By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 30 de octubre de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA 5/6


III.- BAJO LA OCUPACIÓN FRANCESA.

Esta es la quinta entrada de una serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernández, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008

Suponemos que inmediatamente después de hacer efectiva su presencia en la villa, y de saquearla en lo que pudieron, la primera intervención de los invasores sería nombrar a los nuevos miembros del Ayuntamiento, elección para la que, también suponemos, no tendrían mejor criterio que el azar o el oportunismo de ciertos vecinos, aunque en Guadalcanal hemos de descartar esta última hipótesis, pues no se han localizado referencias de represalias contra los gobernantes municipales bajo dominación francesa, una vez que éstos se vieron forzados a abandonar la villa. Y hacemos tantas suposiciones por carecer de las actas capitulares correspondientes a los primeros días tras la invasión, y porque las pocas referencias disponibles son muy escuetas e imprecisas, nada eufóricas y respetuosamente distantes de las autoridades francesas, tanto civiles como militares, acantonadas en la zona periférica a Llerena durante el resto de 1810, a la espera del asalto a Badajoz.
En la sesión del 25 de Mayo, los miembros del Ayuntamiento elegido por los franceses manifiestan tener noticias sobre la presencia de individuos armados por las proximidades de la localidad, que aparentan ser miembros del ejército español pero, como textualmente se vieron forzados a indicar, se trataba de guerrilleros que cometían excesos y robaban caballerías y ganados, diciendo ser defensores de la Patria. Por todo ello acordaron que no se les ayudasen, naturalmente presionados por las autoridades militares francesas. En realidad se trataba del movimiento guerrillero promovido en Extremadura dentro de lo que se conoció como plan Coupigny, cuya misión era incomodar al enemigo y auxiliar al ejército regular, especialmente en acciones de sorpresas, estudio del movimiento de las tropas enemigas y dando informes sobre todo ello [21].
Durante el resto de 1810 -ahora con actas redactadas sobre papel sellado de Carlos IV, pero convalidado para el reinado de S. M. José I, sólo tenemos noticias de los continuos y asfixiantes requerimientos de dinero, equipamientos, comidas y medios de transporte para los ejércitos franceses, circunstancias de lo que respetuosamente se quejaban los miembros del Ayuntamiento, haciéndose eco de las airadas protestas de la vecindad. Las órdenes de suministro procedían tanto de autoridades militares como de las civiles [22], sin que aparentemente fuese el fruto de un plan organizado, sino de la coyuntura del momento.
Ya en 1811, el primero de Enero se reúne el Ayuntamiento lamentándose no haberlo hecho con anterioridad para elegir a sus nuevos miembros, como era preceptivo “por la indecible ocupación que han tenido, y aún tienen, por motivo de hallarse en esta villa la primera división del quinto cuerpo del ejército imperial” [23], circunstancia que sin duda tendría entretenida a las autoridades locales en su tarea de proporcionar el alojamiento y los pertrechos que continuamente reclamaban los invasores. Por ello, para aliviarse en estas ocupaciones, nuevamente se reúnen el 7 de Enero, ahora para elegir una junta local de alojamientos y otra de embargos para cubrir las exigencias francesas.
El siguiente pleno corresponde al 18 de Enero, convocado tras recibir una carta-orden del comisario regio en la provincia de Extremadura, D. Francisco de Therán, por aquellas fechas residente en Zafra, ciudad que se había convertido en la capital administrativa de los invasores en el Sur de Extremadura. En dicha carta-orden se requería que los miembros del Ayuntamiento convocaran a todos los vecinos en la Plaza Pública para que, juntos y congregados, presentaran juramento al Rey, José Bonaparte, siguiendo el siguiente ritual: “juramos fidelidad y obediencia al Rey, a la constitución (de Bayona) y a las leyes”. Igualmente se ordenaba que deberían convocar a todos los funcionarios públicos y a los curas párrocos, beneficiados y demás componentes del cabildo eclesiástico para, a título personal, exigirles el mencionado juramento, en este caso firmado de puño y letra. Naturalmente, dichas órdenes fueron cumplidas, suponemos, con indiferencia y rabia, tras la sesión del 18 de Enero de 1811, en unos momentos en que el ejército francés, con más 25.000 efectivos en la zona acababa de pasar por Guadalcanal y sus proximidades camino de la ciudad de Badajoz, consiguiendo reducirla el 11 de Marzo de dicho año.
En efecto, durante el primer semestre de 1811 la provincia de Badajoz fue escenario de múltiples enfrentamientos, con resultado dispar. La heroica rendición de Badajoz el día 11 de marzo, tras un año de asedio casi ininterrumpido, representa una referencia importante de la guerra, tanto en Extremadura como en España. Pero poco después, una vez consolidada la plaza de Badajoz y de dejarla debidamente defendida, el general Latour-Maubourg se retiró hacia Sevilla, siendo su retaguardia continuamente acosada por la caballería de vanguardia del 5º ejército aliado, comandada por el bizarro conde de Penne-Villemur, que sucesivamente castigó a la retaguardia francesa, persiguiéndoles y atacándoles en Villafranca, Zafra, Los Santos, Usagre, Llerena, Casas de Reina y Reina, limpiando la zona de enemigos y dejándolo el 20 de Abril en Guadalcanal. Una semana después, desde nuestra villa los franceses intentaron recuperar Llerena, no sólo por el significado histórico de la ciudad sino por que en ella, en su precipitada huída el día 18 del mes en curso, habían dejado gran cantidad de víveres y otros avituallamientos. No consiguieron los invasores este objetivo, pues fueron rechazados en un enfrentamiento que tuvo lugar el 28 de Abril en las proximidades de Reina y Casas de Reina, a la altura del camino real que comunica ambas poblaciones con Guadalcanal [24].
Pese a las actuaciones del conde Penne-Villemur, la realidad fue que, tras la toma de Badajoz, la práctica totalidad del territorio extremeño quedó en manos de los franceses [25], continuando con fluidez el tránsito de militares invasores entre Sevilla y Badajoz, repostando con frecuencia en nuestra villa [26]. Esta circunstancia aumentaba las continuas peticiones de avituallamiento, con las consiguientes quejas de los vecinos. En efecto, a esta altura de la contienda el pueblo estaba totalmente esquilmado, circunstancia que no frenaba los requerimientos franceses, llegando a un punto en el que no disponían de las diez caballerías exigidas en un determinado momento para el recambio de las postas francesas entre Sevilla y Badajoz, obligándose las autoridades locales a comprarlas fuera de Guadalcanal, dando cuenta de estas circunstancias en el acta de la sesión del 10 de Junio de 1811, adjuntando los recibos de compra correspondientes. No contentos con este esfuerzo, los invasores inmediatamente solicitaron un repartimiento de 21.234 rls. entre los vecinos, que se llevó a efecto en la sesión de 16 de Julio siguiente. Y así continuaron las cosas durante el resto de 1811, entre requerimiento de pertrechos por parte de los franceses y las naturales quejas del vecindario que pasarían excesivas estrecheces.
Ya en los últimos meses de 1811 [27], consolidada la posición francesa en la práctica totalidad del territorio extremeño, comienzan a llegar a Guadalcanal distintas disposiciones legislativas sobre la administración civil y militar de la provincia de Extremadura, especialmente sobre el gobierno local, como aquella que regulaba el nombramiento de los miembros del Ayuntamiento, ahora asociados en la llamada Junta Municipal o municipalidad. Según estas disposiciones, el gobierno de Guadalcanal debía quedar bajo la tutela directa de cuatro regidores, elegidos públicamente entre los propietarios locales. Conservamos en nuestro archivo las actas correspondientes (21/12/1810), el proceso de elección y los nombres de los elegidos, uno de los cuales alegó enfermedad para no comprometerse en tan desagradable aventura. Igualmente se conserva el acta de la toma de posesión y juramento de cargos por parte de los nuevos regidores y demás oficiales municipales, hecho que tuvo lugar el primero de Enero de 1812.
El 7 de Febrero siguiente, ante el descontento de la población por los nuevos requerimientos de víveres, desde Llerena se recibe un escrito firmado por la segunda autoridad civil de la provincia, el afrancesado Francisco Jiménez Riquelme, convocando en la citada ciudad una “Gran Junta” constituida por la municipalidad de su partido, en donde debían presentarse con todos los recibos de los suministros que hubiesen hecho a las tropas imperiales durante 1811. Desde Guadalcanal, confirmando lo ya indicado, llevaron la consigna, previamente estudiada en una sesión extraordinaria, de que habían contribuido con muchos suministros, pero que “tenían pocos recibos por haberse perdido ante la gran confusión y complicación de cosas en la fijación de las divisiones y continuo paso de tropas y que también por la prontitud con que se marchaban, muchas veces sin quererlos dar” [28].
Continúan las actas de 1812, tratando de forma rutinaria temas relacionados con nuevas peticiones de suministros para los franceses y las naturales quejas por parte de la Junta Municipal, cuyos miembros, ante la hambruna que se señoreaba entre la mayor parte del vecindario, obligado a buscarse la vida como podía, se vieron forzados a nombrar un rondín constituido por diez personas que continuamente debían vigilar las propiedades particulares.
En Abril de 1812, Badajoz fue liberado por las tropas inglesas, portuguesas y españolas, hecho y fecha que representa un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra en Extremadura y en España. Ahora, como ya había ocurrió justamente un año antes, el bizarro conde Penne-Villemur -bajo el mando del general en jefe de los ejércitos aliados, general Hill-, vino castigando a los franceses desde Badajoz hasta que salieron de su actual provincia por Azuaga y Guadalcanal, de donde salieron antes del 9 de Julio [29] .
Pero los franceses, más agobiados que en fechas precedentes, no abandonaron Guadalcanal con las manos vacías, pues se llevaron todo lo que pudieron. Sobre este particular, no tenemos constancia oficial del total de suministros proporcionado por la villa a los franceses durante el periodo de ocupación. Sólo disponemos de un añadido extraoficial a un documento oficial que enumeraba la aportación de la villa al sostenimiento de los ejércitos nacionales, una vez que la abandonaron los franceses, siguiendo el contenido del legajo 648 del AMG, en uno de cuyos documentos (repartimiento de contribuciones de 1814) aparece dicha coletilla, bajo el epígrafe “suministro a los franceses desde el 11 de mayo de 1810 hasta último de agosto de 1812”, fecha en la que abandonaron la villa definitivamente. Según dicha nota, la villa de Guadalcanal se vio forzada a entregar a los franceses los siguientes avituallamientos:
320.263 reales,  2.686 fgas. de trigo,  5.030 fgas. de cebada,  63. 816 raciones de carne, 34.565 raciones de aceite,  229 @ de carbón,  2.921 raciones de paja, 6.635 raciones de vino, 7.788 raciones de vinagre, 35.762 raciones de pan, 669 carneros, 13.816 raciones de sal, 7.000 cabezas de ganado lanar y cabrío,  7.000 cabezas del mismo ganado enviadas a Sevilla,  90.000 reales extras que se llevaron en el desalojo,  941 fanegas de trigo, que también cargaron al abandonar la villa y  180 fanegas de cebada, que igualmente requisaron en el desalojo.

BIBLIOGRAFÍA.- (21) GÓMEZ VILLAFRANCA, R., Extremadura en la Guerra de la Independencia. Memoria Histórica, pág. 178 y stes., Badajoz, 1909. (22) Éstas representadas por el gobernador afrancesado de Llerena, don Andrés Amat y Robles, que obedecía órdenes de la máxima autoridad civil francesa, don Francisco de Therán, comisario de José Bonaparte en Extremadura y asentado en Zafra, donde tenía fijada su residencia ante la complicada situación de Badajoz, plaza siempre sitiada por uno u otro bando. (23) AMG, leg. 1251. Libro de actas capitulares, carpeta de 1811. (24) MALDONADO FERNÁNDEZ, M "La Guerra de la Independencia en la Sierra y Campiña sur badajocense: La acción de Reina y Casas de Reina", Revista en Honor de Ntra. Sra. de las Nieves, Reina, Agosto de 2008. Sobre esta misma "acción", también pueden consultar otro artículo que presento este verano en la Higuera, titulado "La muerte del teniente Pizarro, un higuereño héroe de la Guerra de la Independencia". (25) Así lo afirmaba a finales de marzo, tras la toma de Badajoz, el Conde Gazán, general de división de los ejércitos del Mediodía y Jefe de Estado Mayor de la provincia de Extremadura (...aniquilado enteramente el ejército insurreccional de Extremadura y estando en ventaja en Andalucía...), proponiendo indulto para los soldados del ejército español de Extremadura y animando a los que quedaban a incorporarse a sus pueblos para que se dedicasen pacíficamente a sus tareas anteriores. Asimismo, dicta un numeroso articulado para regular el gobierno político de la provincia, actuación que se siguió de una petición de 400 mulas, distribuidas así entre los partidos de la provincia de Extremadura (Alcántara, Badajoz, Cáceres, Llerena, Mérida, Plasencia, Serena y Trujillo). (26) En realidad, según se quejaba el general Castaño y la mayoría de los jefes militares españoles del V ejército, los franceses se adueñaron de Extremadura tras la retirada de los aliados (por decisión personal de lord Wellington) a otras zonas limítrofes con Portugal durante Mayo de 1811. AHN, Diversos-Colecciones, 137, N. 68. (27) AMG, leg. 1.251. Libro de actas capitulares, carpeta de 1811. (28) AMG, leg. 1.251. Libro de actas capitulares, carpeta de 1812. (29) AHN, Diversos-Colecciones, 139, N. 61. Acción de Ayllones dada por la división de vanguardia al mando del general Conde de Penne Villemur, los días 10 y 11 de Julio de 1812. Sobre esta "acción", pueden consultar un artículo que sobre estas mismas fechas publico en la Revista de Feria y Fiestas de Valverde de Llerena, que lleva por título "Retirada de los franceses de la zona sur de Extremadura. La acción de Ahillones y Berlanga (10 y 11 de Julio de 1812)"

FUENTES.-manuelmaldonadofernandez.blogspost.com

miércoles, 27 de octubre de 2010

D. PEDRO CIEZA DE LEÓN



UN ILUSTRE DE LLERENA
Pedro Cieza de León, hijo de Lope de León y Leonor de Cazalla, nació en Llerena sobre el año 1520. Fue uno de los conquistadores del Perú, pero ha pasado a la historia sobre todo por su labor como historiador y cronista de las Indias. Por ende, como se puede leer en el texto que expongo a continuación, tuvo que repartir su tiempo entre los ejercicios militares y sus afanes de cronista. En su Crónica del Perú, así decía:
“Temeridad parece intentar un hombre de tan pocas letras lo que otros muchos no osaron, mayormente estando ocupado en las cosas de la guerra; pues, muchas veces cuando los otros soldados descansaban, me cansaba yo escribiendo. Mas ni esto, ni las asperezas de tierras, montañas y ríos ya dichos, intolerables hambres y necesidades, nunca bastaron para estorbar mis dos oficios de escribir y seguir a mi bandera y capitán, sin hacer falta”.
Pedro Cieza de León fue trasladado a América en 1535, donde participó en la tropa que, en 1531, conquistó el Perú dirigida por Almagro y Pizarro. Viajó por Colombia, Perú y Bolivia. En aquellas tierras asistió a las expediciones de San Sebastián de Buenavista y de Urute, junto a Alonso de Cáceres. Asimismo participó en las fundaciones de Santa Ana de los Caballeros, de Cartago y de Antioquia en Colombia. Más tarde tomó posesión de una encomienda que le otorgó Sebastián de Belalcázar. Por otro lado, en 1547, inició un viaje hacia tierras peruanas en una misión de pacificación junto a Pedro de Lagasca. En 1548 viajó a la Ciudad de los Virreyes, la actual Lima, donde comenzó su carrera como escritor y cronista oficial del Nuevo Mundo. Durante los dos años siguientes recorrió las tierras del Perú recopilando una interesante información con la que elaboró la Crónica del Perú. La obra fue dividida en cuatro libros. El primero lo dedicó a la geografía, las costumbres indígenas y las fundaciones españolas en el Perú. Se le conoce con el título de Crónica del Perú, aunque éste nombre hace referencia a las cuatro partes de la obra en conjunto. El segundo libro lo dedicó a las hazañas del señorío inca. En el tercero narró la conquista, aunque esta parte está perdida. El cuarto libro lo dejó incompleto.

En 1551 regresó a la Península Ibérica y se casó en Sevilla con una mujer llamada Isabel López de Abreu. En esta ciudad, en 1553, publicó la Primera parte de la crónica del Perú. Murió en 1554 dejando inédita el resto de su obra. El segundo libro sería publicado en el año 1871, con el título de Segunda parte de la crónica del Perú, que trata del señorío de los incas yupangueis y de sus grandes hechos y gobernación. En 1909 salió al público la tercera parte de sus crónicas con el título de Tercer libro de las guerras civiles del Perú, el cual se llama la guerra de Quito. De este libro, y para finalizar, extraigo un texto en el que Cieza de León describe la zona de Quito de la siguiente manera:
“Es sitio sano, más frío que caliente. Está la ciudad metida debajo de la línea equinoccial tanto que la pasa casi a siete leguas. Es tierra toda la que tiene por términos al parecer estéril, pero en efecto es fértil, porque en ella se crían los ganados abundantemente y lo mismo todos los otros bastimentos de pan y legumbres, frutas y aves. Es la disposición de la tierra muy alegre, y en extremo se parece a la de España en la hierba y en el tiempo, porque entra el verano por el mes de abril y marzo y dura hasta el mes de noviembre, y aunque es fría, se agosta la tierra ni más ni menos que en España. Los naturales de la comarca en general son más domésticos y bien inclinados y más sin vicio que ningunos de los pasados, ni aún de los que hay en toda la mayor parte del Perú, lo cual es según lo que yo vi y entendí”.

http://antrophistoria.blogspot.com/

sábado, 23 de octubre de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA 4/6

General Castaño


II.- DESDE EL MOTÍN DE ARANJUEZ HASTA LA ENTRADA DE LOS FRANCESES EN GUADALCANAL 3





Esta es la cuarta entrada de una serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernández, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008

La primera actuación de envergadura de la Central del Reino fue coordinar los distintos ejércitos nacionales, para contener a los franceses en las proximidades de los Pirineos, donde se organizaron tras el serio revés sufrido en Bailén por el ejército dirigido por el general Castaño (19/07/08). Sin embargo, ahora las cosas rodaron a favor de los franceses, que a las primeras de cambio puso en fuga desorganizada a los ejércitos nacionales, entre ellos al de Extremadura, que prácticamente desapareció entre bajas, deserciones y despistes, no consiguiendo recomponerse hasta principios de Enero de 1809, cuando los franceses ya acosaban por el norte de Extremadura en su paso hacia Portugal y Andalucía.
Mientras se desarrollaban los acontecimientos descritos en el párrafo anterior, centrándonos nuevamente en Guadalcanal, las actas capitulares no aportan noticias reseñables hasta bien avanzado el mes de Octubre de 1808, cuando se recibió una orden del Ministro del Consejo y encargado de la Fiscalía, solicitando la devolución de los ejemplares que se hubiesen comunicado y remitido a nuestra localidad procedentes del Lugarteniente de Napoleón, el duque de Berg, o del mismísimo José Bonaparte. Desde Guadalcanal, la Junta Patriótica local contestó indicando no haber recibido ninguna orden de las referidas, especialmente porque por aquellas fechas los franceses se encontraban muy retirados de la villa.
La siguiente noticia local es de finales de diciembre, cuando los franceses avanzaban sin apenas obstáculo desde Madrid hacia Extremadura. Bajo estas circunstancias tan dramáticas, la Junta Suprema provincial de Extremadura abordó la necesidad de fomentar las partidas de guerrilla, determinando que los municipios, aprovechando la abundancia de cazadores expertos, formaran partidas para incomodar al enemigo, impidiendo la obtención de víveres mediante acciones por sorpresa en los puntos neurálgicos del sistema de comunicaciones. Con esta finalidad, el 2 de Febrero de 1809 se convocó una nueva sesión de la Junta Patriótica local, a la que habían sido expresamente invitados un maestro alarife, dos vecinos conocedores del término de Guadalcanal y D. Antonio Clarato y Sama, coronel del ejército de Extremadura [11] . Este último asistía como comisionado para el reconocimiento de los caminos, veredas, tránsito y desfiladeros que pudieran servir de paso al ejército francés y a sus carretas a través de Sierra Morena, buscando apoderarse de Sevilla, ciudad donde residía la Junta Central Suprema. En el acta correspondiente aparece descrito el plan de defensa de la zona, dando detalles minuciosos sobre las obras a emprender en ciertos puntos estratégicos y de paso forzado por los invasores, determinando incluso la estrategia a seguir en el caso de no poder impedir puntualmente el paso del enemigo.
Precisamente en estas fechas localizamos las primeras bajas de soldados españoles en el término y jurisdicción de Guadalcanal. Se trataban de soldados del ejército de Extremadura instalados estratégicamente por la Junta Central Suprema en el Puerto de Miravete, en el puente de Almaraz y en Medellín para contener el avance francés e impedir el paso hacia Portugal, Extremadura y Andalucía. Por desgracia, estas posiciones fueron perdiéndolas rápida y sucesivamente tras sendas derrotas puntuales en Marzo de 1809, persiguiendo a los supervivientes y masacrándoles en una rápida incursión de los enemigos hasta alcanzar Andalucía, donde se había refugiado lo que quedaba del ejército comandado por el general Gregorio de la Cuesta. Se suponía que la intención del ejército francés, comandado por el general Víctor, era la de avanzar hasta Sevilla, ciudad donde se refugiaba la Junta Central Suprema del Reino, la máxima representación de la nación y rectora de sus designios. Sin embargo, por circunstancias estratégicas, después de avituallarse en demasía a costa del vecindario de la zona invadida, los franceses se replegaron momentáneamente a posiciones más acorde con sus estrategias. Es decir, durante la primavera de 1809 fue la primera vez que aparecieron los franceses por Guadalcanal y la zona sur de Extremadura, dejando soldados nacionales muertos por doquier y vacíos de ganados y alimentos los campos y despensas. La cuestión de los saqueos resulta obvia; sobre los soldados muertos, los libros de difuntos de los pueblos del entorno así lo confirman (10 enterrados en Fuente de Cantos [12] , 3 en Llerena [13] y 28 en Guadalcanal). Sirva esta relación como primer homenaje no anónimo a estos esforzados españoles enterrados “de caridad” en Guadalcanal [14] :
03/04/1809. Antonio Zamarco, soldado de Burguillos. Reg. Jaén. - 06/04/1809. Juan Carro, soldado del 2º de Cataluña. - 08/04/1809. Joaquín de Arcos, soldado de Madrid. Cía. General. - 13/04/1809. Manuel de la Peña, soldado. Batallón de Campomayor. - 17/04/1809. Vicente Martín, soldado manchego. Reg. Jaén. - 20/04/1809. Domingo Nieto, soldado de Salamanca. Reg. Provincial. - 24/04/1809. Francisco Barca, soldado de Orihuela. Reg. Jaén. - 29/04/1809. José Vera, soldado de Salteras. - 29/04/1809. Manuel Bazán, soldado de Algarrovilla, Reg. Badajoz. - 29/04/1809. Antonio Correa, voluntario del Almendro. Reg. Madrid. - 02/05/1809. Domingo Rodríguez, soldado de Azuaga. Reg. Mallorca. 06/05/1809. Antonio Parra, soldado de Burguillos. Reg. Badajoz. - 09/05/1809. Ángel Robles, soldado de Piedrahita. Reg. Plasencia. - 10/05/1809. Francisco Torrente, soldado de Huercalovera. Reg. Guadix. - 10/05/12809. Juan Martín, soldado de Utrera. Reg. Córdoba. - 11/05/1809. José Sabater, soldado de San Vicente. Reg. Badajoz. - 12/05/1809. José Linares, soldado valenciano. Reg. Valencia. - 14/051809. Jerónimo García, soldado de Sillas. Reg. Valencia. - 15/05/1809. José Clemente, soldado manchego. Reg. Campomayor. - 19/05/1809. Casto Angulo, soldado manchego. Reg. Badajoz. 20/05/1809. Juan Rodríguez, soldado de Valdepeñas. Reg. Badajoz. - 24/05/1809. Juan Molina, soldado de Murcia. Reg. Jaén. - 27/05/1809. Gregorio Calvo, soldado de Peñalsordo. Reg. Mallorca - 28/05/1809. Manuel Domínguez, soldado de El Almendro. Reg. Cádiz. - 02/06/1809. Manuel Mozabé, soldado de Barcarrota. Reg. Cataluña. - 12/06/1809. Francisco Sánchez, soldado de Sevilla. Reg. Sevilla.
- 25/06/1809. Antonio Perozo, soldado de Madrid. Reg. Sevilla. - 16/07/1809. Cristóbal Díaz, sargento del Campo de Crip. Reg. Almansa.
Veintiocho en total [15] , ninguno de ellos natural de esta villa. En el resto de los Libros de Difuntos de las tres parroquias locales únicamente aparece un nuevo enterramiento de soldado, el de un cabo de nombre desconocido, en este caso enterrado en la Iglesia Parroquial de San Sebastián, según la siguiente acta y relatos de su párroco:
En la villa de Guadalcanal a doce de Abril de 1810 se enterró de caridad en la parroquia de San Sebastián el cadáver de un cabo de caballería de edad como de treinta años, cuyo nombre y naturaleza se ignora, el cual se hallaba en esta con una división de 2.500 hombres que mandaba el Sr. Brigadier Contreras, y habiendo sido sorprendido el once del mismo mes por cuatro franceses de caballería de los dragones infernales que entraron a carrera por el Coso y calle Olleros, llegando hasta el castillo del convento de la Concepción, salieron huyendo los de dicha división y vecinos y habitantes de esta villa en tales términos que casi quedó despoblada; y el tal cabo se presentó sólo con su caballo delante de dichos dragones, y después de varios golpes que se dieron, lo mataron de un tiro en el citado castillo [16] .Siguiendo con el desarrollo de los acontecimientos locales y a la vista de las continuas refriegas que debieron darse en la proximidad de la villa, en el acta del 7/05/09, según indicaciones de la superioridad, la Junta Patriótica Local procedió a la designación de la honrada milicia urbana, nombrando para ello a 500 vecinos distribuidos en cinco partidas, cada una dirigida por un jefe o comandante. Naturalmente, esta decisión determinaba una escasez de mano de obra en el campo, circunstancia que simultáneamente obligó a elaborar un plan sobre los derechos y deberes de propietarios y jornaleros, fijando los márgenes en los jornales de esquiladores, segadores y jornaleros en general.
Más adelante -ahora también siguiendo instrucciones de la Junta Central Suprema del Reino, que se hacía eco de las continuas quejas de los municipios criticando el mal reparto de bagajes y alojamientos para los ejércitos regulares (06/05/09)-, en la sesión del 8 de Junio de 1809 se acordó constituir sendas juntas locales para la distribución reglamentaria de bagajes y alojamiento, con la activa presencia, colaboración y arengas del clero local.
Ninguna otra noticia local significativa durante el resto de 1809. Los franceses se marcharon de nuestra zona en Mayo de este último año, centrándose los acontecimientos bélicos en Portugal y las zonas norteñas de la Península. Pero a primero de 1810, conquistado por el enemigo la práctica totalidad del norte de España, el pesimismo se apoderó de nuestros antepasados, una vez conocido que los ejércitos franceses pusieron su mirada en Extremadura y Andalucía, contando sus actuaciones con victorias. En efecto, los gabachos avanzaron desde Portugal decididamente sobre Extremadura, bajo el mando del mariscal Massena, apoderándose de Olivenza ya el 22 de Enero e iniciando el cerco de Badajoz el 26 del mismo mes. Al mismo tiempo, el 20 de enero bajo el mando del mariscal Soult penetraron por Despeñaperros, ocupando sin apenas resistencia toda Andalucía prácticamente en sólo un mes. Concretamente y en lo que más nos podía afectar, el primero de Febrero de 1810 se apoderaron de Sevilla, no conformándose Soult con esta ocupación, sino que inmediatamente puso sus ojos en Cádiz (ciudad a donde definitivamente tuvo que trasladarse la Junta Central Suprema del Reino, que la cercó el 6 de Febrero) y sobre la plaza fortificada de Badajoz, enclave ya sitiado por Massena y que resistía heroicamente al acoso francés. Por ello, es a partir de esta fecha cuando empieza a actuar por nuestra zona el 5º Cuerpo del Ejército francés o del Mediodía, cuyas tropas pasaban repetidas veces por nuestras proximidades para reforzar el cerco de Badajoz, ciudad que superó el asedio, defendiéndose del acoso durante más de un año. No obstante, pese a la firmeza de la plaza de Badajoz, desde estas fechas la práctica totalidad del territorio de su actual provincia quedó en manos francesas, continuando con fluidez el tránsito de militares invasores entre Sevilla y Badajoz, con la consiguiente demanda de alojamientos y víveres.
Por desgracia, pocas noticias locales tenemos sobre los primeros meses de 1810, especialmente por el deterioro que presenta el libro de Actas Capitulares de dicho año, ilegibles en su mayor parte [17] . No obstante, es posible detectar que, al menos hasta el mes de mayo de dicho año, sus actas se redactaron en papel acuñado con el sello de Carlos IV, aunque con la correspondiente convalidación para el reinado de Fernando VII, pese a que desde primero de Febrero era frecuente observar cómo pasaban por el pueblo tropas francesas, unas veces desde Sevilla a Badajoz y otras en sentido contrario. Por fin, según referencias de las actas capitulares, el 11 de Mayo determinaron asentarse en Guadalcanal [18] , que durante el resto de 1810 representaba una referencia en manos francesas en la ruta entre Sevilla y Badajoz y en sus continuos avances y retrocesos por el sur de Extremadura, operaciones militares que tuvieron como hechos más sonados y próximos las batallas de Cantalgallo (Llerena) [19] y Fuente de Canto 20, ambas durante el verano de 1810 y con resultado favorable para la causa francesa.

BIBLIOGRAFÍA.- (11) AMG, leg. 1.382. Libro de Actas Capitulares, carpeta de 1809. (12) LAMILLA PRÍMOLA, J. "La Guerra de la Independencia en Fuente de Cantos a la luz de los libros sacramentales" en Actas de las VII Jornadas de Historia de Fuente de Cantos, Fuente de Cantos, 2007. (13) AP de Ntra. Sra. de la Granada, Libro de defunciones de 1809. (14) AP de Santa María, Libro de defunciones de 1809. (15) No podemos afirmarlo con rotundidad, pero parece ser que los franceses no llegaron a Guadalcanal, deteniéndose en Llerena y Fuente de Cantos. Estos 28 enterramientos correspondían a soldados heridos y hospitalizados en Guadalcanal, que murieron en sucesivos días. (16) Desconocemos dónde y cómo se enterraron los numerosos soldados muertos por la zona durante 1810, 1811 y 1812, pues en los libros de defunciones de las parroquias de los pueblos comarcanos no encontramos más actas de defunciones que las ya citadas. (17) AMG, leg. 1.251. Libro de Actas Capitulares, carpeta de 1810.18 Ya el día 10 de Abril entraron en el pueblo, como debió también ocurrir en fechas anteriores sin intención de quedarse. Al menos así lo contaba el párroco de San Sebastián en la partida de defunción del cabo que murió heroicamente.19 MALDONADO FERNÁNDEZ, M. "La batalla de Cantalgallo, en Revista de Fiestas Patronales, Trasierra, junio de 2008. Dicha batalla (entre Llerena y Bienvenida, el 11 de Agosto de 1810) no fue una simple escaramuza de las muchas organizadas por la resistencia española sobre la columna móvil francesa que continuamente recorría el trayecto entre Sevilla y Badajoz. En este caso fue una confrontación buscada y estudiada por ambos contendientes, cada uno de ellos integrados por unos 10.000 efectivos.17 AMG, leg. 1.251. Libro de Actas Capitulares, carpeta de 1810. (18) Ya el día 10 de Abril entraron en el pueblo, como debió también ocurrir en fechas anteriores sin intención de quedarse. Al menos así lo contaba el párroco de San Sebastián en la partida de defunción del cabo que murió heroicamente. (19) MALDONADO FERNÁNDEZ, M. "La batalla de Cantalgallo, en Revista de Fiestas Patronales, Trasierra, junio de 2008. Dicha batalla (entre Llerena y Bienvenida, el 11 de Agosto de 1810) no fue una simple escaramuza de las muchas organizadas por la resistencia española sobre la columna móvil francesa que continuamente recorría el trayecto entre Sevilla y Badajoz. En este caso fue una confrontación buscada y estudiada por ambos contendientes, cada uno de ellos integrados por unos 10.000 efectivos. (20) Más datos en LAMILLA PRÍMOLA, art. cit.

 Fuentes.- manuelmaldonadofernandez.blogspot.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

FRANCISCO TARÍN ARNAU


CENTENARIO DE LA VISITA DEL PADRE TARÍN A GUADALCANAL

Qué niño o qué niña de la posguerra (como con asiduidad se dice ahora) no escuchó a sus abuelos, o a aquel gañán, aperaó, manigero o pastor, que en las noches cortijeras, no contaran a la chiquillería del cortijo alguna historia o leyenda, que les causaban una gran sensación a veces de miedo, otras de tristeza, y la mas de alegría al escuchar embobadamente a estos maestros de la narrativa cortijera.
Eso sí, con un gran respeto y sin rechistar, mientras iban poco a poco desgranando esos cuentos, que aparte de distraernos el hambre, quedábamos atónitos de sus enseñanzas hasta que el sueño nos rendía totalmente.
Rebuscando en libros antiguos, quizás pasados de moda, encuentro uno que es la vida documentada del Padre Tarín y recordando que ésta, formaba parte de esas narraciones escuchadas a nuestros mayores, te da un vuelco el corazón y empiezas a buscar si aquellas cosas que te contaban eran verdad y aparece un apartado que dice: DIAS FELICES EN GUADALCANAL. Al leerlo considero que es de sumo interés para los guadalcanalenses que lo ignoran, quiero que sepan que el día 10 de Septiembre de 1.996, se cumplieron CIEN AÑOS de la visita de este Gran Misionero a nuestra querida Villa.
Llegó procedente de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), después de un periplo de Misiones por toda Andalucía y parte de Extremadura, con un gran éxito espiritual, para todos los habitantes tanto creyentes como no creyentes, obrando verdaderos milagros en los distintos pueblos visitados.
Para conocimiento de las nuevas generaciones, que aún tienen inquietudes culturales religiosas, que bien lo demuestran en la Semana Santa y en las Festividades Religiosas de Gloria, el entusiasmo que ponen en los Desfiles Procesionales de nuestras queridas Imágenes, con la fe, alegría y cariño que lo realiza esta maravillosa juventud de Guadalcanalenses.
Sin lugar a dudas, esa fe, ese entusiasmo y ese cariño que nuestra juventud demuestra, fue inculcada por nuestros mayores, que también ellos la recibieron de sus padres y abuelos, reforzada y enriquecida por esas legiones de misioneros que por Guadalcanal pasaron a través de los tiempos, siendo el más principal y el que más profundamente caló en los corazones de las gentes de la época fue el PADRE TARIN. Que de los sucesos acaecidos durante su estancia en nuestro pueblo, el más destacado es el testimonio dado por D. José López de Ayala, que fue testigo presencial de lo que narra:
En la primera Misión que dio el Padre Tarín en Guadalcanal, pueblo que en materia religiosa era por completo indiferente, tal efecto hicieron sus sermones, que la Iglesia de Santa María resultó pequeña y fue necesario salirse a la Plaza del Pueblo, que es muy grande, colocándose el Púlpito en buen sitio, junto a la puerta de la sacristía, la Plaza se llenaba de gente, que seguía con avidez las palabras del predicador; y aquí hago notar que todo el público oía perfectamente cuanto decía, cosa que creo maravillosa, pues todos conocemos los defectos de su garganta”.
Se supone que el defecto de su garganta sería: afonía, faringitis, laringitis, etc., afecciones propias del Ministerio Predicador, teniendo en cuenta que fue siempre de salud muy delicada.
“Una de las noches ocurrió un caso que todos presenciamos. Al lado del público se colocaba el paso de la Virgen, y ésta, en sus andas, presidía la Misión. Tenía delante muchas velas encendidas, pero hacía mucho viento y continuamente se apagaban, por lo cual el sacristán, que estaba al cuidado, no cesaba de encenderlas. Notó el Padre que aquel movimiento distraía al público y mandó al sacristán que no se preocupase más de las luces; enseguida rezó un padrenuestro y aunque no cesó el viento sino que siguió como antes, con violencia, ni una sola se volvió a apagar. De todo esto soy testigo presencial.
La comunión se tuvo en la Iglesia, y aunque es tan grande, no se cabía; de modo que tuvimos que comulgar estando todos de pie. Y aún así vulnerábamos la ley de la impenetrabilidad.
La despedida fue muy de mañana, en la plaza, donde delante de la Virgen se dijo la Misa, asistiendo todo el pueblo con un silencio y orden admirables; nunca olvidaremos aquel espectáculo, el Padre, lleno de emoción, nos bendijo a todos, confiándonos a la protección de la Virgen para que se conservase el fruto tan extraordinario que se había recogido; hablaba en términos tales, tan cálidos y tan fervorosos, que no había un sólo oyente que no estuviera llorando a lágrima viva.
Con todo este entusiasmo se lanzó el pueblo en masa a la estación para despedir al misionero. Todos querían abrazarle y besarle las manos o el manteo, el hermano mayor de la Hermandad del Rosario de la Aurora, antiquísima en Guadalcanal, que acompañaba al Padre sin apartarse un palmo de su lado, al último adiós lo abrazó llorando en presencia de todos y le dio un beso en la frente, subido el padre al tren y estando en el estribo, también lleno de emoción y de respeto le besó la orla del manteo“.
Hasta aquí el testimonio del testigo.
La Virgen que presidía todos los actos de la Misión en la Plaza, casi seguro que sería nuestra Patrona, por la fecha, pues todos sabemos que la Virgen se traslada a su Ermita el último domingo de Septiembre (ahora el último sábado de septiembre), por lo tanto se encontraba en la Parroquia de Santa María; pero al enumerar el narrador de los hechos expuestos, que el Hermano Mayor del Rosario de la Aurora, antiquísima en Guadalcanal, con sede en la Iglesia Filial de San Vicente, (que actualmente todos conocemos a lo que está dedicada, tal vez por culpa de nuestros capillitas que en su día no supieron captarla como Residencia Oficial de alguna de nuestras Cofradías de Semana Santa) cabe opinar que fuese la Virgen del Rosario que sería como es natural la titular de dicha Hermandad, y también serían los hermanos del Rosario los colaboradores más directos en la Santa Misión con el Padre Tarín. Hay que tener presente que la advocación de la Virgen del Rosario es la más extendida por toda España y especialmente en Andalucía.
Yo que fui uno de esos niños que al principio enumero, y que alrededor de la candela escuchaba esas historias y cuentos, quizás por otro tipo de gente, llegada de pueblos entonces lejanos de nuestra querida Extremadura a vender con sus borricos y angarillas todo lo vendible, unos traían tierra blanca, otros traían escobas, algunos eran pañeros, los de Castuera fabricaban aquí mismo el turrón, y los de Salvatierra, los cacharros de barro y hasta de Hornachos nos traían los hocinos y las hoces para la siega, pues bien, a estos personajes y también a mis abuelos que si vivieran tendrían más de 125 años, me viene a la memoria un milagro que no figura en la vida documentada del Padre Tarín y es que al parecer (me contaba mi abuela) un hombre humilde de Guadalcanal, padecía de un tipo de bulto (llamados hoy: miomas, fibromas, quiste, tumor, etc.) y este buen hombre o esta familia se encomendaron al P. Tarín durante su estancia en la Misión que vino a predicar. A los pocos días se desplazó a Sevilla, pues tenía cita previa con un médico, y cuál no sería el asombro de todos y en especial del Dr. que había visto al paciente con anterioridad, al revisarlo de nuevo, vio que el bulto (que tal vez iría a operar) había desaparecido totalmente. Ni que decir tiene que fue un milagro del Señor que por mediación de su Madre y súplica del Padre Tarín, fue realizado.
También contaban aquella buena gente que había un hacendado extremeño, que debido a su poca fe, o tal vez porque no era creyente, le tenía como manía al P. Tarín y uno de los días que permaneció en su pueblo, le invitó a comer a su casa, y al tiempo de empezar la comida, el Sr. hacendado le dijo al Padre ¡Ya puede Vd. bendecir la mesa! con mofa y como riéndose, a lo que el P. Tarín contestó: será mejor que la bendiga Vd. con ese crucifijo que tiene Vd. en su mano, cuyo crucifijo era un puñal que lo tenía con la mano hacia atrás, suponiendo que sería para amenazarlo o hacerle daño. Cuál no sería el asombro del hacendado que viendo que el cuchillo que empuñaba se había transformado en un crucifijo, cayó a los pies del Padre, pidiéndole perdón y convirtiéndose al Catolicismo.
Por último y por ser digno de mención, cuando en el mes de octubre de 1.938, las autoridades competentes ordenaron colocar la lápida conmemorativa del P. Tarín en la portada de la Iglesia de los PP. Jesuitas (puede verse en el lado derecho de la fachada) en la calle de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder; los albañiles que la colocaron, montaron un andamio con dos palos apoyados en la pared y una tabla atravesada, y al coger la lápida para colocarla en el hueco ya preparado, el andamio se despega de la pared amenazando caerse en medio de la calle, los albañiles se dan cuenta del peligro y en ese momento el peón exclama: iPadre Tarín venid en nuestra ayuda! y acto seguido el andamio vuelve a la pared salvando a los albañiles. Este testimonio lo dio el peón llamado Antonio Espejo Anerer el día 3 de Diciembre de 1.951. De estos casos verídicos y muchos más están llenas las 300 poblaciones que visitó, y en ellas enseñó y predicó el Evangelio en su hacer misionero durante largos años de su vida aquí en la tierra.
Para finalizar, hagamos votos cada uno de nosotros de la forma que consideremos más oportuna, coma homenaje al P. Tarín en el próximo centenario de su visita a nuestro querido pueblo, para que cuanto antes finalice la causa de beatificación que se inició en el año 1.924, para que la Iglesia lo considere santo y podamos admirarlo en los altares, al igual que nuestros antepasados tuvieron la dicha de escuchar sus sermones, quedando maravillados de la santidad que derramaba.

HE AQUI LA INSCRIPCION DE LA LÁPIDA QUE EXISTE EN LA CASA DONDE NACIÓ:

EN ESTA CASA NACIÓ FRANCISCO TARIN ARNAU EL DÍA 7 DE OCTUBRE DE 1.847. FUE SACERDOTE DE LA COMPAÑIA DE JESUS Y APOSTOL PROPAGADOR DE LA DEVOCION AL SAGRADO CORAZON, EN MAS DE 300 POBLACIONES. RESTAURADOR DE LA FE EN ESPAÑA. CONSEJERO DE PRELADOS Y MAGNATES Y PADRE DE LOS POBRES. MURIÓ EN SEVILLA EL 12 DE DICIEMBRE DE 1.910 Y SE INTRODUJO SU CAUSA DE BEATIFICACIÓN EL 10 DE ABRIL DE 1.924. GODETELLA LE LLAMA SU HIJO PREDILECTO Y LE DEDICA ESTA LÁPIDA PARA PERPETUAR SU MEMORIA A. M. G. D.

 
Por JOPACH – Revista de feria 1995

sábado, 16 de octubre de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA 3/6


II.- DESDE EL MOTÍN DE ARANJUEZ HASTA LA ENTRADA DE LOS FRANCESES EN GUADALCANAL
(Segunda parte)



Esta es la tercera entrada de una serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernández, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008

Dos días después, el 8 de Mayo nuevamente se reúne el Ayuntamiento, en esta ocasión para dar cumplimiento a órdenes procedentes del Capitán General de Extremadura, el desafortunado conde de Torre del Fresno [3], interesándose por el número de vecinos dispuestos a alistarse y tomar las armas en defensa del “Rey, de la Patria y de la Religión”. Para ello, tomaron el acuerdo de dar a conocer tales órdenes de la forma más solemne posible, determinando su lectura pública por parte del párroco de Santa María durante la Misa Mayor. Dicho clérigo, como fue usual entre los religiosos de la época, no se limitó a leerla, sino que, además, arengó a los concurrentes animándoles a defender la causa de Dios pues, en general, el estamento clerical veía en Napoleón al enemigo más peligroso de la religión imperante. A la salida de misa, la citada arenga provocó el alistamiento de numerosos voluntarios, según referencias de la autoridades civiles.
Sin que tengamos más noticias de fechas intermedias, en la sesión del 2 de Junio se constituyó la Junta Patriótica de Guadalcanal, como en la mayoría de los pueblos importantes de la España no ocupada por los franceses. Formaron parte de la misma los tres párrocos locales (Santa María, Santa Ana y San Sebastián), Juan Bolaños, Juan Ortega y Juan Antonio Guerrero, este último como escribano del Ayuntamiento, acordando inmediatamente pedir la colaboración del vecindario “en atención a la crítica situación en que se halla la Patria y por consiguiente la necesidad de que todos sus individuos contribuyan a sacudir el vergonzoso e insoportable yugo de la ambición francesa”. A partir de esta fecha se encargaría del gobierno del pueblo siguiendo las instrucciones directas de la Junta Suprema de Gobierno de la provincia de Extremadura, constituida en Badajoz pocos días antes. Dicha Junta Suprema, como sus homólogas en las distintas provincias de la Nación, actuaba inicialmente de forma autónoma y soberana, una vez desacreditado el poder central ante la tibieza, desbandada y disidencia general de sus máximos representantes, tomando el pueblo la iniciativa de la guerra [4]. Precisamente, como una de sus primeras actuaciones, la Junta Suprema de Extremadura tomó la decisión de animar a los pueblos de su jurisdicción a constituir sus respectivas juntas patrióticas, que en Guadalcanal, como acabamos de decir, se constituyó el 2 de Junio de 1808.
Desde este momento, la comunicación entre la Junta Suprema provincial y la Junta Patriótica local fue fluida, acatando en Guadalcanal las continuas órdenes y observaciones recibidas de Badajoz [5], desde donde se interesaban por la necesidad de fortificar sus plazas más insignes, la de organizar un ejército propio, el de Extremadura, y la de dotarlo convenientemente con hombres, dineros y avituallamientos, haciendo especial hincapié en la “vigilancia de personas sospechosas de colaborar con el enemigo, que se introducían en los pueblos con papeles y carteles seductivos con la intención de malograr las ideas que todos nos hemos propuesto en defensa del Rey y de la Patria”. Como respuesta a estas superiores órdenes, desde Guadalcanal contestaron dando datos de la población (1.113 vecinos o unidades familiares, equivalente a unos 4.500 habitantes), de las armas de fuego disponibles (95 escopetas requisadas en la colación de Santa María, 21 en la de Santa Ana y 35 en la de San Sebastián) y de los caballos y monturas existentes en la localidad (85 caballos y 15 sillas entre las tres parroquias) [6]. Igualmente se dio cuenta del alistamiento obligatorio de los soldados que en función de su población le correspondía (278 en total, cubriendo primero el cupo con voluntarios y los demás por sorteo entre los hábiles, incluyendo a los que espontánea y voluntariamente se habían alistado el 8 de Mayo anterior, algunos de ellos ya formando parte del ejército de Andalucía y el resto, suponemos, incorporados al ejército de Extremadura) [7] . Sobre el citado alistamiento existió cierta confusión, al entender la Junta Suprema de Sevilla que los soldados de Guadalcanal deberían incorporarse a su ejército, y al de Extremadura, declarando incluso como desertores a los que ya estaban encuadrados en el ejército de esta última provincia. Esta circunstancia provocó cierto desencuentro entre ambas juntas supremas, comunicando la de Extremadura, “ante los rumores de que la villa de Guadalcanal se había segregado del territorio extremeño, sujetándose al de Sevilla”, que en lo sucesivo se atuviesen a las órdenes recibidas de Llerena y Badajoz, y no a las recibidas de Cazalla y Sevilla [8]. Desde Guadalcanal contestaron que no se había producido tal segregación, justificando su actuación indicando que por puro patriotismo y en defensa de intereses nacionales en Sevilla, puntualmente habían acatado órdenes emanadas de dicha ciudad, circunstancia que no volvería a repetirse [9]. En realidad, la confusión vino provocada por la actitud de la Junta Suprema de Sevilla, que inicialmente se arrogó la facultad de representar en exclusividad los intereses de Fernando VII en la Nación, desestimando a las otras juntas supremas constituidas en el resto de España. Poco después, en Sevilla desistieron de sus pretensiones, quedando Guadalcanal bajo la competencia de Extremadura, provincia y región a la que siempre había pertenecido [10].
La autonomía y soberanía de la Junta Suprema de Extremadura, como la del resto de las provincias nacionales, perduró hasta el 25 de Septiembre de 1808, coincidiendo con la constitución en Aranjuez de la Junta Central Suprema de Gobernación del Reino, que desde el primer momento se hizo cargo de los asuntos de la Guerra y otros de carácter nacional, quedando el ejército de Extremadura bajo su competencia.

BIBIOGRAFÍA.- (3) Desafortunado porque, pocos días después -acusado por el vecindario de Badajoz de mostrar tibieza ante las pretensiones francesas, más concretamente por no celebrar con la solemnidad deseada la onomástica de San Fernando en homenaje al nuevo monarca preso en Bayona- fue apaleado y muerto por los propios vecinos. (4) De hecho, la Guerra de la Independencia, especialmente en sus primeros momento, se considera como un movimiento popular que pretendía desentenderse de la estructura política y administrativa del Antiguo Régimen, aprovechando igualmente el momento para librarse del invasor, pues el pueblo consideraba a las autoridades como tibias e indecisas en su trato y consideración de los franceses, organizando motines y linchamientos, como el ya citado en la nota anterior. (5) AMG, leg. 126. Cuaderno de superiores órdenes sobre la creación de la Junta Patriótica en defensa de nuestro Rey y señor natural. Fernando VII, Religión y Patrias. (6) AMG, leg. 593. (7) GORDÓN BERNABÉ, A. "Milicianos de Guadalcanal en la Guerra de la Independencia", en Revista de Feria y Fiestas, Guadalcanal, 2001. El autor, a quien agradecemos desde estas páginas su aportación, relaciona nominalmente a 207 de estos soldados, nómina a la que no hemos podido tener acceso. Los que faltan, hasta los 270 que indican en el documento de referencia, debieron alistarse voluntariamente el 8 de mayo de 1808. (8)MALDONADO FERNÁNDEZ M. "El partido de Llerena: origen y evolución hasta finales del Antiguo Régimen". En Actas de la IV Jornadas de Historia en Llerena, Sociedad Extremeña de la Historio, Llerena, 2004. En dicho artículo se analizan las distintas demarcaciones jurisdiccionales de dicho partido, al que históricamente pertenecía Guadalcanal, centrándonos especialmente en las peculiares circunstancias que concurrieron en los últimos años del XVIII y primeros del XIX. (9) AMG, leg. 126, doc. ya citado. (10) MALDONADO FERNÁNDEZ, M. "El partido de Llerena…, art. cit.
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miércoles, 13 de octubre de 2010

TAL VEZ COLÓN ERA NEGRO, SEÑOR




Whuzland, Octubre 2010



Buenos días señor:

Hoy quiero hablarle de mi color de piel y mi dialecto, señor, hace unos días, escuchaba por radio exterior de RNE las intervenciones de cuatro sesudos profesores y periodistas en el Instituto Cervantes de Utrecht, la cosa iba del mal uso del español en los medios de comunicación, sms e Internet, ese idioma tan rico y universal en el que Vds. se expresan señor; Uno de los ponentes, un profesor sudamericano muy brillante, según su auto presentación, comentaba que hoy muchos jóvenes castellano parlantes no usan más de doscientas palabras en sus conversaciones, contaba una anécdota muy graciosa de uno de sus alumnos, el chico escribió un día en un ejercicio que Colón era negro, el profesor le recriminó y le preguntó de dónde había sacado semejante conclusión, Colón, añadió el maestro, era un marino genovés o español y en ninguno de los libros de Historia se menciona que fuera negro.
No es cierto, señor, respondió el chico; lo dice claramente nuestro libro de texto: “Cristóbal Colón, un oscuro navegante…..”.
Se contaron muchas otras cosas interesantes en esa conferencia, por ejemplo, que muchos mandatarios sudamericanos se mofaban de un tal Evo Morales porque en sus intervenciones en español no utilizaba más de 150 palabras, pero nadie se para a pensar en que el dialecto materno del señor Morales no es el español sino el aimara o aymara y que seguramente en ese idioma se expresa mucho mejor, como yo en el mío, señor, igualmente se comentó que cuando miles de campesinos apoyaron con una marcha al líder boliviano (el de las pocas palabras), el periódico español El País, apenas le dedicó a la noticia un recuadro de tres centímetros por cinco y diez líneas (200 palabras aproximadamente), pero cuando un puñado de terratenientes protestaron contra el gobierno de Morales, el mismo periódico le reservó media página, otro de ellos comentaba jocosamente que le pediera consejo a Fidel en uno de su viajes, que con su fácil verborrea podría estar tres horas hablando sin decir nada, claro que con 150 palabras el señor Morales se iba a repetir más que un gazpacho cargado de ajo, pienso yo, señor.
Lo que más me impresionó fue el comentario de otro lumbreras que hizo sobre un libro de un periodista mexicano que investigó las manipulaciones de de prensa durante los gobiernos del PRI, encontró este periodista investigador en los Archivos Generales de la Nación, en unas cajas abandonadas y sin clasificar, cuarenta folios con instrucciones para manipular al ciudadano, por su interés, le cito señor un párrafo de lo que allí se dice: “El ciudadano debe tropezarse con la propaganda a cada paso y esquina de su vida privada y de su vida de relación cotidiana y de trabajo, esto le inducirá a pensar en nosotros y no el las hordas marxistas, por la acción de la propaganda política podemos concebir un mundo dominado por una tiranía invisible que deberá adoptar la forma y que nosotros transformaremos en un gobierno democrático”, esto si que es verborrea, pienso yo, para no decir nada.
Todo esto me lleva a pensar señor español, que si su idioma universal es rico y claro, no lo utilizan bien ni los de un lado ni los del otro de los del gran charco, que tal vez Colón no fuese negro, que Obama está muy moreno como le comentó Sarkozy, y que lo mío es una macha oscura fruto de alguna enfermedad tropical, para Vds. hablar bien o mal es pura semántica, ya que leyendo en sus periódicos los panfletos escritos de muchos de sus afamados políticos y periodistas, o escuchándolos en la radio, da la sensación que también estuvieron en aquella conferencia-coloquio de Utrecht y que siguen al pie de la letra esas instrucciones aprendidas, hablar mucho para no decir nada o escribir poco para decir menos.
Co todo respeto, se despide de Vd. un negro del cuerno sur de África que en su dialecto luzlandes solo utiliza no más de 200 palabras, eso sí, todos en la aldea entendemos lo que el otro expresa,  por ejemplo,

Vanhaez tersay (Respetuosos saludos),
Un Luzlandés

Rafael Candelario Repisa.- La Fragua del Pensamiento

sábado, 9 de octubre de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA 2/6


Mapa ofensivas 1808



II.- DESDE EL MOTÍN DE ARANJUEZ HASTA LA ENTRADA DE LOS FRANCESES EN GUADALCANAL
(Primera parte)



Esta es la segunda entrada serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernández, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008

Las primeras referencias recogidas en el archivo local sobre la Guerra de la Independencia y su preámbulo llegaron a Guadalcanal entre las 10 y las 11 de la noche del 27 de marzo de 1808. Se trataba de la Real Provisión de 21 de Marzo, firmada por Carlos IV en el Real sitio de Aranjuez [1] . Por dicho documento conocieron nuestros antepasados la abdicación del monarca en favor de su hijo don Fernando, desde entonces Fernando VII.
Al día siguiente, también por correo ordinario, es decir, siguiendo el conducto reglamentario (desde la Corte en el Real Sitio de Aranjuez, pasando previamente por la Capitanía General de Extremadura con sede en Badajoz y por el Gobernador del Partido con residencia en Llerena, hasta el Ayuntamiento de Guadalcanal) llegó la Real Orden de 22 de Marzo, ésta firmada por el Supremo Tribunal, que decidía confiscar todos los bienes, efectos y derechos de Godoy, el Príncipe de la Paz, ya preso en el Cuartel de Reales Guardias de Corps. En la misma Orden se nombraba como sustituto al Duque del Infantado.
En realidad, la renuncia a la Corona por parte de Carlos IV tuvo lugar el 19 de Marzo, tras el Motín de Aranjuez. Para quitarle hierro a este enrevesado asunto, en el documento de abdicación el monarca alegaba “achaques y cansancio producido ante el grave peso del gobernante”, añadiendo que se retiraba “para reparar su salud a una zona más tranquila y templada”. Naturalmente, abdicaba en favor de su “muy caro hijo, el Príncipe de Asturias”, pidiendo que se le reconociese y obedeciera como Rey y Señor natural, matizando finalmente, porque la situación lo requería, que tomaba tal decisión “libre y espontáneamente”. No obstante, pocos días después dio marcha atrás, manifestando que había abdicado presionado por su hijo y partidarios. En definitiva, un extraordinario enredo en la cúpula del poder establecido, que añadía más confusión a la delicada situación del momento y daba alas a las aspiraciones de los franceses y a las de sus partidarios en la Península.
Como respuesta a los acontecimientos descritos, durante la mañana del lunes 28 de Marzo tuvo lugar en nuestra villa una sesión extraordinaria del Ayuntamiento, para celebrar simultáneamente la caída del impopular Godoy -que personificaba, junto a Carlos IV, al Antiguo Régimen y a la obsoleta monarquía absoluta- y la llegada al trono de Fernando VII, en quien tenían puestas las esperanzas de dar al Estado una forma de gobierno más acomodada a los nuevos tiempos, es decir, un Nuevo Régimen. Por ello, acordaron:
...que inmediatamente se publiquen las reales órdenes en la Plaza Pública de esta villa con repiques de campanas de sus respectivas parroquias y conventos para que (los vecinos) estén prontos a concurrir para la mayor solemnidad del acto; que igualmente se fijen edictos en los lugares habituales, haciendo saber al vecindario que en las noches del 3, 4 y 5 de Abril iluminen con tan plausible motivo sus casas, permitiendo toda diversión honesta (...), avisando a los párrocos y prelados regulares para que hagan puntuales repiques y libren oficios (divinos) [2].
Estos acontecimientos se producían en momentos en los que el ejército francés, el mejor de Europa con unos 120.000 efectivos perfectamente adiestrados y pertrechados, ocupaba puntos estratégicos de Portugal y del territorio nacional, tras el ya citado Tratado de Fontainebleau. Sin embargo, como las disidencias entre Carlos IV y Fernando VII no amainaban tras la abdicación y revocación ya referidas, Napoleón, con la oscura intención de conciliarles, les citó en territorio francés (Bayona), obligándoles a abdicar en favor de José Bonaparte. Y ésta fue la chispa que definitivamente prendió el levantamiento popular que daría paso a la Guerra de la Independencia, más bien de Liberación.
La primera resistencia popular con transcendencia en el contexto nacional fue sofocada contundentemente por los franceses en Madrid, el conocido, triste y trágico 2 de Mayo de 1808, inmejorablemente plasmado por Goya y magistralmente relatado por Pérez Galdós. Estos sangrientos acontecimientos se difundieron, animando al levantamiento popular, por parte de los alcaldes de Móstoles. Dicha proclama llegó a Guadalcanal el 6 de Mayo desde Llerena, provocando inmediatamente la reunión de su Ayuntamiento, en cuyas Actas reflejaron el texto que sigue:
Ha hecho presente el Sr. Regente de esta Real Jurisdicción, (el Corregidor) D. Martín Castelló, la caótica situación en que se halla la corte de Madrid según el oficio de la justicia de la villa de Móstoles, que le ha sido comunicado por el Sr. Alcalde Mayor Gobernador interino de Llerena, por donde aseguran que se está derramando mucha sangre en aquella, y que imploran auxilio a favor de nuestros compatriotas contra el ejército francés, y de hallarse presa la persona de nuestro Rey. Por ello, deseosos de auxiliarlos en cuanto nuestras fuerzas alcancen y penetrados de los sentimientos más tiernos hacia nuestro Soberano y Patria (...), este Ayuntamiento se pone a disposición de dicho Gobernador interino, al mismo tiempo que acuerdan comunicar la situación al clero de la villa y religiosos para que hagan rogativas durante nueve días en estas críticas circunstancias...
En la tarde de este último día llegaron más noticias desde Llerena, confirmando la dramática situación de Madrid y el encarcelamiento de Fernando VII en Bayona. No obstante, añadían “que los distintos pueblos de la Nación ya estaban organizando para combatir al enemigo francés, cuyo ejército ya había sido derrotado en territorio portugués por los naturales de aquel reino, y que ya se había organizado un ejército español que iba camino de Madrid para socorrer a sus vecinos”, noticias que, aunque exactamente no respondían a la realidad, se incluían para fomentar el espíritu patriótico y elevar el ánimo de los súbditos. Y éste fue el efecto que los referidos sucesos provocaron en Guadalcanal, donde los miembros del Ayuntamiento tomaron inmediatamente la decisión de “convocar a los vecinos y verdaderos patriotas para alistarse y tomar las armas”. Asimismo, acordaron “visitar a los vecinos pudientes para que, enterados de las circunstancias tan críticas de la Nación, suministraran gratuitamente los intereses y armas que tuviesen a bien (...), como es conforme al amor con que deben mirar la causa del Soberano y de la Patria”.
BIBLIOGRAFÍA.- (1) AMG, leg. 1382. Libro de Actas Capitulares, carpeta de 1808. (2) En el documento anterior. Similares muestras de regocijo se dieron en la mayoría de los pueblos de la Nación, entendiendo que, pese a continuar la monarquía borbónica, con Fernando VII llegarían aires de modernidad, anulando el Antiguo Régimen para dar paso a un nuevo orden de cosas o Nuevo Régimen, donde sobraban Carlos IV y la privanza particular del extremeño Godoy.

manuelmaldonadofernandez.blogspot.com

jueves, 7 de octubre de 2010

NOBEL PARA LA LITERATURA EN ESPAÑOL

VARGAS LLOSA GANA EL NOBEL DE LITERATURA POR SU "CARTOGRAFÍA DEL PODER"


Estocolmo, 7 Octubre 2010 (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa ganó hoy el Premio Nobel de Literatura 2010 por su "cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo", según la explicación de la Academia Sueca.
El autor de "La ciudad de los perros", nacido en 1936 en Arequipa (Perú) y que también tiene la nacionalidad española, en las quinielas de los favoritos de los Nobel desde hacía años, es el primer escritor latinoamericano ganador del Nobel de Literatura desde el mexicano Octavio Paz, en 1990.
En una primera declaración, transmitida por el presidente del jurado del Nobel de Literatura, Peter Englund, Vargas Llosa dijo sentirse "muy conmovido y entusiasmado" por el galardón.
El escritor está en Nueva York, donde da clases en la Universidad de Princeton.
"Se había levantado a las cinco de la mañana para presentar una clase, cuando recibió nuestra llamada a las siete menos cuarto, mientras trabajaba intensamente", dijo Englund.
Vargas Llosa acudirá a la ceremonia de entrega del galardón el 10 de diciembre, en Estocolmo, y de acuerdo a la tradición de los galardones será el encargado de pronunciar el discurso en nombre de todos los premiados, a excepción del de la Paz, que se celebra en un acto paralelo, en Oslo.
El Nobel de Literatura está dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros o 1,5 millones de dólares) y, como el resto de estos premios, se entrega el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.
El anuncio de hoy precede al del correspondiente a la Paz, el más esperado y prestigioso junto al de Literatura en la ronda de los Nobel, se dará a conocer mañana en Oslo.
En los días pasados se dieron a conocer los correspondientes al ámbito científico, empezando por el de Medicina, el lunes, para el británico Robert G. Edwards; al que siguió el de Física, el martes, compartido por los rusos Andre Geim y Konstantin Novoselov.
Ayer, miércoles, correspondió el turno al de Química, que recayó en el estadounidense Richard Heck y los japoneses Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki.
La ronda de anuncios se cerrará el lunes próximo, en que se comunicará el de Economía.

martes, 5 de octubre de 2010

DALÍ Y LORCA, UNA AMISTAD EN LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES

Foto EFE

Una exposición reconstruye los años de amistad de Lorca y Dalí



Tenían ansias de creación y modernidad, y lo que se hacía en España les olía a caspa y a "putrefacto". Se conocieron en 1923 en la Residencia de Estudiantes y allí comenzó la relación creativa y de amistad entre García Lorca y Dalí. Una exposición revive esta relación en medio de la vanguardia europea.
"Dalí, Lorca y la Residencia de Estudiantes" es el título de esta ambiciosa muestra, que desde Septiembre se puede ver en CaixaForum y que reconstruye minuciosamente los avatares de la relación entre Lorca (1898-1936) y Dalí (1904-1989).
Un viaje por la amistad, la camaradería y el estímulo intelectual entre estos dos genios desde que se conocieron, cuando el pintor catalán tenía 17 años y acaba de llegar a la Residencia de Estudiantes y el poeta granadino rondaba los veintidós.
Una relación que acabó en 1929, cuando Dalí se instaló en París y Lorca se fue a Nueva York, distanciados por el concepto tan diferente que tenían sobre el surrealismo de André Bretón, por el que se inclinaba Salvador Dalí.
La muestra, organizada por la Sociedad de Conmemoraciones Culturales y la Obra Social la Caixa y en la que han colaborado la Fundación García Lorca y la Residencia de Estudiantes, recoge también abundantes obras de creadores de vanguardia europeos como Grosz, Le Corbusier, Picasso, Léger, Gris, Miró o Cezanne, y se completa con un catálogo y una película inédita de 35 minutos, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón que recrea la relación entre ambos.
Así, la exposición, que estará abierta hasta el 6 febrero, para después viajar al Centro Federico García Lorca en Granada, reúne más de un centenar de cuadros, cartas, tarjetas postales y documentos en los que ellos hablan de sí mismos y comentan sus obras y las que se dedican el uno al otro. Todo ello en medio de un contexto histórico y artístico.
Un diálogo artístico que contiene un tipo de estética y de arte distinto del que se practicaba en España, que calificaban de "putrefacto" al principio de su relación. "Ellos discutían sobre arte, sobre la vida moderna en París, Italia o Estados Unidos, y construían así un trabajo de crítica y producción acerca de la vanguardia del arte europeo del momento", explicó el profesor Juan José La Huerta.
EFE.- Carmen Sigüenza

sábado, 2 de octubre de 2010

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA 1/6



Manuel Godoy
   

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL

Esta es la primera entrada de una serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernandez, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008.

Presentación.-
Se pretende dar a conocer parte de nuestra Historia a través de distintos artículos ya publicados en las Actas de Congresos y Jornadas celebradas en Llerena y pueblos de su entorno, y otros publicados en las revistas festivas de dichos pueblos. Con esta finalidad, cuando se trata de particularizar sobre un tema o pueblo concreto, se ofrece la posibilidad de enlazar con otros blogs más específicos.

I.- INTRODUCCIÓN.-
En 1807 España y Francia firmaron el Tratado de Fontainebleau, conviniendo la entrada de los ejércitos franceses en territorio español con miras de invadir Portugal y repartírselo. Naturalmente, esta circunstancia, aparte la resistencia de la nación lusa, forzó la intervención de los británicos, sus históricos aliados, que de ninguna manera estaban dispuestos a que se alterase el equilibrio de fuerzas en el continente.
Ya con el poderoso ejército francés ocupando Portugal, y desplegado estratégicamente por distintas zonas del territorio español, tuvo lugar el Motín de Aranjuez (17 y 18 de Marzo de 1808), insurrección palaciega y popular que perseguía imponer como nuevo rey al príncipe de Asturias, y que concluyó con la caída de Godoy y la forzada abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando, desde ese momento Fernando VII. No obstante, días después Carlos IV manifestó haber abdicado presionado por su heredero y partidarios, reclamando ante Napoleón nuevamente la Corona, llegando a un punto el conflicto en el que padre e hijo estaban dispuestos a seguir el dictado de Napoleón con tal de que éste les confirmara como titular de la monarquía hispánica. Por ello, el emperador les hizo ir a territorio francés (Bayona) donde, humillándoles, el 6 de Mayo de 1808 les obligó a abdicar en beneficio de José Bonaparte, determinando además imponer una constitución para España, la de Bayona.
Conocidas estas noticias, el pueblo español, que ya se había amotinado el 2 de Mayo en Madrid, se levantó en armas contra el invasor, con la esperanza de que, tras la expulsión del ejercito francés, entraría en vigor una nueva forma de gobierno que rompiera las amarras del Antiguo Régimen, dando paso a una sociedad más justa e igualitaria.
En efecto, determinadas autoridades locales, verdaderos patriotas y también algunos oportunistas, levantaron al pueblo en armas, fomentando el alistamiento de voluntarios y ofertando avituallamientos y demás pertrechos para proveer a los ejércitos nacionales. Siguiendo esta pauta, en los pueblos importantes se constituyó la Junta Patriótica local, algunas de ellas con su propia milicia de apoyo a los ejércitos regulares.
La guerra concluyó con la expulsión francesa del territorio nacional, aunque durante su desarrollo asistimos a diversas etapas: una primera, de relativo éxito español tras la victoria en Bailen (19/07/1808), que obligó a los franceses a replegarse hacia los Pirineos, donde se reorganizaron y reforzaron. Después, tras la victoria de Napoleón en determinados puntos de la provincia de Burgos (Noviembre de 1808), asistimos a un paseo triunfal de los invasores que prácticamente no se interrumpió hasta mediados de 1812, fecha a partir de la cual empezó a inclinarse la balanza en favor de los intereses españoles y de sus aliados, británicos y portugueses.
Naturalmente, estas distintas etapas tuvieron repercusión en Guadalcanal. En un principio destacamos la iniciativa popular celebrando la caída de Godoy, la llegada al trono de Fernando VII “el deseado”, la constitución de la Junta Patriótica Local, el alistamiento voluntario de soldados y la formación de la milicia urbana. Más adelante cundió el desánimo, cuando a primeros de 1810 ya se vislumbraba la proximidad de los franceses, especialmente tras la rendición de Sevilla el primero de febrero de dicho año, desde donde se personaron para asentarse en nuestra villa a principios de Mayo, permaneciendo aquí casi ininterrumpidamente hasta finales de Agosto de 1812.

Fuentes.-manuelmaldonadofernandez.blogspot.com