unidades en función de la participación en la conquista y del periodo de llegada cuando se hizo el llamamiento general. Pasado el primer momento de asentamiento de la población, era el concejo el encargado de proceder al reparto de la tierra a través de los sexmeros. El territorio dividido en sexmos a su vez estaba compuesto por veintenas, cada una de aproximado valor y era entregado a los pobladores los domingos por la mañana.
Pero igualmente estimulante era la exención de pechos solariegos durante un tiempo determinado, la duración es similar, así por ejemplo, en Coria sólo era durante el primer año de estancia, al igual que en Cáceres. En cuanto a las obligaciones debidas al señor sólo destacan las relacionadas con la frontera como el fonsado (obligación de asistir con el rey a la guerra). La importancia de la actividad militar queda seriamente regulada en los distintos fueros, como el de Cáceres que se manifiesta claramente en este sentido: Mando et otorgo al conceio de Caceres que non vayan en hoste mays de XXX dias, et esto con el cuerpo del rey, et no con otri, et en su frontera , el fuero de Plasencia es similar en este sentido, sólo que el tiempo de asistencia con la hueste real se prolongaba durante tres meses y sólo quedaban exentos niños y mujeres, en Cáceres se excusaba a los que llevaban sólo un año de casados.
Las facilidades obtenidas por los pobladores en los momentos iniciales del asentamiento se ampliaban a otro conjunto de exenciones y derechos que no sólo atañen a la vida militar. Tanto en Coria como en Cáceres los pobladores no tenían que pagar la fazendera, mientras que en Plasencia aparecía como una obligación, en cambio se eximía del pago de la mañería, una de las cargas jurisdiccionales desarrolladas en espacio no fronterizo. Otra ventaja, ya relacionada con el concejo, es la exención del portazgo y otros cobros, normalmente reservados por el rey como el montazgo, una libre disposición del término por parte del concejo como se contempla en la primera rúbrica del fuero de Plasencia, y la escasa participación del rey en las rentas concejiles que revertían en beneficio de la comunidad. Dicho en otras palabras, se delegaba gran parte de la autoridad y del gobierno correspondiente al rey a estas nuevas instituciones a las que se favorecía económicamente para fomentar su desarrollo.
Los grupos sociales hasta la primera mitad de siglo vienen contemplados en los fueros, son los caballeros villanos y los peones identificado esté último con el campesino pechero. El grupo de los caballeros villanos formado en la frontera, rápidamente hace acto de presencia, aunque no alcanza la fuerza necesaria como para destacar por encima de los demás grupos sencillamente por su escaso peso demográfico. Los fueros contemplan la figura del caballero al cual se exime de cualquier tipo de pechos consiguiendo además numerosos privilegios que tendrán su manifestación más clara décadas después, su principal dedicación es la guerra, de ella obtienen sus principales ganancias pues en los repartos del botín salían ampliamente beneficiados. Se puede decir, que en los momentos en los que la frontera se encuentra más próxima el grupo de la caballería villana no es un grupo poderoso ante todo porque las condiciones demográficas y la escasa repartición del suelo no lo permiten. El otro grupo de exentos que contemplan los fueros son los clérigos, aunque en principio les era difícil conseguir una heredad en el concejo, pues la venta de bienes raíces a hombres de órdenes, nobles y clérigos estaba prohibida, bien es cierto que estos poseían sus residencias en las villas y se encontraban exentos de pechos y obligaciones.
Los pecheros o peones, superior en número, exentos de una gran mayoría de las rentas sería un grupo militarizado que tendría como única obligación participar en las campañas militares, las mayores presiones vendrían dadas por parte de la jurisdicción eclesiástica, que no concedía ningún tipo de exención. Este grupo se erige como una masa de pequeños propietarios desde el momento en que son asentados en las distintas partes del término de la población y se les entrega lo que va a constituir la unidad de explotación campesina básica perfectamente definida en los fueros de Coria-Cáceres. Esta se componía principalmente de una casa, una vez de molino, un asno, una vaca, dos bueyes, doce ovejas y un cerdo, junto a otros bienes muebles de menor importancia. En Plasencia cambiaba, se constituía de seis eminas de pan, un yugo de bueyes y una aranzada de viñas.
Por debajo del grupo de los pecheros los fueros contemplan la figura de los denominados asalariados rurales. Este grupo de desfavorecidos se caracteriza por no poseer bienes como los pecheros, poseer un nivel de riqueza inferior y vender su fuerza de trabajo estacional. Son trabajadores asalariados sin ningún peso específico en el conjunto de la comunidad. Entre estos se señalan a los yugueros, hortelanos, pastores, messegueros. Los dependientes, así llamados porque entablan una relación cerrada con sectores sociales superiores, caballeros y clérigos, gozan de cierto privilegio de exención. Algunos artículos de las cartas forales señalan que junto al caballero y al clérigo sean eximidos sus dependientes.

Diversos acontecimientos en la vida política de Castilla a mediados del siglo XIII suponen un cambio importante en las estructuras socioeconómicas. El cambio de política sugerido por Alfonso X, que como afirma A. Ballesteros fue “una defensa de los intereses reales frente a los señoriales propiamente dichos que comenzaban a formalizarse tras el parón que sufrió la reconquista de gran parte de Andalucía”. De esta defensa se deriva la promulgación del famoso Fuero Real (1255-1256) como respuesta al Fuero Viejo, que el conjunto de los nobles intentaba mantener. Por otro lado, la disminución del realengo en beneficio de los señores fue un punto que preocupó al monarca que como respuesta desarrolló una política de nuevas fundaciones, e intentó por todos los medios reintegrar todos los lugares posibles a su dominio. Un cúmulo de elementos relacionados con las dificultades climáticas, la detención del proceso reconquistador, y fluctuaciones en la moneda, provocaron la inestabilidad política de donde salieron beneficiados unos y perjudicados la mayoría. De la situación inicial en la que sólo eran ventajas para el conjunto de la población, se sufre un deterioro considerable y un deslizamiento hacia formas oligárquicas en consonancia con las directrices impuestas por la sociedad feudal.
Esta segunda etapa, es la que más nos interesa. Se extiende a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII y se va a caracterizar por la existencia de importantes cambios orientados hacia la consolidación de la sociedad. Los cambios se dejan notar perfectamente, aumentan los derechos señoriales -fielmente recogidos en los fueros dados por órdenes militares y obispos- y en el realengo determinados grupos “guerreros” se consolidan como una oligarquía que controla la vida de los concejos. Aún así existen diferencias en las distintas jurisdicciones, como en los maestrazgos donde las condiciones para la reproducción del grupo de los caballeros se encuentran francamente mermadas. Por su parte, la iglesia comenzaba a dar ciertos visos de organización e intentaba coordinar sus esfuerzos por pervivir en una zona en la que la escasez de pobladores y la pobreza de éstos obligó a los monarcas a beneficiarla de manera continua permitiendo, dada la mala situación monetaria del reino, aumentar sus respectivos patrimonios territoriales a costa de tierras y derechos pertenecientes a los concejos. 

Juan Luis de la Montaña Conchiña, 
Becario de la Fundación Valhondo