Los esclavos del rey en las minas reales
En
el reinado de Felipe II “El Prudente” se comenzó a utilizar mano
de obra de esclavos en la minas reales, según estudio de Alessandro
Stella, esta premisa llevó a utilizar esta mano de obra en las minas
de Guadalcanal y muy pronto se advirtieron los beneficios, entre los
esclavos utilizados para esta tarea minera, se encuentran los
llamados “esclavos del rey”,
estos esclavos cubrían la necesidad de brazos fuertes que se
ocupasen de las tareas mas duras de las minas, arsenales y en casos
de castigos extremos se destinaban a galeras.
A
veces no siendo útiles o suficientes los que proporcionaban los
llamados “negreros”, se hacían expediciones directamente a las
costas africanas para procurarlos, sin embargo, como los que se
precisaban fue un problema constante en el último tercio del siglo
XVI, lo que llevó a los administradores de las minas de Guadalcanal
a la búsqueda de todas las alternativas posibles, las bajas eran
constantes a causa de enfermedades, deserciones, accidentes o luchas
internas entre ellos por motivos tribales, así que en aquella época
se llegó a contar con catorce compradores para abastecer dichas
minas.
El
administrador general de las minas del Rey, Francisco de Mendoza,
consideró que resultaba más barato utilizar esclavos que mano de
obra libre y propuso al emisario del Rey Felipe II en su visita el
el año de 1556:
“porque
se ha dicho que sería buena granjería para la fábrica de las
dichas minas comprar una buena cantidad de negros y
algunas negras, para que ellos trabajen en cavar y sacar metal, y
ellas en apartarlo y lavarlo, y en guisarles de comer y otros
servicios, y que ansí se hace en las minas de la Nueva España”...
(sic).
Así
se llevó a cabo una primera compra de unos 100 esclavos negros
bozales de edades comprendidas entre los 18 y 30 años, procedentes
de Cabo Verde, Manicongo y Santo Tomé y algunos otros comprados en
las localidad de Zafra y otras cercanas localidades, hay referencias
que en el año 1560 había censados 123 esclavos trabajando en las
minas de Guadalcanal, aunque esta población casi había desaparecido
en el año 1576, algunos escaparon de allí aprovechando las pocas
horas de descanso que tenían durante la noche, pero la mayoría
murieron a consecuencia de las condiciones de vida que llevaban,
malnutrición, fatiga y enfermedades.
No
obstante, se siguió utilizando este tipo de mano obra esclava
durante este siglo y el siglo siguiente, así en el año 1646 consta
en archivos que Francisco,esclavo del regidor de Llerena Juan Martín
Bravo, fue juzgado y condenado a trabajar en la cercana mina de
Guadalcanal a cuatro años “como
galeote sin sueldo”,
por “aber querido
forzar unas mugeres y otras cosas”,
aun cuando su amo trató de evitar esta deportación apelando a
sentencia en la Real Chancillería de Granada.
Sin
embargo, esta mano de obra procedente de donaciones de sus amos,
sentenciados o simplemente capturados y robados de las haciendas de
sus amos, no debía ser suficiente, así que se contrató a un
verdugo de Trujillo y según actuación de su cabildo se adoptó el
siguiente acuerdo en el año de 1647:
“…que
el señor Garcia de Vargas haga diligencias en que busque un ejecutor
de justicia, atento no le ay para las cosas que se ofreçen, no se
hallando compre esclavos para que sirvan y exerçan el dicho
oficio... (sic)
Hay
otro documento datado en 1690 en el que el Rey Carlos II “El
Hechizado” autorizó a Rafael Gómez que a cuyo cargo estaba el
beneficio de las minas de Guadalcanal a comprar y traer 200 esclavos
negros libres de cargo de Portugal, según se refleja en este
documento, el premiso respondía a un memorial en que refería: “que
respecto a las muchas labores desagües y cosas pertenecientes al
beneficio de dichas minas, necesitaba de mucha gente para su abío y
buen corriente y que sin embargo de haverla mantenido, pagado sus
hornales, tener hechos ajustes con los trabajadores por todo el año,
se huien muchos por lograr más jornal en las siegas presentes, de
que avía resultado mucho atráso.... (sic).
Estos
esclavos fueron utilizados en trabajos forzados y esquilmados en las
minas del reino durante los siglos VXI al XVIII, en este periodo los
vecinos de Guadalcanal y comarca padecieron constantes saqueos,
violaciones, vejaciones..., de estos esclavos que en sus huidas se
escondían en el entorno huyendo de las minas en busca de una
libertad imposible y que en su mayoría eran nuevamente deportados a
su trabajo o asesinados impunemente.
Fuentes.-
La esclavitud en Extremadura (siglos XVI-XVIII ), GONZÁLEZ,
T.: Noticia histórica documentada de las célebres minas de
Guadalcanal desde su descubrimiento en el año de 1.555 hasta que
dejara de labrarse por cuenta de la Real Hacienda y archivos
históricos de las reales minas del reyno de España.
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